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"Este sistema se usó en muchas investigaciones"

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Juez especializado en Crimen Organizado, Nestor Valetti, explicó a El País que existe un protocolo para los testigos protegidos y que "las verdaderas identidades quedan resguardadas en las cajas fuertes de las sedes con custodia de la oficina actuaria".

—¿Se ha podido usar en forma plena la figura del testigo protegido en juzgados especializados en crimen organizado?

—Sí. Se han utilizado en muchos casos. Lo mismo ocurre con la figura del colaborador (persona que integra una banda y brinda datos a la Fiscalía a cambio de beneficios como reducción de penas o procesamientos sin prisión) que prevé la ley 18.494. Los testigos protegidos son sometidos a medidas de protección cuando existan sospechas fundadas de que corre grave riesgo su vida o integridad física de ellos como de sus familiares.

—¿Cuáles son esas medidas de seguridad?

—La protección física está a cargo de la autoridad policial. Además se utilizan mecanismos que impidan su identificación visual por parte de terceros ajenos al proceso cuando este debe comparecer al juzgado.

—¿En algún caso se llegó a cambiar la identidad del testigo protegido?

—Que yo sepa no se ha otorgado una nueva identidad y ubicación de un testigo. Lo que se ha preservado en los expedientes es la identidad y todos los datos que puedan llevar a identificar al testigo o a la víctima protegida.

—¿Hay un protocolo para los testigos protegidos?

—Si. Las verdaderas identidades quedan resguardadas en las cajas fuertes de las sedes con custodia de la oficina actuaria. En el expediente aparecen identificados como víctimas o testigos con un número. Se les saca todos los datos que puedan llevar a identificar a esas personas. No ingresan al juzgado junto con el público sino que lo hacen mediante medidas especiales. Ese sistema se ha usado mucho sobre todo en casos de explotación sexual de menores, prostitución o trata de personas.

—La figura del testigo protegido para combatir el crimen organizado se creó en 2009. ¿Cuántos casos se utilizó hasta ahora?

—Son muchos los casos. Puede ser más de 100 seguros en este juzgado.

—¿Cuál fue el último caso donde se utilizó el testigo protegido en su sede?

—La investigación se refirió a la trata de personas. El último caso que tuve fue la explotación sexual que eran sometidas ciudadanas dominicanas. O sea, proxenetismo, explotación sexual, tráfico y trata de personas. Ahí fueron decenas de personas que han declarado como testigos o víctimas protegidas.

—La Policía mencionó que detrás de ese tráfico de dominicanas estaban las "Maras" (pandillas). ¿Es así?

—Eso no se pudo confirmar. Nosotros actuamos en Uruguay. No sabemos qué es lo que pasa en la Republicana Dominicana. Detrás de esa venida de esas mujeres, supimos que hay un financiamiento. La mayoría de esas personas tuvieron que hipotecar sus casas o de familiares. Les han dado dinero para venir a Uruguay. Luego lo tienen que reintegrar con trabajo. No sabemos si eso responde a Maras o no.

—¿El caso del colaborador también se ha usado?

— Si. Se utilizó en el expediente sobre irregularidades en la Armada. Se trata de una persona que está implicada en delitos que decide establecer un pacto de colaboración con la Fiscalía.

—¿A cambio obtiene beneficios procesales?

—Claro. Sea disminución de la pena o exoneración de prisión. La información que proporciona el colaborador a la Fiscalía debe permitir desbaratar a toda una organización. Este ha sido un mecanismo que se ha utilizado en los juzgados. La sede (el juez) es ajena a ese acuerdo. Este se hace por escrito y se firma. Luego lo presentan en la sede. Y se resguarda eso en la caja fuerte del Juzgado Penal.

Néstor Valetti

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