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El puerto vive el "efecto Macri"

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"Hay un 95% de ocupación de amarras y 100% en la guardería". Foto: R. Figueredo
Puerto de Punta del Este, embarcadero de yates, crucero, foto Figueredo, corresponsal Maldonado, Archivo El Pais, 20141226
Archivo El Pais

La terminal portuaria de Punta del Este agota las amarras gracias al “aluvión” de argentinos.

De 25.000 a 4 millones de dólares. Ese es el precio en el que oscila la mayoría de las embarcaciones amarradas en el Puerto de Punta del Este, en donde flamea una enorme cantidad de banderas argentinas que llegaron al principal balneario por "el efecto Macri".

Desde que fue elegido el presidente argentino el 22 de noviembre, aumentaron las consultas desde el país vecino por las amarras. "Teníamos cinco diarias. Pasamos a tener 20", cuenta a El País Carlos Ferreira, jefe del Puerto de Punta del Este.

Muchos de estos argentinos que especulaban en arribar con sus barcos al principal balneario uruguayo, luego confirmaron su presencia en el puerto. Pero, en la mayoría de los casos, no quisieron reservar. Arribaron a la terminal portuaria preguntando: "¿Hay lugar?". De esta forma, fueron completando los sitios que, al día de hoy, han permitido una ocupación del 95% en amarras y un 100% en guardería.

Según Ferreira, en los últimos días "un aluvión" de embarcaciones argentinas arribó (sin aviso). En las últimas cinco jornadas, llegaron 30 barcos por día. Eso dificultó la tarea de los funcionarios portuarios: "Esto no es como un hotel, que asignás una habitación y listo. Cada barco tiene diferente calado, diferentes tamaños y todos los lugares del puerto para ubicarlos son diferentes", comenta.

Cuanto más grande el barco, su dueño debe pagar más dinero para amarrarlo. A un costo de 260 pesos por metro, "hospedar" a una embarcación de 14 metros de eslora (es el tamaño promedio de las embarcaciones del puerto) cuesta 3.600 pesos por día, unos 1.800 dólares durante 15 días, más los gastos de luz y agua.

Los de siempre.

Las dueños de las mansiones flotantes más onerosas son clientes fieles que eligen Punta del Este, en general, desde hace más de 30 años. Muchos de ellos han cambiado las embarcaciones, pero otros las han mantenido.

Es el caso de un empresario uruguayo, quien tiene un barco, según su capitán, de los más antiguos del puerto. Fue fabricado por el astillero Bottini con una madera traída de Paraguay en el año 1965. Desde entonces, el "crucerito" (como lo llama el responsable de mantenimiento) ha sido utilizado por varias generaciones.

Al subir a la cubierta del yate se siente un fuerte olor a pintura. "Es el barniz", indica el capitán. Lo barnizan todos los años para evitar que el sol afecte la madera.

Se trata de una embarcación de 17 metros de eslora. La popa cuenta con un amplio espacio. Con tres camarotes, dos baños y una capacidad para 20 personas, el barco permanecerá amarrado hasta febrero.

Los dueños de los yates son argentinos y brasileños que por lo general también tienen su casa de veraneo. Y como ya saben que van a venir, aseguran su lugar antes que nadie, por si acaso. El dueño de una embarcación, que acude a Punta del Este desde hace 10 años, reserva su lugar en marzo, cuando se abre la primera etapa de inscripción.

¿Y los cruceros?

Detrás de los yates lujosos, aparecen, de tanto en tanto, gigantes edificaciones flotantes. Le dan valor agregado al balneario cuando uno apenas ingresa por la rambla. Quienes llegaron a Punta del Este el 1° de enero, pudieron observar a dos: el MSC Magnífica y el Celebrity Infinity, que llegaron procedentes de Argentina.

De ambos barcos, que estuvieron unas horas, descendieron unos 6.000 turistas.

Tuvieron suerte en poder bajar a tierra porque, en Punta del Este, los cruceros fondean en la bahía. Para que los turistas "toquen tierra", un barco se traslada hacia el barco y los va trayendo de a poco. Si llueve, no traen a nadie. Con lo que ha llovido en la temporada, la fortuna jugó del lado de los que viven del turismo.

Los cruceros aportan una buena cantidad de turistas. En lo que va de la temporada, ya son más de 40.000 personas que han visitado el balneario.

