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"Secundaria tiene un modelo imaginario que ya no existe"

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"Faltan 20 meses por maternidad, ¿En otro trabajo pueden hacer esto?. Foto: F. Flores
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El de ayer fue un día de mudanza para las oficinas en la Ciudad Vieja del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP). Pero el despliegue fue poco. Irupé Buzzetti, exconsejera y desde el pasado viernes directora, se mudó a la oficina que utilizaba el exdirector y ahora consejero Héctor Florit. 

En entrevista con El País, la nueva jerarca advirtió que Secundaria necesita darle más contención a los alumnos, dijo que hay maestras que faltan 20 meses por un embarazo y contó su plan para que solo se repita en tercero y sexto de escuela.

—Secundaria dice que los alumnos no llegan desde Primaria con el nivel que deberían. ¿Qué opina sobre esto?

—Lo que dice Secundaria es "los alumnos no vienen con el nivel que nosotros queremos". Y esto es porque Secundaria tiene un modelo imaginario de aquellos alumnos que íbamos hace años y que no éramos todos, si no un grupo. Eso ya no existe. Antes los más buenos iban a Secundaria y los menos buenos a la UTU. Hoy, por suerte, la UTU tiene las mismas exigencias.

—¿Pero si en sexto repite el 6% y en primero del liceo el 40%, no hay un desfasaje?

—Hay un desfasaje. Pero esto es porque si en la escuela uno hace un seguimiento del alumno, lo mismo tendría que pasar en el liceo. Hay jóvenes en Secundaria que no tienen contención y que la precisan.

—¿En qué falla Secundaria?

—Lo que pasa es que en la escuela están contenidos y luego se van a una institución a 15 cuadras de la casa, que en vez de 250 alumnos tiene 3.000. Los que van desde una escuela de tiempo completo, también se quedan sin la comida. El sistema tampoco me parece justo: capaz que salvan seis materias y como pierden siete pierden el año. ¿No sería mejor que fueran acumulando créditos y al otro año hicieran las otra siete? Es demasiado lo que se les pide. Secundaria debería cambiar; porque no son solo los que repiten, también están los que dejan.

—Se habla de un sistema de 3 a 14 años. ¿Está de acuerdo?

—Sí, pero sin que los subsistemas pierdan autonomía. La idea que trabajamos con la directora de Secundaria, Celsa Puente, es tratar de cortar el desarraigo del que estoy hablando. No veo esto como crear 7° y 8° año en la escuela.

—¿Es atractiva la carrera docente?

—La carrera dejó de ser un descarte como era antes, por ejemplo en el interior, donde no había otra opción. Ahora se necesita seducir a los estudiantes. Un maestro recién recibido cobra 15.000 pesos. Quiero mucho a la limpiadora de mi edificio, pero ella cobra 18.000. Una barre y la otra es docente, está bien, pero para hacer toda una carrera y que resulte atractiva se necesita un estímulo salarial. Esto hace que maestros recibidos concursen para entrar en otro lado. Conozco maestras que trabajan en zona franca. La gente tiene vocación pero también tiene que comer y pagar las cuentas. Después hay otro problema, el sueldo se va modificando por los años de trabajo. Creo que no hay que premiar vejez, si no la calidad de la educación que se brinda.

—¿Es un problema el ausentismo de los maestros?

—La mayoría no falta, pero hay de todo. El año pasado hicimos todo un trabajo de monitoreo y encontramos que hay maestras que faltan 20 meses por maternidad, entre la licencia común, lactancia, problemas de columna… Registramos unos cuantos casos así. Este es un tema de compromiso, ¿en otro trabajo se puede hacer esto? No.

—¿Detectaron algún otro tipo de irregularidad?

—Pusimos cuatro inspectoras generales en todo el país, divididas por zonas, para ver qué problemas existen con los embarazos y con las tesorerías.

—¿Hubo problemas con las tesorerías?

