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Suman diez intentos de robo a cuarteles en un mes y medio

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Brigada 1 es la sede militar de donde se robaron fusiles de asalto. Foto: F. Ponzetto
Partida de soldados del Ejercito de Uruguay para mision de paz en Haiti, cascos azules de las Naciones Unidas, ONU, militares, acto en el cuartel de la Brigada de Infanteria 1, Mvdeo., ND 20160129, foto Fernando Ponzetto
Archivo El Pais

Los nuevos ataques a tres sedes fueron repelidos por la guardia militar.

Las unidades del Ejército en San José (Batallón de Infantería 2), Sarandí del Yí (Caballería Blindada 2) y Durazno (Infantería Blindada 13), todas pertenecientes a la División de Ejército II, sufrieron sendos intentos de robos que fueron repelidos con disparos por parte de los soldados de guardia.

Los ataques ocurrieron entre los días 13 y el 21 del corriente, y se inscriben en una ola de situaciones similares que este fin de semana se repitió en Montevideo, donde desconocidos ingresaron por cuarta vez al Batallón de Infantería 1.

En el lapso de 45 días, del 6 de enero al 21 de febrero, hubo un total de diez ataques —intentos de robo, ingreso de sospechosos o robo de armas— a unidades militares del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. En algunos casos fueron tres intentos de robo y un hecho consumado, como le sucedió a la Brigada de Infantería 1, lo que preocupa en extremo a las autoridades de Defensa y de Interior.

Los últimos episodios sucedieron la semana pasada en las tres unidades mencionadas, cerca de la medianoche, con modus operandi similares. Al ver a desconocidos en las inmediaciones de las unidades y en actitud sospechosa, los centinelas apostados en la guardia de las respectivas unidades aplicaron la consigna de dar la voz de alto tres veces y luego dispararon. En los tres casos no hubo heridos ni personas detenidas.

El senador nacionalista Javier García adelantó a El País que en estas horas pedirá el apoyo de su partido para convocar a la comisión de Seguridad del Senado a los ministros del Interior Eduardo Bonomi, y de Defensa Eleuterio Fernández Huidobro, para analizar estos episodios.

Con el nuevo intento de ingreso de desconocidos ocurrido este fin de semana, el Batallón de Infantería número 1 es la cuarta vez que vive un episodio así. El primero fue el 8 de enero cuando los delincuentes lograron hacerse de dos fusiles de asalto Steyr, de gran poder de fuego, y en su huida hirieron a un soldado en una pierna. La Policía todavía no ha logrado recuperar las armas.

En el caso de la unidad de Sarandí del Yí, a media tarde un auto estacionó en frente y, en actitud sospechosa, sus ocupantes comenzaron a sacar fotos. El mismo día, a medianoche otra camioneta estaba en actitud sospechosa, cuando un guardia hizo un disparo de advertencia. El vehículo escapó del lugar. En la unidad de Durazno, Infantería 13, desconocidos ingresaron pero fueron repelidos, lo mismo que en la unidad castrense de San José, Infantería 2, donde ingresaron por la zona de viviendas para el personal.

"No es casualidad".

"Todo sucedió en el entorno de medianoche. No se puede hablar de hechos aislados, estos últimos tienen el mismo modus operandi, no es casualidad sino algo organizado", dijo a El País el senador García.

Desde que se produjo el robo de los fusiles el 6 de enero en una unidad de la Brigada 1 de Infantería, los efectivos hacen guardia con municiones. Tienen la orden de dar la consigna del centinela, es decir tres veces alto y luego efectuar un disparo.

Antes del nuevo intento en el Batallón 1, el más reciente caso de tentativa de robo a una unidad militar había ocurrido la noche del martes 2 de febrero en el cuartel de Artillería de Trinidad, Flores. Un soldado del Ejército fue atacado a balazos aunque pudo reducir al delincuente, quien fue atrapado y llevado ante la Justicia penal.

En tanto, el pasado domingo 24 de enero, dos personas no identificadas intentaron ingresar de manera no autorizada al predio de la Escuela Militar, en Toledo Chico. En ese momento, un efectivo de guardia advirtió la situación y dio el alerta. Luego, los intrusos escaparon.

El 21 de enero hubo un incidente similar en el mismo Batallón, pero el solitario delincuente huyó cuando el soldado de guardia le dio la voz de alto.

En 26 de enero, dos desconocidos intentaron ingresar al Área de Material y Abastecimiento de la Brigada Aérea 1 en Carrasco. Pero fueron detectados por las cámaras de seguridad y al ser enviada una patrulla los desconocidos huyeron.

Además, en esos días la sede del cuerpo de Fusileros Navales (Fusna) fue visitada por desconocidos en actitud sospechosa. Se les dio la voz de alto, no acataron, la guardia naval disparó contra ellos y escaparon.

Larrañaga insiste: que el Ejército apoye a la Policía

El senador nacionalista Jorge Larrañaga reiteró su propósito de capacitar a un contingente de militares para que cumpla la función policial, auxiliando a la Guardia Republicana en su tarea de combate a la delincuencia.

Además de los resultados prácticos que se obtendrían abatiendo los índices delictivos, para el líder de Alianza Nacional dar a los militares esa función, con un adecuado entrenamiento, servirá para volver a jerarquizar a las Fuerzas Armadas.

La idea de dar a los militares tareas que hoy hace la Policía es ahora manejada también por el ministro del Interior, Eduardo Bonomi. "No tendría problemas en que el Ejército se encargue de la seguridad de las embajadas para liberar a los policías", declaró el ministro al semanario Búsqueda.

Robaron una escopeta y un chaleco antibalas de comisaría en San Luis

Un destacamento policial del balneario San Luis, en Canelones, fue robado hace hoy una semana. El único funcionario policial de la unidad no se encontraba debido a que estaba realizando un traslado. Los delincuentes aprovecharon su ausencia para ingresar al lugar, llevándose una escopeta y dos chalecos antibalas. El oficial volvió al destacamento cerca de las 8 horas, encontrando que el vidrio de una ventana estaba roto.

Días antes, el ministro del Interior Eduardo Bonomi había dicho que hay una alerta a los policías ante la eventualidad de que sean víctimas de robos de armas, pero aclaró que no había posibilidad de que eso ocurriera en una comisaría, a diferencia de lo que ha ocurrido en los cuarteles con el robo de fusiles y otros intentos que fracasaron.

"Hubo un robo en un cuartel que salió bien, y hubo imitaciones y ninguna más salió bien. Y ninguno más saldrá bien, los militares saben que no pueden permitir que vuelva a pasar", dijo. Y agregó: "la Policía alertó que como se han venido recuperando armas de importante poder, los delincuentes van a tratar de hacerse de nuevas armas. Ellos buscan armas importantes, fusiles y las (pistolas) Glock que son las que tiene la Policía. Es posible que busquen robar a algún policía, ¡no en una comisaría!, ¡no en una comisaría!".

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Brigada 1 es la sede militar de donde se robaron fusiles de asalto. Foto: F. Ponzetto

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