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Se espera una mejor evolución de las ventas al exterior durante 2017

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Foto: Walter Paciello/ Presidencia
Visita de Tabare Vazquez a China , reunion con vicepresidente de China , Li Yuanchao, foto Walter Paciello, 201610--
foto Walter Paciello

Tras dos años de caída de las exportaciones expertos avizoran panorama más positivo.

Uruguay viene de dos años de una performance exportadora pobre y en el año que comienza debe extremar los esfuerzos pa-ra avanzar hacia un acuerdo con China, pese a las objeciones de los países del Mercosur, y buscar mercados alternativos, asumiendo que el bloque regional no será, al menos por un tiempo, un medio idóneo de inserción en el mundo, de acuerdo con expertos consultados por El País.

En 2016, las exportaciones cayeron 7,3% respecto al año anterior y llegaron a US$ 8.301 millones incluyendo las realizadas desde zonas francas. En todo el año declinaron las ventas a seis de los diez destinos principales de los productos uruguayos. La misma evolución tuvieron 12 de los 20 productos más comercializados por el país.

Para 2017, el instituto Uruguay XXI pronostica un crecimiento de 6% de las exportaciones. La Unión de Exportadores aguarda también una mejora, pero la condiciona a que se logre una competitividad más robusta y a que siga ampliándose el acceso preferencial a mercados a través de acuerdos comerciales.

El año 2015 ya había sido malo. En lapso las exportaciones uruguayas de bienes, incluyendo las realizadas desde zonas francas totalizaron US$ 8.967 millones, lo que supuso una reducción de 11,6% con respecto a 2014. Las exportaciones no caían desde 2009, cuando la crisis financiera internacional afectó negativamente al comercio mundial.

Ignacio Bartesaghi, director del Departamento de Negocios Internacionales e Integración de la Universidad Católica, explicó que en los últimos años la baja de los precios de los productos agrícolas de exportación, el menor crecimiento chino, la caída del Producto Interno Bruto de los países vecinos (en particular de Brasil) y la crisis europea explicaron lo ocurrido, pero consideró que la situación tenderá a revertirse gradualmente. Brasil y Argentina mejorarán al igual que Estados Unidos y Europa en tanto se debe asumir un crecimiento de 6% anual en China.

Marcos Soto, de PricewaterhouseCoopers, recordó que "este fenómeno de dos años de caídas consecutivas, no ocurría desde los años 2001-2002, lo que sin lugar a dudas plantea múltiples desafíos para 2017".

Soto cree que las perspectivas no son claras. China, principal socio comercial de Uruguay, viene desacelerando su crecimiento, y por tanto su consumo de productos importados, sufriendo una fuerte salida de capitales y una constante devaluación de su moneda local, explicó. Lo que ocurra con ese país será determinante ya que representa el 20% de las exportaciones de bienes de Uruguay y es el principal origen de las importaciones del país.

En cuanto a Brasil, segundo destino de los bienes uruguayos, "presenta apenas algún signo vital, pero está muy lejos de la recuperación total ya que se está dando mucho más lenta de lo previsto", consideró Soto.

Además, mencionó que se espera un crecimiento del PIB brasileño muy modesto (0,5%) para 2017 y que la inestabilidad política continúe. De todas formas, para Uruguay seguirá siendo un mercado relevante, fundamentalmente para algunos productos sensibles como los lácteos. Y en cuanto a Argentina, pese a que a principios de 2016 se esperaba que encontrara la senda del crecimiento y de apertura comercial, profundizó su recesión y "si bien se ha abierto un poco más al mundo, claramente no se han recuperado las ventas hacia aquel mercado". Soto advirtió que "aunque Argentina logre finalmente salir de la trampa recesiva, difícilmente eso se traduzca automáticamente en mayores compras de nuestros productos".

Mercosur desolador.

¿Puede servir todavía el Mercosur como un elemento que facilite la inserción comercial de Uruguay? Los expertos son bastante escépticos. Bartesaghi reflexionó que "el bloque no cumplió con sus objetivos originarios y está lejos de hacerlo" y advirtió que muestra todavía un funcionamiento muy precario en su nivel más básico de integración que es la zona de libre comercio. Mucho más lejos aún está de conformar una unión aduanera y un mercado común. "El bloque se ha transformado en un foro político que aprueba fundamentalmente normas de ese tenor, dejando de lado lo económico y comercial", lamentó Bartesaghi.

Con ese panorama, Bartesaghi cree que para Uruguay es una mala decisión en términos de desarrollo económico seguir adelante en un Mercosur como el actual que "corre riesgo ya que nadie quiere pertenecer a un "club" que no avanza y que pone trabas para la toma de decisiones de política exterior, que son más que necesarias para un país como el nuestro".

