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Vázquez sigue "ordenando" la herencia que dejó Mujica

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El presidente trabaja en soledad y confía en que mejorará la aprobación.

En el segundo año de su segundo gobierno, Tabaré Vázquez todavía ocupa su tiempo "ordenando" la herencia que le dejó José Mujica. En la semana que pasó se cayó la adjudicación de los canales de televisión digital a VTV y Giro, Aratirí presentó a un candidato a seguir con su proyecto minero pero evalúa demandar al Estado, y Alas Uruguay pidió otros US$ 6 millones más al gobierno para seguir funcionando, porque apenas le quedan US$ 2 millones de los US$ 15 millones que le concedió el Fondes. A esto se sumó la declaratoria de inconstitucionalidad de cuatro artículos de ley de medios

Las malas noticias no paran de llegar desde que Vázquez ocupa su despacho del piso 11 de la Torre Ejecutiva. Su gestión se abrió con una desaceleración de la economía, asociada a un desequilibrio fiscal que se generó durante el anterior gobierno del Frente Amplio cuando las empresas públicas estaban "fuera de control", tal como reconoció el ministro de Economía, Danilo Astori, en una carta abierta a Mujica.

Frente a estos problemas, el gobierno no logra mejorar su imagen y la aprobación de la gestión de Váz-quez alcanza apenas el 30%. A diferencia de 2005, Vázquez optó por enfrentar estas problemáticas en soledad, porque ya no cuenta con un círculo íntimo a quien pedirle consejos, aunque le presta atención a sus amigos más cercanos, dijeron a El País fuentes de gobierno.

Pese a que la coyuntura no le es favorable, Vázquez se siente "fuerte" y en perfecto estado de salud. Está convencido que cuando termine su mandato la historia será otra. Cree que con el trabajo que está realizando, por ejemplo con la aplicación del Sistema Nacional de Cuidados, la imagen irá mejorando y las encuestas le serán más favorables.

Si bien presta atención a las mediciones de opinión pública, el presidente "no está pendiente" de las encuestas, porque de lo contrario "no podría gobernar", dijeron en estos días a El País allegados al mandatario. Sus últimas salidas públicas a eventos populares como la inauguración del estadio de Peñarol, el partido de Uruguay-Perú por las Eliminatorias, la despedida del jugador de Nacional Álvaro Recoba y el partido Rampla-Progreso (club de fútbol que presidió en 1989) no fueron motivadas para mejorar su imagen, pero el presidente sabe que este tipo de apariciones "lo ayudan", dijeron las fuentes.

Desde el inicio del gobierno, la oposición no deja de repetir que Vázquez "es un presidente ausente". Para demostrar que no es así, Vázquez aplica la misma receta que en su primer gobierno. Sale a recorrer el país con el Consejo de Ministros y afirma que esta apuesta —a la que define como "un gobierno de cercanía"— lo ayudará a conseguir un mayor respaldo de la ciudadanía. Además se muestra abierto al diálogo al convocar a la oposición a discutir sobre seguridad y la posibilidad de explotación de petróleo en territorio uruguayo.

El "ADN de la educación" que Vázquez prometió cambiar todavía sigue igual, y desde el gobierno se pone en duda que pueda hacerse.

Integrantes del gobierno reconocen que hasta ahora la mayoría de las medidas de Mujica no tuvieron un final feliz. Un ejemplo claro es el puerto de aguas profundas en Rocha o la regasificadora en Punta de Sayago, que Vázquez busca reflotar con la ayuda del nuevo gobierno argentino de Mauricio Macri, con quien ya habló del asunto.

La regulación del mercado de la marihuana, tema que le dio proyección internacional a Mujica, no pudo instrumentarse tal como estaba previsto. Vázquez debió reformular el proyecto y negociar la venta de la droga en farmacias, algo a lo que se han resistido los químicos farmaceúticos. El plan recién se pondría en práctica en el mes de junio, según anunció el gobierno.

El polideportivo Antel Arena, un proyecto de la ministra de Industria, Carolina Cosse, también tuvo que ser reformulado para que no se financiara con el presupuesto de Antel, lo que hubiera incidido directamente en el déficit fiscal. La suspensión de la edificación fue cuestionada a la interna del Frente Amplio, y Vázquez aprobó un fideicomiso por US$ 58 millones para la concreción de la obra que estará pronta en enero del año 2018.

La llegada de cinco familias de refugiados sirios también fue un dolor de cabeza para Vázquez. El sistema de respuesta que había sido instrumentado por el gobierno de Mujica no fue suficiente para atender a las familias que tuvieron problemas para adaptarse a la realidad uruguaya y se quejaron de los elevados precios y la falta de seguridad. A partir de esta mala experiencia, Vázquez decidió dejar en suspenso la llegada del segundo contingente de sirios que había programado Mujica.

También el asilo a los exreclusos de Guantánamo generó todo tipo de problemas; dos de ellos fueron denunciados ante la Justicia por violencia doméstica contra sus esposas. En atención a esto, el Ministerio del Interior dispuso el uso de tobilleras para el sirio Abd Hadi Omar Mahmoud Faraj y el tunecino Adel Bin Muhammad El Ouerghi.

