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Los uruguayos trabajan cada vez menos horas por semana

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Las brechas en las tasas de desempleo descienden a medida que crece el nivel educativo. Foto: M. Bonjour
Oficina llena de expedientes en Juzgado de calle S. Jose, documentos, archivos, burocracia, empleados publicos , nd 20090227, foto Francisco Flores, Archivo El Pais
Archivo El Pais

El 54% de los desocupados exigen empleos acordes a sus conocimientos y experiencia.

En la última década, año a año los uruguayos vienen trabajando menos horas a la semana, mientras los desocupados exigen cada vez más condiciones especiales para aceptar un empleo. Estas son dos de las principales conclusiones que deja la publicación Estudio sobre Trabajo y Seguridad Social, que divulgó este mes el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).

En uno de los apartados del libro titulado "Evolución del trabajo decente en Uruguay en la última década", escrito por el economista Federico Araya y la socióloga Leticia Lado, se analizan estos fenómenos.

Los autores dicen que el indicador de cuántos trabajan más de 48 horas semanales es relevante porque "las horas de trabajo excesivas constituyen una amenaza para la salud, interfieren en la vida familiar" y pueden tener relación con remuneración "muy bajas". Agregan que "el exceso de horas de trabajo puede reducir la producción del trabajador".

El informe revela que el porcentaje de ocupados que trabajan en exceso ha disminuido de forma importante en diez años. En 2006, el 27,3% trabajaba más de 48 horas semanales; ese porcentaje cayó a 19,5% en 2015. Quienes lo hacían más de 60 horas semanales era el 10,8% en 2006; en 2015 el porcentaje bajó al 6,3%.

Quizás por la misma razón pasó de 33,3% a 39,4% entre 2006 y 2015 el porcentaje de trabajadores que exigen condiciones especiales para aceptar un empleo (el porcentaje llegó a un máximo de 45,8% en 2012). El 53,9% de quienes requerían condiciones especiales pretendían que su trabajo estuviese acorde a sus conocimientos o experiencia.

También el período de fuerte crecimiento de la economía uruguaya llevó a que creciera el porcentaje de trabajadores que dejaron su empleo por renuncia, en la mayoría de los casos porque les surgió una oportunidad mejor. De 20,9% en 2006, el porcentaje trepó a 31,9% en 2012 y desde entonces tuvo un moderado descenso, hasta el 28,6% de 2015.

Sin empleo y exigente.

Otro dato que llama la atención es que alrededor de cuatro de cada diez personas desocupadas exigen condiciones especiales para emplearse. La principal exigencia es que el trabajo esté relacionado con su experiencia y conocimientos. Este requerimiento ronda el 50% de las respuestas de los desocupados que exigen condiciones especiales, y se ha mantenido relativamente estable a lo largo del período analizado.

En tanto, las mujeres con dos hijos menores de 4 años presentan el doble de desempleo que las que no tienen hijos, y aquellas con tres o más muestran el triple, lo que indica que en Uruguay es difícil hacer compatible la maternidad y el empleo, de acuerdo al informe que publica el MTSS. Los autores analizaron lo que ocurre con las mujeres y hombres de entre 14 y 49 años. Concluyen que la tasa de desempleo en las personas de sexo femenino en ese rango de edad es creciente en función de la cantidad de niños menores de 4 años en su hogar.

Los investigadores señalan que para los hombres el resultado es el opuesto: aquellos con entre 14 y 49 años con niños menores de 4 años presentan tasas de actividad mayores a los que no tienen niños a cargo, tendencia que también se mantiene en la última década.

"Por lo tanto, esta información estaría indicando que, ante la presencia de niños pequeños, es el varón el que se incorpora a la oferta laboral en su rol de proveedor del hogar, mientras que la mujer se dedicaría básicamente al cuidado de los niños, manteniéndose la división sexual de roles tradicionales dentro del hogar", explican los autores.

El desempleo en las mujeres sin hijos de 14 a 49 años en 2015 promedió el 10%, en tanto que para aquellas con tres hijos o más, la media fue del 31,6%. En el caso de los hombres los porcentajes fueron de 8,2% y 11,5%, respectivamente.

