Apartir de hoy tenemos al Dr. Tabaré Vázquez como presidente de la República. Presidente de todos en virtud del sistema democrático que, en elecciones limpias, ha consagrado a este distinguido compatriota como primer mandatario por segunda vez.

Apartir de hoy tenemos al Dr. Tabaré Vázquez como presidente de la República. Presidente de todos en virtud del sistema democrático que, en elecciones limpias, ha consagrado a este distinguido compatriota como primer mandatario por segunda vez.

El Dr. Vázquez es un triunfador como médico, como empresario de la salud y como político. Aprovechó correctamente la oportunidad que le brindó un sistema de enseñanza pública -entonces excelente- para abrirse paso a puro esfuerzo personal, buscando superarse y encaminado como persona y como ciudadano por sus maestros y profesores. ¡Lindo y justo país que teníamos!

Que añoramos y necesitamos más que nunca recuperar, justamente en el rubro de la enseñanza pública. No hay tema de mayor importancia, absolutamente ninguno otro se le aproxima en la urgencia, la gravedad y lo trascendente que es cambiar radicalmente de rumbo. Lamentamos tener que decir que los datos que nacen en el nuevo gobierno en esta materia, son negativos y equivocados.

Disculpen la obviedad, pero debemos recordar quiénes son los actores principales en el sistema educativo. Ante todo, y por encima de todo, son los alumnos, seres humanos en distintas etapas de su formación, a quienes queremos fuertes en valores y diestros en técnicas para enfrentar la vida. Luego los docentes, seguidores de una de las vocaciones más altas del trabajo, los padres, los contribuyentes que aportan el famoso 6% que financia todo el sistema público, y el Estado que, a través de un sistema harto complicado, gobierna y dirige todo ello.

Tan diversos sectores de interesados tienen en común la calidad de los ciudadanos y son representados únicamente por el sistema de gobierno democrático y representativo, en un pie de igualdad y para mejor salvaguarda de los derechos de cada uno y los de todos.

El actual régimen de gobierno de la enseñanza y los anuncios de las directivas del nuevo gobierno en la materia, nos hacen ser pesimistas en virtud de dos aspectos.

La actual organización institucional legal de la enseñanza ha privilegiado en su conducción la representación de los docentes como corporación. Camino equivocado, como sus frutos lo ejemplifican, que se adoptó por la mayoría parlamentaria de la anterior administración Vázquez.

Por otro lado, la decisión de excluir a la mayoría de los ciudadanos de la conducción política de los entes de enseñanza implica un retroceso en la concepción nacional acerca de tan importante tema. El sistema público de enseñanza ha sido secuestrado por el Frente Amplio y los gremios docentes.

No conocemos los detalles de las luchas políticas internas del FA, simplemente vemos que hay fuertes tensiones y muy diferentes visiones acerca de varios temas. Miramos de afuera y lo que vemos es que en la enseñanza han prevalecido los sectores que privilegian lo gremial frente al interés general.

Excluir al Partido Nacional, al Colorado, al Independiente y aún a los que representan el 53% de la ciudadanía, no sólo es un error, es una actitud de aislamiento autista que nada bueno augura. Si agregamos la bravata del Sr. Vicepresidente cuando señaló que contábamos con los mecanismos parlamentarios para ejercer nuestra función, vemos que no sólo estamos ante una compadrada, sino también ante una burla. Bien sabemos cómo se ha conducido la mayoría política del FA cerrando filas y levantando manos enyesadas, para evitar censuras y comisiones investigadoras en temas que el Sr. Sendic conoce bien, como el de Pluna, haciendo viable solo el camino de la denuncia penal y desvirtuando el Estado de derecho.

Con mala moneda pagan los gremios docentes a sus benefactores. No se han iniciado todavía las clases y ya están los reclamos de salarios, horas y edificios. Lo mismo que hace diez años.