Tres años. Ese es el plazo que tendrían los ex reclusos de Guantánamo refugiados en Uruguay para acomodar sus vidas, según el expresidente José Mujica.

Ayer, en el marco de una visita a Maldonado en apoyo a la candidatura del diputado Darío Pérez a la Intendencia de ese departamento, Mujica dijo que están esperando un dinero del exterior que les permitiría a los seis refugiados mantenerse en Uruguay por tres años. Luego, "o laburan o se irán al carajo", afirmó en una entrevista con FM Gente de Maldonado.

Mujica dijo que a los seis refugiados, que llegaron a Uruguay en diciembre gracias a un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos, "los mataron" en la cárcel de Guantánamo, porque son "cuadro deprimidos hechos pelota". Y señaló que eran gente de clase media, y por eso son más frágiles. "Están destrozados", dijo.

Los seis liberados de Guantánamo están en un proceso de transición al cabo del cual pasarán a ser responsabilidad del Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana (Sedhu) y está cercana la visita de la familia de uno de ellos, dijo a El País el coordinador del Pit-Cnt, Fernando Pereira.

Por ahora, cuatro de los seis liberados siguen en una casa del barrio Palermo albergados por la central sindical, en tanto otros dos están en un hotel céntrico. Los seis continúan estudiando español y, pese a que han recibido ofertas de empleo, todavía no trabajan. "Tienen sus altibajos porque tienen que sacarse a Guantánamo de la cabeza", dijo Pereira.

Está previsto que Sedhu, que representa en Uruguay a la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados les entregue $ 15.000 por mes a cada uno.

El 12 de febrero Mujica visitó por primera vez a los refugiados en la casa de Palermo. "Les habló como un padre veterano. Les dijo que la prioridad primera debe ser que aprendan español y que si quieren abandonar Uruguay, el Estado les puede dar una mano pero que, en cualquier caso, tienen que aprender español, algo que continúan haciendo en un instituto ubicado en Pocitos. Les dijo que sabía que venían con una mochila pesada pero que debían evitar la autocomplacencia y tratar de comenzar a trabajar cuanto antes", relató a El País un integrante del Pit-Cnt que participó de ese encuentro.

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