Para Soto, "desde un tiempo a esta parte queda la sensación que cada año que pasa es el peor, para el Mercosur". A su juicio, el trabajo de la diplomacia uruguaya debería apuntar a convertir al bloque en una verdadera zona de libre comercio y que cada socio pueda relacionarse libremente con terceros países o bloques. El objetivo de la unión aduanera (que implica la adopción de un Arancel Externo Común frente a otros países y bloques) debería dejar de ser prioritario y tendría que haber un sinceramiento. "Las asimetrías son tales (entre los socios) que no permiten un relacionamiento compacto y uniforme con el resto del mundo", sostuvo.

Estiman que Trump suavice su discurso proteccionista

Tanto Soto como Bartesaghi entienden que la retórica proteccionista del futuro presidente estadounidense Donald Trump se moderará algo. "Es posible que instrumente algunas medidas proteccionistas, pero las mismas no podrán ser muy profundas debido a la integración que Estados Unidos tiene a las cadenas globales de valor. Para producir, el país utiliza insumos y servicios de todas partes del mundo y muchas de las empresas que exportan desde China a Estados Unidos son norteamericanas. Por tanto, es esperable que matice mucho su discurso en el correr de los meses. Estados Unidos por sí solo no puede llevar a que el mundo inicie una ola de proteccionismo. Eso ya no es posible por el nivel de integración a impulso de las cadenas globales de valor, las inversiones, la incorporación de los servicios en la producción de los bienes y la cada vez más importante presencia del comercio electrónico" cree Ignacio Bartesaghi. Marcos Soto opina, en tanto, que "si ejecuta los planes que están hoy en papel, veremos a un EE.UU. muchísimo más proteccionista, quizás como nunca lo vimos en la historia contemporánea". Puede darse la paradoja de que China actúe como un paladín del libre comercio, en lugar de Estados Unidos. "China se embandera con el libre comercio porque ha entendido que precisa colocar sus excedentes de producción para mantener su crecimiento, y precisa adquirir en el mundo de forma eficiente productos que no tiene, previendo que millones de personas fortalecerán la clase media y por tanto se dispararán en el mediano plazo los niveles de consumo".

EUROPA

El Mercosur hace más de dos décadas que abrió una negociación con la Unión Europea (que ha tenido muchos amagues de reanimación pero que básicamente está estancada). "Veo ciertamente difícil que se avance en un acuerdo MercosurUE, diría con certeza absoluta que este año no se dará en virtud de que los principales países europeos están distraídos en sus agendas políticas locales, me refiero básicamente a Alemania y Francia", opinó Marcos Soto de PriceWaterhouseCoopers.

UNA JUGADA RIESGOSA

Apuesta al mercado chino

La gran novedad del año que terminó fue el anuncio del gobierno de su firme intención de suscribir un acuerdo comercial lo más ambicioso posible con China. Brasil ya dejó claro que no le gusta nada la idea y Mauricio Macri mostró su preferencia porque un eventual acuerdo sea firmado por el Mercosur. De todas formas, el ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa, dijo el viernes pasado que la determinación uruguaya sigue firme. "Nosotros hasta que los chinos nos contesten seguiremos firmes en nuestra determinación de llegar a un TLC, porque la competencia en materia de mercado está muy exigente. Hay países que van a entrar a China con los mismos productos que entramos nosotros y vamos a tener una competencia desventajosa", señaló el canciller a Radio Carve.

Ignacio Bartesaghi explica que por diferentes motivos, China tiene interés en seguir suscribiendo tratados de libre comercio con América Latina; ya los tiene con Chile, Perú y Costa Rica, los está estudiando con Colombia y ahora con Uruguay. El gobierno del presidente Váz-quez debería enfrentar la resistencia brasileña a su intención de firmar con China. "La realidad es que el Mercosur no es una unión aduanera y que la decisión 32 (que impediría la búsqueda de acuerdos comerciales en solitario por parte de los socios del Mercosur) es muy cuestionable desde el punto de vista jurídico. Por tanto, la posición de Brasil sobre no permitir que Uruguay avance con China —co-mo ocurrió con Estados Unidos— es de tenor político y tiene que ver con intereses de su política exterior, no necesariamente con el desarrollo del Mercosur ni con una visión comunitaria. En este sentido, es necesario mostrar firmeza en la negociación de este TLC y en recuperar la soberanía para seguir suscribiendo acuerdos comerciales con países en donde existen cuantiosas oportunidades comerciales", opina.

Marcos Soto también recomienda explorar el camino chino. "Como no le movemos la aguja a nadie, el gran desafío para 2017 es ver cómo avanzamos con las negociaciones con China, dijo.

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Foto: Walter Paciello/ Presidencia

EXPORTACIONESJUAN PABLO CORREA

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