Murió en un singular accidente en Budapest, Hungría, luego de cumplir uno de sus sueños a los 38 años: exponer en el Museo del Louvre en París, Francia. La uruguaya Lorena Martínez O’Neill era arquitecta, pero quería dejar esa profesión para dedicarse a su más reciente vocación: el arte.

Entre el 12 y el 14 de junio Martínez, quien nació en Montevideo pero vivía en Piriápolis, exhibió sus cuadros junto a las artistas plásticas Gabriela Acevedo y Agó Páez Vilaró en la exposición Art Shopping, Carrousel Del Louvre.

Luego de su pasaje por París, Lorena decidió viajar por Europa. Entre otros lugares estuvo en Giverny, en la Alta Normandía, donde visitó la casa del pintor francés Claude Monet, uno de los creadores del impresionismo.

Después viajó desde Viena, Austria, a Hungría donde el 29 de junio pasado, de noche, en la terminal de trenes de Budapest, falleció en un accidente.

Graciela Acevedo, que viajaba con ella, contó a El País que Martínez y una amiga americana "se bajaron del vagón en la estación de Budapest. Otro tren de alta velocidad, que venía por una vía paralela, succionó a la joven que fue lanzada sobre el andén y sufrió un fuerte golpe en la cabeza. No se sabe si fue la succión o si el tren que pasaba golpeó su mochila y la tiró".

La amiga americana que viajaba con Martínez llamó a Ken Zion, ex pareja de la artista, para contarle lo ocurrido.

Éste contó al semanario La Prensa de Piriápolis que "fue un tren que pasó rápido, muy rápido, ella murió en forma instantánea, enunca se enteró lo que le pasó. Llegaron junto a otras personas a la terminal de trenes de Budapest, buscando hotel, feliz, y ocurrió el accidente. Esto es una tragedia, tengo un vacío en mi corazón. Es una luz brillante que no tenemos más, era la más linda persona que yo conocía".

El próximo jueves o viernes el cuerpo de Martínez será repatriado, informó Acevedo.

Acevedo era docente de arte de Martínez y fue quien la presentó a la hija del reconocido artista Carlos Páez Vilaró y la llevó a exponer a París. Iba al taller de Acevedo desde hace cuatro años, trabajaba en acrílico y "estaba en un cambio profundo espiritual; además se estaba por recibir de profesora de biodanza", contó Acevedo.

En la web de Art Shopping describen las pinturas de Martínez "como autobiográficas. A través de la pintura muestra su amor por los colores y la pasión por la danza. Sus cuadros transmiten optimismo".

"Empezó a pintar conmigo, ella era arquitecta, hacía feng shui (sistema ancestral de estética chino) en la arquitectura. Pero había dejado esa profesión para dedicarse solamente a la pintura", agregó Gabriela Acevedo.

El año pasado estuvo viajando por Ecuador y, también en 2014, Martínez fue premiada; uno de los reconocimientos lo recibió en la tradicional feria "Hecho Acá" y otro en un concurso por el Día Internacional del Corazón.

"Era una chica llena de vida, con pila de proyectos. Para ella era un sueño ir a exponer en París", sostuvo Acevedo.

La docente de la artista fallecida está shockeada ya que en París se abrazaron y ella le dijo: "En una semana voy al taller y nos vemos".

Contó que Martínez "estaba haciendo cosas como para armar una muestra individual".

Acevedo dijo que todavía no lo puede creer ya que hace unos días se comunicó con Lorena por Whatsapp, "estaba re feliz porque ella había vivido unos años en Estados Unidos, pero no conocía Europa".

Lorena era alegre y simpática, no tenía hijos y "por eso ella misma afirmaba que estaba en un momento en el que podía decir: Dejo la arquitectura porque no tengo una familia que mantener y puedo así dedicarme a lo que me gusta que es la pintura y tratar de ver si puedo vivir de esto".

Acevedo cree que Lorena "se fue en su mejor momento".

El mes pasado había cumplido su sueño: exponer en el Museo del Louvre