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Valetti: "Los barras presos seguían recibiendo beneficios"

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Hinchada de Peñarol. Foto: El País
Peñarol vs Internacional, 1-1, octavos de final de la Copa Libertadores, Est. Centenario, hinchada de peñarol, hincha con paraguas entre el humo de una bengala, ND 20110428, foto Julio Barcelos - Archivo El País
Archivo El País

El juez que sentenció a cinco barrabravas de Peñarol a prisión por extorsión y asociación para delinquir confirmó que un grupo de 30 personas concurrió a Los Aromos con un vehículo y trancó el ingreso de los jugadores.

El juez Néstor Valetti, que resolvió el procesamiento con prisión de cinco y integrantes de la barrabrava de Peñarol por el delito de "extorsión" y de cuatro de ellos por "asociación para delinquir", manifestó que el accionar del grupo violento fue "el mismo con el que actúan grupos dedicados al narcotráfico" y que fue organizado "desde la cárcel".

En declaraciones al programa Desayunos Informales, el magistrado reveló que los dos procesados que ya se encontraban en prisión (uno de ellos por el homicidio de otro barrabrava aurinegro) continuaban recibiendo beneficios "por la supuesta colaboración que pudieran brindar a la seguridad los llamados 'referentes'".

"Hablamos de dinero para fuegos artificiales, beneficios cada vez que Peñarol salía del país. Le daba una relevancia mayor a la que se puede obtener en el estadio y les daba un destaque mayor, sobre todo en los barrios, frente al resto de la población para obtener una mayor jerarquía dentro del crimen organizado", explicó Valetti.

El juez de la causa consideró que el crecimiento de las barrabravas comenzó "en la década de del '80", cuando se resolvió dividir las tribunas a las que concurrían los equipos grandes. "Ahí se acentúa y aparecen los barrabravas" en su mayor destaque, explicó.

"En 2006, con el primer gobierno de (Tabaré) Vázquez, según dijeron los dirigentes, fueron convocados por el Ministerio del Interior en un plan de inclusión social, donde se solicitó que traten de incluir a los líderes de las barras. Ahí les dan poder como colaboradores", afirmó.

Años después, durante el gobierno de José Mujica "debido a un hecho de violencia en un partido clásico se decide el retiro de la Policía de los escenarios deportivos y se recomienda a cada club que se ocupe de la seguridad de forma privada", señaló.

Según Valetti, "esto se mantuvo así hasta que se dio el hecho del herido en la Tribuna Ámsterdam". "Ahí la Comisión de Seguridad que presidia (Julio Luis) Sanguinetti renunció y luego de un proceso, la Comisión Directiva decidió contratar una seguridad totalmente profesional, sin vinculación directa con el club, conformada por altos jerarcas de la Policía retirados y algún miembro del Poder Judicial. Esta nueva comision comienza sus funciones el 14 de noviembre y decide cortar todo tipo de beneficios a los barras".

Con la asunción de las nuevas autoridades en seguridad fue que "comenzó la presión" de la barrabrava. "Intentan primero con la comisión, luego van a los dirigentes, luego en un acto de intimidación intentan con los jugadores, un grupo con unas 30 personas que colocaron un auto en el lugar de ingreso de los jugadores en Los Aromos", contó el magistrado.

Valetti dijo que los barras pidieron a los jugadores "que consiguieran 400 entradas" en primer lugar y "que compraran fuegos artificiales" más adelante. Los jugadores no accedieron a ninguno de los pedidos.

"Ante esta situación, (los barrabravas) deciden atentar. Desde la cárcel, se da la orden de ir a los domicilios de los integrantes de la Comisión de Seguridad y atentar contra los mismos", aseguró.

Entradas de favor

El juez Valetti dijo que actualmente no existe una legislación "que consagre como un delito que los dirigentes den entradas a barrabravas", y consideró que las autoridades de los clubes "también son víctimas" porque reciben "presión" por parte de los violentos.

El magistrado informó que loa barrabrava de Peñarol está integrada por "un núcleo fuerte de 50 personas, luego unas 300 o 400 personas que vienen a ser como el 'ejército' que manejaban y una periferia de unas 2.000 personas, mayormente integrada por adolescentes".

Consultado sobre si descubrió algún tipo de vinculación entre los barras y algún personaje político, Valetti dijo que "no constan" en las grabaciones que posee la Justicia. "Yo se lo pregunté a uno de los barras y no me dijo nada en tal sentido, pero hablamos de un período de investigación que empieza el 1° de octubre y las escuchas las teníamos en poder desde el 7 de noviembre. No lo descarto pero tampoco lo puedo asegurar, porque no tengo elementos", señaló.

Unaconversación telefónicaentre dos integrantes de la barrabrava de Peñarol, previa al día en que debió haberse jugado el suspendido partido clásico, es uno de los elementos de prueba que utilizó el fiscal Gilberto Rodríguez para pedir el procesamiento por asociación para delinquir y extorsión de cinco de ellos, a lo que accedió Valetti.

El fiscal Rodríguez entiende que quedó acreditado que los barrabravas amenazaron a los nuevos integrantes de la comisión de seguridad del equipo aurinegro, luego de que estos decidieran terminar con ciertos "beneficios". Para el fiscal, queda probado el móvil económico del accionar de los barrabravas.

También se pudo establecer que el día en que se iba a jugar el clásico, dos presos instigaron desde dentro de la cárcel donde están recluidos a la realización de los desmanes ocurrido en la tarde de ese domingo en la tribuna Ámsterdam del Estadio Centenario y en sus cercanías. Fueron procesados por ello.

La conversación:

"Te mando comprar la moto, te mando comprar las cosas, te doy todas las posibilidades para que vos estés bien, ¿sacás? Lo que pasa, vos me conocés bien, ñeri, que hace cinco partidos que no agarro un sope, hermano. Toda la plata que tenía ahí se gastó toda, ¿sacás...? Después vemos ahí, no quieren dar las cosas, pasamos un coso, con aquella le tiramos al palacio--- No, estos son tremendos cobardes. Ahora hay que ir a la puerta de cada uno, ¿sacás, ñeri? La Comisión de Seguridad son fulano, mengano y zutano. Vamos hasta la casita, dirección, pin, pum, pam, sin decir nada, pasás, rrrrrrrrr. Después al otro día vamos a una imprenta, hacemos fotocopias, le ponemos, pimba, pumba y pimba y se las tiramos en el Palacio, ¿sacás? Si no, no se tocan estos... c... su madre, ñeri, h de p. que están ahí que tienen un frío bárbaro. ¿Sacás?".

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Hinchada de Peñarol. Foto: El País

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