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Tirón de orejas a Puente por elección de horas

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Puente congeló el proyecto de cambio de elección de horas. Foto: M. Bonjour
Javier Landoni, Celsa Puente e Isabel Jaureguy - Conferencia por presentacion del Monitor Educativo Liceal 2016 del Consejo de Educacion Secundaria (CES), en el Liceo 17 de Montevideo, ND 20170623, foto Marcelo Bonjour - Archivo El Pais
Marcelo Bonjour/Archivo El Pais

Codicen exige al CES que se expida por asignación de horas.

La directora del Consejo de Educación Secundaria, Celsa Puente, anunció el lunes que congelaba, por tercer año consecutivo, su intento de asignar las horas de docencia cada dos años, en lugar de uno como lo es ahora. La jerarca tomó la decisión de no avanzar en la propuesta piloto tras la negativa de los docentes sindicalizados.

"Si los profesores de hoy no lo quieren, no hay problema (…) la educación no depende de esto", justificó Puente y dio por cerrada la discusión. Pero ayer las autoridades del Codicen les pidieron a Puente y al resto de los consejeros que, como son un colegiado, tomen una postura colectiva. El tema no está laudado.

La iniciativa Eduy21, que integran expertos de diferentes partidos políticos, emitió un comunicado en que lamentaba la posición de los profesores y pedía por la intervención del Codicen en el caso. Solo el consejero en representación de los docentes, Robert Silva, se manifestó ayer a favor de continuar camino a la elección cada dos años. El resto prefirió que primero se expida Secundaria.

En paralelo a la discusión del ente autónomo, los políticos comenzaron a reaccionar. El senador nacionalista Luis Lacalle Pou dedicó su espacio radial de ayer a defender la asignación de horas cada dos años: permite "ayudar con el tema de las comunidades educativas, para tener un mejor abordaje y para que no queden horas sueltas como sucede todos los años", dijo y pidió que no se olvidaran de los alumnos.

Sin embargo, su correligionaria Graciela Bianchi, quien integra la Comisión de Educación en Diputados, manifestó su respaldo a la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes). Si bien la legisladora es afín a que la elección sea cada más años (pidió un mínimo de cuatro y señaló que en su última elección debió optar por cinco años), defendió a los profesores en su postura de que "no están dadas las condiciones".

Según Bianchi, "no es un capricho de los profesores: si todo es un caos de experiencias, de varios programas que conviven a la vez, de ensayos, de cambios de salarios y grupos... Es imposible que un docente te acepte una estabilidad en la inestabilidad total".

Tanto el Codicen en su sesión de ayer como la diputada nacionalista coinciden en que "es imposible" llevar adelante una reforma sin la aprobación de los docentes. "El verticalazo no funciona para esto", dijo Bianchi y criticó que "los universitarios (académicos) piensan que los docentes son conservadores, pero no es así: se trata de darles la oportunidad de participar en los cambios".

Uruguay: una rareza.

En la mayoría de los países de la OCDE los docentes eligen cargos y no horas. En la región la tendencia también va en esa dirección, con Chile y Brasil a la cabeza. El objetivo es que un mismo profesor permanezca en el mismo centro educativo, tenga horas de coordinación, investigación, tutorías y proyectos con la comunidad.

Argentina y Uruguay son, en este sentido, una excepción. Desde fines del primer gobierno de Julio María Sanguinetti, se pasó a optar cada año por horas de dictado en el aula, recordó Virginia García Montecoral, presidenta de Fenapes.

Los docentes efectivos tienen prioridad frente a los interinos y suplentes, los de mayor grado frente a los de menor grado y los que tienen mayor puntaje frente a los que tienen una calificación menor, explicó la politóloga Julia Pérez Zorrilla en una ponencia sobre el tema. Como consecuencia, agregó: "Los profesores conocen muy poco tiempo antes del nuevo año lectivo, en qué centros, en qué grados, en qué turnos y con qué carga horaria dictarán clase". Y la consecuencia es la alta rotación: sobre todo entre los más jóvenes, porque la antigüedad es la llave de acceso a un mejor grado. Para la normativa uruguaya la docencia se centra, principalmente, en el trabajo en el aula. Salvo las pocas horas de coordinación (cuatro de cada 20), el resto es frente a los alumnos. Un mismo profesor no puede elegir más de 48 horas semanales, salvo en algunas materias en que, por excepción, se puede llegar hasta 60 horas. "La escasez de profesores en muchos centros permite que en ciertas disciplinas, la excepción no sea tan excepcional", cuestionó en su informe Pérez Zorrilla.

Hace 50 años, el límite máximo de horas era de 30. Bajo el sistema actual, quedan muchas horas libres y los docentes que toman demasiadas horas "terminan quemados", agregó García Montecoral. El propio cansancio lleva a que falten a clase, queden horas libres y se agraven las falencias.

Un estudio entre profesores de países de la OCDE reveló que, en 2014, los docentes destinaban la mitad de su tiempo al trabajo en el aula y la otra mitad fuera de ella. Si esta lógica se aplicara al caso uruguayo, a la mayoría de los profesores no les alcanzaría el día para un rendimiento sobresaliente.

Aun así, la presidenta de Fenapes cuestionó que "la OCDE es un organismo económico y no tiene idea de la realidad local". A su entender, en este tema "opina mucha gente que en su vida estuvo frente a una clase de liceo".

Del medio millón de horas disponibles cada año, al inicio de este 2017 se repartió el 97%. Es cierto que algunas de esas asignaciones luego quedan vacantes otra vez, típicamente porque un docente asume cargos de dirección. "A esta altura de agosto hay muchas horas sin tomar; eso pasa cada año", concluyó García Montecoral.

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Puente congeló el proyecto de cambio de elección de horas. Foto: M. Bonjour

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