Con instrumental adecuado el desastre podría haberse advertido no más de 15 minutos antes.

En primera instancia se habló de turbonada, pero el fenómeno natural que causó una catástrofe en Dolores fue un tornado, confirmó a El País el director de Climatología del Instituto Uruguayo de Meteorología, Mario Bidegain.

La característica fundamental del tornado, un evento extremo, es su imagen de embudo vertical que se desprende de una nube y entra en contacto con la tierra, llevándose todo lo que encuentra a su paso. Según Bidegain, es inusual que ocurra en ciudades.

"Por lo general los tornados se dan en lugares descampados, por lo que pasan más desapercibidos al haber muy poca población. Pero esta vez ocurrió en una ciudad, lo que es bastante raro", explicó.

Bidegain agregó que en caso de haber contado con la tecnología avanzada, como la existente en Estados Unidos para prevenir tornados, igualmente el aviso se daría con 10 o 15 minutos de anticipación, lo cual no hubiera sido tiempo suficiente para que todas las personas evacuaran la ciudad o se dirigieran a un lugar seguro.

El meteorólogo explicó que la única nube que puede provocar un tornado es la llamada "cumulus nimbus". En Uruguay es común que se formen y provoquen tormentas eléctricas o caída de granizo, pero no un tornado.

El ocurrido el pasado viernes dejará al mes de abril de 2016 en la historia, como también lo posicionarán las abundantes lluvias.

Salvo la medición efectuada entre el 31 de marzo y las 7:00 horas del viernes 1° de abril, hasta ayer, durante todos los días de la primera quincena del mes hubo registros de lluvias sobre el territorio del país.

Principalmente al norte del Río Negro, debido a la influencia sostenida del fenómeno de El Niño, que se mantendrá hasta mediados de mayo.

Hasta ahora, el máximo diario del acumulado de precipitaciones de abril se dio en la medición de los días 4 y el 5. En 24 horas la marca ascendió a 215 milímetros en la localidad deBelén, Salto. Se trata del máximo histórico en ese lugar pero que además compite con los volúmenes más altos desde que hay registros.

Bidegain recordó que durante las inundaciones de 1959, también en abril, en Paso de los Toros llovió 800 milímetros, pero en todo el mes.

El siguiente valor altísimo de este abril que corre se midió en el pueblo Constitución, también salteño: 166 milímetros.

Apenas tres días de abril aparecen con lluvias sobre pocas zonas de Uruguay. En otros nueve días las precipitaciones se hicieron presentes en todo el país. La medición del 2 de abril revela que salvo en el litoral este las jornadas bajo agua fueron comunes en el resto del territorio nacional.

De mantenerse las condiciones actuales del tiempo, abril podría ubicarse en el primer lugar de los meses más lluviosos.

A diferencia de lo acontecido este año, en 2015 la sorpresa climatológica estaba motivada por la sequedad reinante, que arrastraba un gran déficit de lluvias desde los meses de febrero y marzo. Sobre todo en Paysandú, Cerro Largo, Florida, Canelones y Montevideo.

Hubo precipitaciones mucho menores o menores de lo normal en casi todo el país, salvo en Tacuarembó.

Si bien para hablar de sequía meteorológica debe considerarse las precipitaciones de tres meses, "hay evidentemente una deficiencia pluviométrica muy alta", declaraba por entonces Mario Bidegain.

En el mapa que advertía acerca de la posibilidad de incendios forestales incluido en la página del Inumet, casi todo Uruguay surgía en abril de 2015 teñido de rojo, o sea que el riesgo era muy alto.

Los suelos ya casi en todo el país sufrían la falta de agua, a excepción de Artigas y Rivera. En la primera quincena de abril de 2015 se decía que tendría que llover en forma continua y pareja, por lo menos entre 80 a 100 milímetros en un mes para volver a la normalidad en áreas de basalto superficial y zonas del este.

EMERGENCIA CLIMÁTICA: MAL TIEMPO HASTA MAYO