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Vecinos del CH hartos de robos de coches, y de los cuidacoches

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La Intendencia maneja los chalecos identificatorios a color turquesa. Foto: archivo El País
VISTA DE CALLE DE POCITOS, AUTOS, AUTOMOVILES, TRANSITO, RECORRIDA POR PROBLEMAS DE ESTACIONAMIENTO EN BARRIO POCITOS, CUIDACOCHES, AUTO ESTACIONANDO, ND 20080729
MARIA INES HIRIART

Deliveries “temerarios” y picadas de motos preocupan a los concejales.

Que el cuidacoche debe aspirar a otro tipo de trabajo; que las picadas no son fáciles de controlar; que los inspectores de tránsito no deben ser tan punitivos. De estos y otros temas habló la directora de Tránsito de la Intendencia de Montevideo, Mariela Baute, con concejales y medio centenar de vecinos convocados por la Comisión de Seguridad y Convivencia Ciudadana que trabaja en el Municipio CH.

La inquietud excluyente fue la de los cuidacoches, particularmente en Parque Batlle y en Punta Carretas. A pesar de la proliferación de estos cuidadores, las calles de Parque Batlle registran uno de los índices más altos de robos y daños a vehículos.

Uno de los vecinos se quejó de no saber a quién dirigirse para denunciar a los cuidacoches truchos: "Llamo a la Intendencia y me dicen que de eso se encarga el Ministerio del Interior. Llamo al Ministerio y me dicen que tengo que llamar a la Intendencia".

Mariela Baute dijo que desde que está a cargo de la división intenta involucrar al área de Desarrollo Social para que, en un futuro no muy lejano, los cuidacoches puedan aspirar a otro trabajo.

Una de las preguntas más recurrentes de la reunión fue quién se hace responsable de los "cuidacoches truchos". Baute informó que todos los meses le envían a las seccionales un listado con los cuidadores de la zona, quienes deben registrarse de manera previa en la Intendencia. También planteó crear nuevos chalecos identificatorios para los cuidacoches, que serían de color turquesa.

Un vecino preguntó si ese listado de personas inscriptas estaba en algún sitio web. "En la web no están los nombres de ningún trabajador. Estoy yo porque soy una figura pública. ¿Por qué debería estar el listado en la web?", cuestionó Baute.

"Porque necesitamos comprobar si esa persona está inscripta o no", indicó el vecino.

Otro de los temas que se manejó en la reunión vecinal fue el de los inspectores de tránsito. La jerarca comunal dijo que quiere generar un "cambio cultural" en los 240 inspectores de tránsito que hay en Montevideo. "Los estamos mandando a disuadir, no a multar", señaló.

Con un enfoque en la seguridad vial, los inspectores —que trabajan de lunes a jueves de 7 de la mañana hasta medianoche, y de viernes a domingo hasta las 20:00 horas— están recibiendo cursos de "transformación de conflictos".

La idea, indicó Baute, es realizar un cambio gradual. "Queremos cambiar de a poco esas cabezas y que colaboren más con la fluidez del tránsito", manifestó.

Una concejal manifestó su "preocupación" por las picadas en la zona. Para la Intendencia de Montevideo, "no es fácil controlarlas".

Los participantes se convocan a través de las redes sociales. Si alguno de ellos se entera de que habrá controles en ese sitio —a los que van inspectores y policías— cambian y se citan en otro lugar. "Los vamos a seguir hasta que los desestimulemos", prometió Baute.

Cebra del cementerio.

Desde 2015, vecinos de la zona han solicitado a la IMM que coloque un semáforo en el ingreso al Cementerio del Buceo. Según cifras de la comuna, en esa zona hubo 13 atropellamientos. "Conocemos vecinos que han quedado con daños físicos permanentes por accidentes allí desde hace 25 años", indicó el concejal, quien le entregó a la jerarca un documento con unas 800 firmas "de hasta turistas argentinos y brasileños que vieron que era necesario un semáforo", recalcó.

Baute recordó que esa propuesta se presentó en el presupuesto participativo del año pasado y "no contó con los votos necesarios".

De todas formas, cree que es un proyecto viable y aventuró la posibilidad de instalar un "semáforo a demanda" para los peatones que pretendan cruzar.

Temor a los "deliveries".

El CH, cuya población residencial es de 163.000 personas, tiene decenas de restaurantes y pizzerías con deliveries que, según los vecinos, circulan de forma temeraria por las calles. Como es el municipio más populoso, se deberían realizar controles con inspectores, con más asiduidad que en otros barrios, señalaron.

Baute explicó que "el control que hacemos sobre esas motos es el mismo que hacemos sobre todos los vehículos que circulan por el departamento". Y recordó el decreto que firmó el presidente Vázquez en mayo: "Los deliveries estarán obligados a capacitarse para ser contratados por los comercios a partir de 2018".

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La Intendencia maneja los chalecos identificatorios a color turquesa. Foto: archivo El País

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