Brian Silvera fue asesinado. En 3 años, mataron a su padre, a un tío y una tía.

La investigación judicial sobre los homicidios de tres jóvenes hallados dentro de un Chevrolet Onix incendiado apunta más a una venganza que a una guerra entre bandas. Micaela Saccone y Brian Silvera se conocían de antes. Investigadores consideran que tenían vínculos comunes en los barrios Borro y 40 Semanas. La tercer víctima, Joaquín Laviano Carrasco (17), era conocido de Brian. Saccone trabajaba en una tienda y jugaba al fútbol. Brian no tenía antecedentes penales. Laviano Carrasco había sido internado por hurto y por rapiña. En la Berro no era considerado peligroso. La Policía todavía no sabe cuál fue la causa de sus muertes. No se encontraron casquillos de bala en el auto.

El crimen de los tres jóvenes, ocurrido en la madrugada del sábado 10, cierra —por el momento— una lista de varios homicidios ocurridos en la periferia capitalina en los últimos tres años. Todos ellos con ribetes mafiosos: balaceras realizadas a plena luz del día y en lugares públicos con gran afluencia de personas. Los asesinatos se enmarcan en ajustes de cuentas ocurridos en la interna de una poderosa banda que opera en la zona de Cerro Norte y La Teja.

El 25 de junio de 2014, Fabián Nicolás Morales (26) y Natalia Carolina Manrique (31), el sobrino de esta de 21 años y los dos hijos menores de la mujer viajaban en un auto Chevrolet Spark, de color azul. En la esquina de Sayago y Ariel, una moto que los seguía, se detuvo al costado del auto. Los dos sicarios dispararon más de 20 tiros hacia el Chevrolet. Seis impactaron en el rostro de Morales. Carolina intentó salir del auto y recibió otros disparos hasta que cayó muerta en la vereda. Los tres ocupantes del asiento trasero resultaron ilesos. Siete meses antes, había sido asesinado el hermano de Carolina, Fernando Manrique, en la Gruta de Lourdes. La Policía informó a El País que el caso estaba vinculado a un ajuste de cuentas por la venta de drogas en los barrios Marconi, 40 Semanas y Verdisol. Al ser interrogado en la Seccional 8ª (Sayago), el joven que viajaba en el auto dijo que los sicarios que habían matado a su tío eran los mismos que habían disparado contra su madre. Fuentes policiales indicaron a El País que Morales tenía vinculaciones con Claudia Silvera asesinada meses después, tía de Brian encontrado muerto el 10 de junio.

El 14 de octubre de 2014, asesinaron al padre de Brian —cuñado de Claudia Silvera— según informó la Fiscalía de 3er Turno. Un año más tarde, el esposo de Claudia, Washington Rodríguez Segade, alias "el Tato", jefe de la barra brava de Peñarol, fue asesinado con 20 disparos y puñaladas. Su muerte tiene relación con un enfrentamiento con los Algorta del 40 de Semanas y no con la banda del Cerro Norte, como declaró una de las acusadas de la muerte de Claudia Silvera.

9 de septiembre de 2016. Nicolás Damián Grunullo Luengo, de 40 años, con antecedentes por narcotráfico, vio acercarse un auto a su casa. El auto estacionó. Descendieron dos individuos con las armas desenfundadas. Obligaron a Grunullo Luego a subirse al vehículo y lo trasladaron a una casa ubicada detrás de la UTU del Cerro. Durante el fin de semana, los delincuentes negociaron un rescate con su familia. Aun así, el secuestrado fue asesinado y su cuerpo apareció días después en la playa Zabala, cerca de Pajas Blancas. Los secuestradores fueron capturados y procesados, pero no se supo quién había disparado ni ordenado la muerte de Grunullo Luengo. Fuentes judiciales indicaron a El País que la orden de matarlo provino de una banda del Cerro.

A las 19:00 horas del 14 de octubre de 2016, Claudia Silvera se subió a su auto Citroën modelo C3 y fue a Cerro Norte a negociar la compra de un cargamento de drogas por US$ 70.000 con una mujer, según el dictamen de la Fiscalía de 3er Turno. Entre las 20:30 y 20:45 horas de ese día, el Citroën C3 estacionó frente a la casa de Silvera. Se trataba de un hecho inusual, ya que Silvera siempre ingresaba el auto a su casa y lo dejaba estacionado en el interior. Su sobrino, Brian Silvera y un amigo venían de una cancha donde habían jugado al fútbol. Al ver un movimiento extraño, Brian le dijo a su amigo que se alejara e ingresó a la casa. Lo redujeron. Brian y Claudia fueron llevados atados al auto Citroën. Brian logró liberarse y huyó. Le dispararon varios tiros. Al día siguiente, el Citroën fue encontrado incendiado en Tres Ombués. Adentro estaba el cadáver de Claudia Silvera. La declaración de Brian fue clave para el procesamiento con prisión por secuestro y copamiento de tres familiares de Luis Alberto "Betito" Suárez Correa, quien en ese momento se encontraba en prisión. El cuarto procesado era pareja de una de sus hermanas, según informó el Ministerio del Interior. Sabedor de que sobre él pendía una condena de muerte, Brian Silvera viajó a Italia. Allí estuvo ocho meses. No trascendió cómo mantuvo el vínculo con Micaela Saccone. Sí se sabe que Brian llegó en la madrugada del sábado 10 y fue asesinado pocas horas más tarde. La Policía todavía no conoce las causas de su muerte. Dentro del Onix incendiado no se encontraron casquillos de bala. Para los operadores judiciales, es evidente que la venganza por haber declarado en el Juzgado fue la causa de su muerte.

"Ricardito" es medio hermano de Suárez Correa. Según la Policía, desde hacía tiempo quería tener su propia banda. Al mediodía del 29 de mayo pasado, fue detenido junto con su esposa por orden de la Justicia Penal. Se lo indagó por la desaparición del "Oreja", un individuo que desapareció seis meses después que salió del Comcar. Investigadores policiales sospechan que "el Oreja" fue asesinado y su cuerpo enterrado en un baldío del Cerro. Ricardito fue procesado con prisión. Por otro homicidio, uno de los Algorta declaró en la misma sede.

Autoridades del Inisa manifestaron su temor porque el conflicto suscitado en una banda de Cerro Norte se traslade a hogares de Montevideo y de la Colonia Berro.

AJUSTES DE CUENTAS EN LA PERIFERIA