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Antes que sea tarde

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Ellos paran. Paran en reclamo de un mejor sueldo. Paran porque no aceptan que se sancione a un delegado sindical. Paran incluso porque no admiten que se traslade a un trabajador afiliado al sindicato. O porque no aceptan que se le revise una mochila a la salida.

Ellos paran.

Paran porque quieren que se les pague "presentismo", que es como pedir un premio para aquel que va a trabajar, aunque por ir a trabajar es que se le paga un salario. Y luego paran para reclamar que la prima por "presentismo" se agregue al salario, que es igual que cobrar premio por ir a trabajar incluso sin haberlo hecho.

Ellos paran.

Paran porque la comida de hoy está fría. Porque esta semana las milanesas vinieron más chicas que de costumbre. Porque los bizcochos del desayuno o la merienda están duros. Porque no hay hielo en el comedor. Porque hace calor en la planta. O porque hace frío. Ellos paran.

Ellos paran.

Paran porque no aceptan que la empresa pueda sancionar a una persona por no hacer bien su tarea. Paran porque no conciben que se observe o se suspenda a alguien por llegar tarde y no cumplir con sus obligaciones.

Ellos paran.

Paran porque no pueden permitir que se despida a un trabajador sindicalizado (si no está afiliado, es problema de otro). Paran incluso si el trabajador sancionado ha sido descubierto y hasta filmado robando a la empresa.

Ellos paran.

Paran si un gerente da una instrucción que el sindicato no comparte. Algunos paran si un superior se atreve a hablar con un trabajador sin que haya un delegado sindical delante. Paran si se generan instancias de capacitación para el personal que el sindicato no aprueba. Paran si la empresa no acata cualquiera de las exigencias del gremio. Paran, en síntesis, cada vez que ellos quieren.

Poco importa si la empresa se perjudica. Si ese paro afecta la entrega de pedidos. Si con ese paro se puede poner en riesgo un mercado, del que depende la supervivencia de la empresa y los puestos de trabajo de quienes en ella laboran. Paran sin pensar en los trabajadores a los que ese paro afecta. En si hay gente que queda a pie. En si hay gente enferma que no puede recibir atención de salud. En si hay gente que pasa frío. En si hay gente que no puede casarse. En si no se levanta la basura. En si hay trámites que no pueden hacerse.

Ellos paran.

¿Puede un país así crecer?

¿Puede competir en la región y en el mundo?

¿Puede atraer inversión extranjera de calidad y mantener la que tanto costó atraer en el pasado?

¿De qué van a trabajar nuestros hijos y nuestros nietos cuando esta dirigencia sindical, que solo piensa en ganar más y en trabajar y producir menos, haya logrado quitarle a todos los empresarios locales y extranjeros las ganas de seguir apostando al Uruguay?

¿Acaso buscan que eso suceda, que la empresa privada desaparezca y que todo sea del Estado?

La dirigencia política, ¿entiende la magnitud del problema que tiene entre manos? Y si lo entiende, ¿piensa hacer algo antes que sea demasiado tarde para lamentarse? ¿O es que piensan que ya es tarde? - [email protected]

LA COLUMNA DE PEPEPREGUNTÓN

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