—El año pasado denunciamos a la secretaria de una inspección de Río Negro y esta fue procesada. Lo mismo pasó con su chofer. Declaraban viajes al interior que no hacían y se quedaban con los viáticos.

—Al no cambiar las caras en el CEIP se puede presumir una continuidad. ¿Es así?

—Hay cosas que tienen que cambiar no solo en primaria, si no en todo el sistema. Creo que lo que hay que encarar es cómo hacemos para lograr que los niños tengan mejores logros de aprendizaje.

—¿Cuáles son los planes en este sentido?

—Empezamos a trabajar el año pasado con una evaluación de los alumnos de educación inicial, es decir a partir de los cinco años, en cinco aspectos: motricidad, relacionamiento con el entorno, su autoestima y sus avances cognitivos en cálculo y alfabetización, o sea lectura y escritura. El plan lo iniciamos en Colonia, y este año lo extendimos a Canelones. La idea es ver qué logros tienen hoy los alumnos que entraron al sistema con tres años.

—¿Qué datos arrojó esto?

—Nos dio un mapeo de cómo entran los alumnos en primero. Si se prende una luz amarilla en lo cognitivo, nosotros podemos empezar a trabajar con ellos con un maestro extra que los apoye. Hoy el sistema permite detectar estas cosas, pero lo hace de manera tardía, cuando nos damos cuenta el alumno está por repetir.

—¿Cree que se debería eliminar la repetición?

—La repetición mejoró en estos cinco años. La escuela 292 de Nuevo París tenía 27% de repetición y hoy está en 12%. Esto se logró precisamente con esto: un programa para detectar de manera temprana los problemas de los alumnos. Hay que hacer cortes: que haya repetición solo en tercero y sexto, para que se pueda hacer un seguimiento del alumno más extenso. No sirve que lo deje repetidor en primer año.

—Pero ese es el año que hay más repetidores…

—Y eso es evidente, si nosotros hicimos un discurso que dice "vamos a respetar los tiempos de los niños", así que si tienen que repetir, que repitan. Pero el tema es que no son los mismos los tiempos de un niño que sale de una casa de contexto favorable, que sale jugando, que tiene interlocutores válidos, gente que hable bien, libros por todos lados; que un niño que sale de una casa donde no hay libros, donde no hay un lenguaje cercano a la lengua estándar. Emparejar un niño al otro no alcanza con un año, por eso me parece que repetir primero o segundo no tiene sentido, el corte se debería hacer en tercero. Ahí hay que medir la distancia entre lo que tiene que saber y lo que sabe

—¿No existe el peligro de que si no hay repetición en primero y segundo la distancia entre lo que sabe y lo que tenga que saber ya sea demasiado amplia?

—No, porque la idea es apoyarlos en las dificultades que tengan. En algunas escuelas ya se hace algo parecido con el programa Trayectorias Protegidas.

—¿Y qué presupuesto necesitarían para hacer un seguimiento de estas características?

—No necesitamos más dinero. Hoy ya tenemos un maestro comunitario en cada institución de contexto crítico, también tenemos un "maestro más maestro" en aquellas escuelas donde hay altos índices de repetición. Lo que cambia es la forma de encarar el trabajo. La idea es que para los alumnos que entran en tercero y sexto, ya saber en el mes de marzo, qué apoyos son los que necesitan. De ese seguimiento también tienen que participar ASSE y las mutualistas, para que si un niño necesita un fonoaudiólogo, por ejemplo, no le den hora para dentro tres meses sino en la misma semana, porque si lo atienden en septiembre ya repitió el año.

—¿Existe el pase social?

—No el pase social como pase social, pero de hecho no podés repetir más de dos años. El reglamento dice que no puede haber alumnos mayores de 15 años. O pasan al liceo o van a una escuela especial.

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"Faltan 20 meses por maternidad, ¿En otro trabajo pueden hacer esto?. Foto: F. Flores

Irupé BuzzettiCARLOS TAPIA

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