Además, los exreclusos de Guantánamo reclamaron frente a la Embajada de Estados Unidos que se atendieran sus necesidades económicas. Para tratar de resolver este problema, el gobierno de Vázquez decidió ofrecer un acuerdo a los exreclusos para que recibieran una partida mensual de $ 15.000 y otro monto adicional para el pago de los alquileres de viviendas.

De todo lo que salió mal, Ancap fue lo que más repercusión tuvo en la opinión pública. El Frente Amplio no tuvo otra salida que habilitar una comisión investigadora en el Senado. El informe de la coalición de izquierda aseguró que "no hubo irregularidades o ilicitudes", pero todos los partidas de oposición con representación parlamentaria denunciarán en forma coordinada, en los próximos días, las presunciones de delito ante la Justicia.

El propio Astori reconoció la existencia de "mala gestión" en Ancap durante la administración del vicepresidente Raúl Sendic. La empresa acumuló un déficit de US$ 800 millones y su patrimonio cayó a niveles históricos. Al 31 de diciembre de 2014 el patrimonio de Ancap era de US$ 432 millones; un año antes era de US$ 870 millones y en 2012 ascendía a US$ 1.151 millones. La situación era tal gravedad, que el 2 de enero se aprobó una capitalización por US$ 622 millones, a lo que se sumó un préstamo de la Corporación Andina de Fomento (CAF) por US$ 250 millones.

En medio de fuertes cuestionamientos a Sendic en el Frente Amplio, Vázquez decidió remover al directorio de Ancap encabezado por José Coya en febrero de este año. Además de nombrar a la ingeniera Marta Jara como titula del ente, el gobierno tomó medidas para reperfilar el alto endeudamiento en dólares que tenía la empresa y ajustar la inversión en portland.

Mientras tanto, Mujica ha tenido una escasa actividad parlamentaria y en su primer año como senador pidió 68 días de licencia, de los cuales utilizó 47 para viajar al exterior. Desde que dejó la presidencia visitó 13 países; ahora se encuentra en Japón presentando el libro Una oveja negra al poder de los periodistas Andrés Danza y Ernesto Tulbovitz.

La paradoja de Vázquez con la ley del aborto.

Otra de las herencias que dejó el expresidente José Mujica —aunque la medida partió de la bancada del FA— fue la legalización del aborto. Durante su primer gobierno, Tabaré Vázquez vetó la legalización del aborto que había sido impulsada por la bancada del Frente Amplio y aprobada en 2008. En su segunda presidencia, y tal como había prometido en campaña, Vázquez respetó la aplicación de la norma de interrupción voluntaria del embarazo. Sin embargo, en numerosas apariciones públicas Vázquez ha dejado en claro que por cuestión de "principios" no está de acuerdo con la legalización del aborto.

Seguridad: los blancos plantean ley de urgencia.

Cuando el martes 12 el presidente Tabaré Vázquez reciba en la Torre Ejecutiva a la oposición por segunda vez en una semana, en esta ocasión por el tema seguridad pública, el Partido Nacional llevará una carpeta con propuestas. Entre ellas que una vez acordado qué hacer para bajar los niveles de delincuencia, las medidas sean parte de un proyecto de ley de urgente consideración. Esto obligaría al Parlamento a expedirse en dos meses.

A fines de marzo, Vázquez respondió por escrito a una serie de planteos sobre diversos temas que le había hecho llegar el senador Luis Lacalle Pou. Entre ellos que relevara al ministro del Interior, Eduardo Bonomi. "No está en los planes del gobierno nacional", fue la respuesta de Vázquez. Fuentes del Partido Nacional dijeron a El País que ya que Bonomi seguirá en el cargo, la mesa de diálogo que se instale debe llegar a "cambios radicales en las políticas de seguridad", y que se deben manejar "tiempos urgentes" para adoptar medidas.

El senador Javier García, que integrará la delegación del Partido Nacional que irá el martes a la Torre Ejecutiva, dijo a El País que la consigna es "defender a la gente de bien y ser duros con la delincuencia".

Educación: el ADN que se resiste a que lo cambien.

Uno de los mayores desafíos que se propuso Tabaré Vázquez fue cambiar el "ADN de la educación". Sin embargo, el arranque de la gestión en este campo no fue bueno. El primer año se caracterizó por un duro conflicto que hizo perder un mes de clases en los liceos públicos. Y para este segundo año nada indica que se vaya a dar un giro. Cuando todavía se oye el eco de los dichos de Juan Pedro Mir cuando reconoció que el cambio del ADN no iba a ser posible y eso le costó el cargo de director de Educación, el jueves 31 de marzo el consejero de Secundaria, Javier Landoni, reforzó ese sentimiento. "No sabemos qué es lo que quiere el Frente Amplio, porque el propio Frente Amplio no sabe lo que quiere con la educación", sostuvo Landoni.

LA MARCHA DEL GOBIERNO DEL FRENTE AMPLIO

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