Atacaron a patrullas y rapiñaron cuatro chalecos antibalas.

Ante un llamado al servicio de emergencias 911 por un presunto incidente de violencia familiar ocurrido en un asentamiento ubicado detrás del Complejo América, en Lezica, en la tarde de ayer, un patrullero policial se dirigió hasta ese lugar.

Al llegar bajaron los dos efectivos, recorrieron la calle, visualizaron a una persona que parecía estar a punto de cometer una rapiña y, al intentar detenerlo, recibieron de pronto una lluvia de piedras y balas, según confirmaron los voceros de los sindicatos policiales.

Rápidamente, los efectivos retornaron al móvil y allí también fueron atacados, según confirmó a El País la presidenta del sindicato policial de Montevideo (Sifpom), Patricia Rodríguez.

Se estima que el ataque fue consumado por unas 20 personas, algo que en la jerga policial se denomina como "una 99 en proporción".

De inmediato los efectivos pidieron apoyo y apareció el móvil de la Unidad de Respuesta Táctica (URTM), ante lo que los atacantes se retiraron. El saldo del enfrentamiento fue de seis policías heridos, cuatro de los cuales debieron ser internados en el Hospital Policial. Otro resultó atendido en el Hospital Saint Bois, presentando un golpe en la cabeza. El resto tiene contuciones varias. Ayer fueron dados de alta.

Rodríguez destacó que los policías actuantes prefirieron no repeler la agresión con sus armas de reglamento "para no tener que ir al Juzgado".

Los atacantes robaron cuatro chalecos antibalas, y dos móviles policiales quedaron destrozados. Los vidrios de un vehículo desaparecieron y en su carrocería hay por lo menos una perforación que podría ser producto de un disparo de arma de fuego, de acuerdo al informe publicado por el secretario de asuntos legales del Sindicato Único de Policías (SUPU), Miguel Barrios.

En tal sentido, el sindicalista muestra en una de las fotos que compartió en Twitter que el patrullero fue alcanzado por una bala e informa que hubo "disparo de arma de fuego contra los trabajadores policiales". También trascendió que al móvil policial le arrojaron una garrafa de 13 kilos.

Barrios denuncia públicamente que desde el 2012 los policías están advirtiendo acerca de las problemáticas de trabajar en zonas de conflicto sin un protocolo de actuación que coordine medidas.

Patricia Rodríguez señaló que los policías que realizan patrullaje callejero no cuentan con armas largas desde hace tres años y que los vehículos con los que trabajan en zonas violentas no poseen el blindaje necesario.

La sindicalista subrayó que sería oportuno disponer de armas largas con munición no letal de manera de poder contar con un elemento de disuasión de gran importancia.

"Cuando los policías llegan a un lugar conflictivo les tiran a matar. Sería bueno tener blindados para ingresar a estas zonas, como sucede en ciudades de Argentina. Acá no hay nada de eso", expresó.

POLICÍAS ATACADOS