La inauguración del Corredor General Flores en su tramo norte estaba prevista para mediados de abril o comienzos de mayo de este año, de acuerdo con el último anuncio realizado por el director de Movilidad Urbana de la Intendencia de Montevideo, Néstor Campal.
Por lo que se aprecia en el lugar, parece probable que el plazo previsto se vuelva e extender sobre la marcha de obras que fueron modificadas respecto al primer diseño.
Este mes además, después que se acordara la realización de trabajos que no estaban incluidos en el rubrado de la licitación que en noviembre de 2011 se adjudicó al Consorcio PDM XIV (integrado por Medina y Posamai Ltda y Bersur SRL), quedó resuelta la incorporación de nuevos gastos.
La autorización está fechada el pasado 6 de abril y en el rubrado se incluye desde trabajos en pavimentos, instalación eléctrica, paneles de información, pintura sobre herrería, soldaduras y luminarias.
Los precios no incluyen IVA ni leyes sociales y se expresan a la fecha de la licitación. Según tres numerales, hay establecidos trabajos por $ 2:226.724, $ 1.573.025 y $ 1:789.267.
En total: $ 5:589.016 que, al tipo de cambio en el inicio del convenio, equivalen a un cuarto de millón de dólares, cifra a la cual debe sumarse impuestos y leyes sociales.
Este incremento corresponde a algo más de un 10% del dinero con el que contaba la Intendencia al momento de iniciarse las obras (unos 2 millones de dólares), debido esto a la desfinanciación de sus arcas a raíz de las alteraciones que hubo que implementar en el fallido Corredor Garzón.
En los cálculos primarios, el monto global para construir el Corredor General Flores había sido fijado en más de 198 millones de pesos.
Durante su lanzamiento las autoridades estimaban que, en dólares, la obra completa oscilaría entre 10 y 15 millones.
Como ya adelantó El País, hasta el pasado mes de marzo tanto el Corredor Garzón como las obras en General Flores, el Intercambiador Belloni y trabajos en la avenida Agraciada supusieron un costo próximo a los US$ 120 millones.
El 80% fue aportado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el resto por la comuna. El organismo internacional había autorizado el préstamo en 2008.
Plazos.
La transformación de parte de la avenida General Flores en un Corredor tendría que haber comenzado en septiembre de 2011, para llegar a la inauguración dos años después. Sin embargo, los trabajos empezaron en marzo de 2012 y en 2013 ya hubo una primera gran detención de tareas para replantear el modelo.
Por esa época, el presidente de Cutcsa, Juan Salgado, dijo a El País que le comunicaron de lo que se quería hacer en General Flores luego de que la obra ya estaba en su gran mayoría diseñada. "Fuimos informados recién cuando Néstor Campal toma la dirección de Movilidad Urbana de la Intendencia de Montevideo; eso sí se lo tengo que reconocer, pero lo que estaba hecho no se podía hacer de nuevo", sentenció Salgado.
Para el presidente de Cutcsa, la anterior estructura de la avenida General Flores no perjudicaba en nada la vialidad del transporte urbano.
"Desde José Belloni hasta Batlle y Ordóñez (Propios) yo no haría nada. Hay problemas y nudos de tránsito muy importantes en la ciudad para encarar antes de hacer una inversión millonaria en General Flores. Sí gastaría en hacer algo desde Bulevar y General Flores hasta el Palacio Legislativo, que es donde se produce el cuello de botella en las horas pico", explicaba Salgado.
Antes, en octubre de 2012, el empresario había advertido por fallas de diseño del Corredor Garzón que costó unos US$ 40 millones. Para la Intendencia, aquellas declaraciones "podrían generar alarma pública respecto a la seguridad del sistema a implementar y sus fundamentos técnicos".
Hoy, desde la Intendencia, Campal subraya que en el Corredor Flores los ómnibus podrán sobrepasarse ya que se tuvieron en cuenta los errores cometidos en el Corredor Garzón.
Variantes del plan original y promesas.
El primer tramo del Corredor General Flores son 4 kilómetros y va de las calles Hungría a Propios.
En 2013 las obras estuvieron suspendidas durante cuatro meses, y se reanudaron después de que los jerarcas responsables de la Intendencia de Montevideo consultaran con empresas de ómnibus y sindicatos, ante el confeso fracaso de lo hecho en el Corredor Garzón.
En la revisión al proyecto original se le agregaron zonas de sobrepasos en lo que será el carril exclusivo para los ómnibus.
En el plan original se informaba que "estaría compuesto por la Avenida Gral. Flores y Avenida de las Leyes", y tendría "una extensión total de 8.2 km. No será una solución uniforme para todo el recorrido, sino que el perfil irá variando en los diferentes tramos para adaptarse a cada situación urbana, con la premisa de minimizar los costos y el impacto al entorno".
También se indicó que la obra "implementará una reducción del número de cruces transversales y un sistema de onda verde (coordinación de semáforos) para garantizar el tránsito fluido de las líneas troncales".
Las paradas estarán cada 400 metros, "se contemplará la accesibilidad universal y se dispondrá de información digital". Habrá cruces semaforizados para garantizar la seguridad de los usuarios.
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