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Psicosis mundial hace temblar la fuente de trabajo de los payasos

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Cuatro décadas haciendo humor en las calles y plazas. Foto: Payaso Urbano Pildorita.

“Yo soy un payaso bueno”, aclara “Pildorita” ante su público en los ómnibus.

Hace 40 años que Fidel González se pinta la cara y se transforma en "Pildorita", el payaso que alegra a los niños en ómnibus, plazas y fiestas privadas. Desde que se expandió en EE.UU. y Europa el fenómeno de los llamados "payasos asesinos" está atravesando dificultades.

"¿Cómo le explico a un niño que no soy malo? El niño es inocente y no entiende", dijo el artista a El País.

Tal vez por ser uno de los artistas callejeros más conocidos en Uruguay, la ola de los "payasos asesinos" lo agarró de frente y desde las redes sociales muchas personas se acordaron de él.

"Algún estúpido publicó mi foto en Facebook cuando empezaron a organizar la cacería de payasos, y se terminó formando un movimiento pildoriano que me apoya", afirmó.

Amigos del payaso lo defendieron con frases con doble sentido tales como "los que se asustan con los payasos asesinos no conocen a Pildorita".

Histeria.

Está convencido que el fenómeno tiene más impacto social porque "la gente está histérica por la inseguridad".

El artista recordó que hace años, una de las películas de la serie Chucky, el muñeco diabólico tenía una propaganda en Estados Unidos que incluía la aparición del personaje en lugares insólitos. "Una vez apareció Chucky en una parada de ómnibus en plena madrugada. Había un policía solo. Cuando apareció el muñeco el policía se asustó y le pegó tres tiros en el pecho. Adiós Chucky", dijo.

El payaso "Pildorita" está enojado. Algunos conductores de televisión llegaron a recomendarle al aire que se quedara en su casa para evitar problemas, según contó el payaso a El País. Ahora, cada vez que sube a un ómnibus siente la obligación de aclarar: "Yo soy un payaso bueno".

La vida de Pildorita no es triste —a diferencia de lo que sostiene el mito— pero tampoco es fácil. Se queja por la falta de trabajo. Dice que tiene dificultades para conseguir contratos con la Intendencia o el Estado.

Medicinales.

Por otro lado, hay "clowns" que aseguran que el fenómeno no los afectó y que trabajan con normalidad. Sin embargo, admiten que hay un porcentaje del público infantil y adulto que los rechaza desde siempre, por razones "inexplicables".

A los "Payasos Medicinales", una organización que trabaja en los hospitales para apoyar a niños y adultos internados, el eco de los "payasos asesinos" no les llegó. El grupo recorre los hospitales una vez por semana. No obstante, entienden que hay un grupo minoritario de chicos tienen un problema con los payasos, según explicó a El País "Lichi" Sánchez referente del equipo de artistas.

"Hay niños que tienen algo con los payasos que los aterra. No es porque hayan mirado películas de terror, hay niños de un año que nunca vieron un payaso y que no están infectados por la televisión, que cuando nos ven es como si vieran al diablo. No sé por qué es eso, es como algo químico del ser humano. La mayoría no tiene problemas", afirmó el artista.

Gremio.

La "Hermandad de Payasos Latinos", una especie de sindicato continental de payasos, asegura que desde que comenzó la "psicosis" sus contrataciones cayeron en un 50%.

El gremio ha afirmado en su convención anual, celebrada el jueves en la Ciudad de México, que ahora son víctimas de agresiones verbales cada vez que se maquillan. "No somos asesinos, somos tus amigos", afirman los payasos en una nota que publicó El País de Madrid.

Tras la convención, se manifestaron en el Monumento a la Revolución de la Ciudad de México. Reunieron a niños y adultos vestidos de payaso y portando pancartas cantaron consignas para defender el oficio.

También Gardel se solidariza con su suerte en el tango Ríe payaso, que compadece a estos artistas populares dedicándole estos versos:

Ven payaso, yo te invito,

compañero de tristezas,

ven y siéntate a mi mesa

si te quieres embriagar.

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Cuatro décadas haciendo humor en las calles y plazas. Foto: Payaso Urbano Pildorita.

EFECTOS DE LOS PAYASOS ASESINOS

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