Se reactiva el "caso Figueredo". El 15 de marzo declarará ante el Poder Judicial, Sebastián Bauzá, expresidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), en calidad de indagado.

Eugenio Figueredo, exvicepresidente del organismo máximo del fútbol mundial (la FIFA), lo acusó de haber recibido US$ 400.000 en sobornos de la empresa Full Play para que se le otorgase la concesión de los derechos de transmisión televisiva de los torneos de la Conmebol. Bauzá ha negado las acusaciones.

Full Play era propiedad de los empresarios argentinos Hugo y Mariano Jinkis.

Figueredo ratificó la acusación contra Bauzá, que había hecho originalmente en 2015, en junio pasado cuando declaró ante la fiscal especializada de Crimen Organizado María Camiño. "Ratifico lo que dije en su momento que le entregué físicamente al doctor (Sebastián) Bauzá la suma de US$ 400.000, en dos entregas, pero el monto era de US$ 400.000, reales. Producto de los sobornos que también se habían repartido a otros presidentes" de asociaciones nacionales de fútbol, dijo Figueredo. Consultado sobre si Bauzá se negó a cobrar ese dinero, Figueredo respondió: "No, señora. Él lo aceptó. Eso fue a mediados de junio de 2013".

Figueredo relató que ese dinero llegó a Uruguay por medio de una casa cambiaria. Según el exvicepresidente de la FIFA, Bauzá fue a su casa y recibió el dinero. "Bauzá sabía que venía ese dinero. Lo sabía como todos los presidentes", dijo Figueredo, relataron fuentes del caso. "Yo se lo entregué en efectivo. Bauzá me dijo que pensaba invertirlo en una casa en Punta del Diablo. Esa fue la conversación con Bauzá", agregó.

El País consultó a Bauzá respecto a las acusaciones de Figueredo. "Por supuesto que niego totalmente esas imputaciones. Me extraña que eso siga. Pensé que el caso estaba cerrado", señaló. Según Figueredo, Bauzá no tuvo contacto con los directivos de Full Play porque "él me dijo que no quería que se supiera y aceptó mi intermediación".

DECLARA BAUZÁ