Este año, está previsto que se hagan 61 escalas de cruceros (el año pasado eran 70 y se completaron 64). Algunos de los que gestionan estas embarcaciones aman de verdad Punta del Este: vendrán hasta seis veces, según informó el jefe del puerto.

De estas gigantescas edificaciones del mar habrá visitas especiales. Por ejemplo, el próximo 6 de febrero, el Queen Mary 2, que en algún momento supo ser el barco más grande del mundo, arribará a Uruguay con sus 4.100 pasajeros.

Y el más impactante que llegará es The World (El Mundo), que arribará el 27 de enero a Punta del Este y se irá al día siguiente.

Su nombre lo dice todo: parece un planeta en sí mismo. Tiene seis restaurantes, canchas de tenis, piscinas, un spa de 700 metros cuadrados y supermercado.

En este monumental barco de 196 metros de eslora, los camarotes no existen. Hay apartamentos. En total son 165 de hasta tres dormitorios y tres baños, que se pueden comprar o arrendar entre 1 y 6 millones de euros. Si alguien quiere pasar algunos días, hay algunos lugares disponibles desde 1.200 dólares la noche.

La empresa que gestiona "el barco de los millonarios", como le llaman en el mundo de los cruceros, no habla de turistas, sino de residentes: según la agencia EFE, hay personas que pasan hasta cuatro meses del año en esta embarcación.

Regata y Pesca.

El Circuito Atlántico Sur Rolex Cup 2016 tendrá su regata en el principal balneario entre el 15 y el 22 de enero. El evento, organizado por el Yacht Club Argentino, el de Olivos, el de Punta del Este y el Uruguayo, tendrá varias categorías que se empezarán a disputar desde el próximo viernes a las 15.00 horas. A su vez, para los amantes de la pesca se organizarán dos torneos para este verano: uno se realizará el 16 de enero y el otro el 13 de febrero. Los interesados en participar deben escribir un correo electrónico a [email protected] del Yacht Club Punta del Este.

CURIOSIDADES.

Cruceristas que pierden el barco por el casino.

El 60% de los cruceristas que desembarcan en Punta del Este son brasileños, el 25% es argentino y el resto se divide entre europeos, estadounidenses y de otros países del mundo.

¿Qué hacen cuando llegan a este destino? La mitad ya tiene contratado un paseo turístico. En la mayoría de los casos, hacen un tour por el balneario, visitan Casapueblo y hacen una parada en el Museo Ralli. La otra mitad baja para sorprenderse, pregunta dónde están los principales lugares de atracción, y mencionan la escultura de Los Dedos y el Hotel Conrad, un lugar con mucha promoción en el sur de Brasil. En estos casos, alquilan algún auto o bicicletas y salen a recorrer el lugar.

Algo que sucede muy a menudo, según las autoridades del Puerto, es que algunos turistas que vienen sin algo contratado terminan perdiendo el barco. "Sobre todo pasa con turistas que se quedan jugando en el casino. No solo pierden plata, sino también el buque", cuenta Carlos Ferreira, jefe del puerto.

¿El resultado? Deben viajar en avión o en barco hacia la siguiente parada del crucero. Pero, claro, no se molestan demasiado porque es un viaje corto, a Buenos Aires o a alguna ciudad del sur de Brasil.

Un paseo que recibe a 50.000 por día.

"Si a mí me pagás por comer eso, lo como", le dice un niño a su padre, al señalar un tentáculo de pulpo.

La zona de venta de productos del mar del puerto de Punta del Este no solo es un lugar de comercialización. También es un sitio de paseo que, en los últimos días, llevó a miles de personas a recorrer uno de los lugares ineludibles del circuito turístico del principal balneario.

Según cifras de la jefatura de la terminal portuaria, unas 50.000 personas ingresan por día al puerto en la temporada alta, entre comerciantes, turistas o simplemente vehículos que estacionan en el perímetro del puerto.

Otro punto de atracción en la zona son los lobos marinos. Saben, obvio, que en ese lugar reciben alimentación por parte de los pescadores y, claramente, por los turistas.

Este año el puerto de Punta del Este, que tiene bajo su jurisdicción 34 hectáreas, sumó una nueva cartelería, lo que permite ubicarse con facilidad sobre dónde queda cada sector.

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"Hay un 95% de ocupación de amarras y 100% en la guardería". Foto: R. Figueredo

El lugar más requeridoJUAN PABLO DE MARCO

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