Araya y Lado entienden que todo esto estaría reflejando una menor oferta, en el mercado de trabajo, de empleos con características que permitan conciliar la vida laboral y familiar para la mujer (por ejemplo, puestos laborales de tiempo parcial).

El impacto de esta situación en las mujeres pobres en edad reproductiva, fuertemente afectadas por el desempleo, hace que los autores enfaticen en la necesidad de que el Sistema Nacional de Cuidados atienda su situación, mediante la ampliación de la disponibilidad de guarderías.

"Las tasas de desempleo para las mujeres pobres en edad reproductiva presentan niveles que rondan el 30% y se van incrementando a medida que aumenta la presencia de niños pequeños en el hogar; una de cada dos mujeres pobres con tres o más niños menores de 4 años en el hogar está desempleada", señala el análisis de Araya y Lado.

"Para ellas la insuficiente disponibilidad de servicios de cuidado de bajo costo puede ser determinante en su decisión de participar en el mercado laboral. Su menor capacidad de generar ingresos hace de la producción en el hogar una alternativa más atractiva que el empleo", agrega. Y recuerdan que uno de los objetivos de la ley que originó el Sistema Nacional Integrado de Cuidados, es propiciar el cambio de la actual división sexual del trabajo.

MTSS, Estudio sobre Trabajo y Seguridad Social, menos horas trabajas por semana

Brechas.

Las brechas en las tasas de desempleo descienden a medida que crece el nivel educativo. Entre las mujeres que no culminaron Primaria, el desempleo supera el 11%; en cambio entre los hombres no llega a 5%; existe, pues, una brecha de más de seis puntos porcentuales. En cambio, dicha brecha

se vuelve menor a un punto porcentual para las personas con estudios Secundarios completos o para aquellas que poseen mayor nivel educativo, indica la publicación del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

EL EMPLEO Y LOS JÓVENES.

Desempleo golpea más a jóvenes.

El desempleo en la población joven es el triple que el de la población de adultos. El trabajo del MTSS menciona que mientras para el año 2015 el desempleo para la población adulta se incrementó 0,5 puntos porcentuales, entre los menos de 25 años subió 3,1 puntos, lo que indicaría que ante una desaceleración de la economía como la actual, quienes enfrentan mayores problemas de desempleo son los jóvenes. Otro dato llamativo es que hay una gran diferencia entre los departamentos en cuanto a la cantidad de trabajadores que tienen cobertura de seguridad social. Mientras que en Montevideo, Colonia y San José, el porcentaje que no la tiene es inferior al 25%, en Cerro Largo llega al 44,5% y en Artigas al 44,2%.

Tiempo para trabajar y estudiar.

El trabajo del MTSS señala que los jóvenes para insertarse en el mercado laboral tienen diferentes requerimientos que las personas mayores de 24 años, como ser, por ejemplo, la compatibilización entre tiempo dedicado al estudio y tiempo dedicado al trabajo. Según datos de la Encuesta

Nacional de Adolescencia y Juventud 2013, solamente una de cada cinco mujeres jóvenes, que habían trabajado más de tres meses, declaraba que el trabajo les dejaba tiempo libre para el estudio, mientras que entre los varones esa proporción era aún menor (14,0 %). Asimismo, solo el 10 % de los jóvenes declaraba que la tarea que desempeñaban trabajando estaba relacionada con lo que estudiaban.

Mujeres mejor preparadas.

El informe del MTSS compara el nivel educativo de hombres y mujeres. Si bien las mujeres presentan menores tasas de empleo y mayores tasas de desempleo, puede estar sucediendo que los hombres tuviesen mayor nivel educativo y que por lo tanto el mercado laboral se volcara hacia ellos con el objetivo de captar mano de obra calificada. "Sin embargo, para el año 2015, las mujeres de 25 años y más presentan un nivel educativo mayor al de los hombres, especialmente cuando se consideran los niveles educativos superiores. Por lo tanto, las diferencias en las tasas parece no responder a un problema de acumulación de capital humano en las mujeres", advierte.

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Las brechas en las tasas de desempleo descienden a medida que crece el nivel educativo. Foto: M. Bonjour

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