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Próxima parada: sube el boleto

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Todavía no se sabe si el próximo aumento será de $1 o superior. Foto. Archivo.
Nuevo sistema de boletos en ómnibus urbanos, sistema de tarjetas magnéticas, expendedora de boletos , nd 20080728, foto Guimaraens, Archivo El País
Archivo El País

La IMM, las empresas y el sindicato negocian ajuste por el aumento salarial de septiembre.

El boleto común debería aumentar en septiembre $ 2.50 según cálculos realizados solo hasta junio, considerando las variables que integran la paramétrica que maneja la Intendencia de Montevideo.

Fuentes de la Junta Departamental dijeron a El País que ese valor fue manejado por la ex directora de Movilidad Urbana Beatriz Tabacco, en su última comparecencia ante los ediles, a comienzos de la semana pasada y horas antes de que fuera removida de su cargo.

Al no existir monedas de 50 centésimos, el incremento podría ser de $ 2, igual que los últimos determinados durante la administración de Daniel Martínez, cuando pasó a $ 26 en septiembre de 2015 y a $ 28 en marzo de 2016.

Para los empresarios cooperativistas y trabajadores sindicalizados, el aumento es inminente, por lo menos de $ 1.

Sin embargo, la comuna acaba de plantearle al sector transportista su deseo de evitar otro aumento.

El pasado viernes, el director de Transporte de la Intendencia, Máximo Oleaurre, fue uno de los jerarcas municipales que mantuvo por la mañana una reunión de intercambios con representantes de las gerencias de todas las empresas de ómnibus, y por la tarde con dirigentes de la Unión Nacional de Obreros y Trabajadores del Transporte (Unott).

La Intendencia reiteró en ambas instancias su aspiración de estudiar todos los ítems de la paramétrica para introducir modificaciones, y solicitó que las partes intentaran ajustar costos, por ejemplo bajando la cantidad de horas extra, una medida delicada en tanto se vincula al sostenimiento de las frecuencias de cada línea.

Aunque se acerca el momento de tomar una decisión, hasta ahora el diálogo está circunscripto al análisis de la paramétrica, la baja venta de boletos y la realidad de cada cooperativa o sociedad anónima. Mientras tanto, la gran preocupación de los empresarios es cuál será el sustento del sistema.

En las reuniones del viernes no se habló nada, por ejemplo, del subsidio al boleto, que sigue topeado por decisión del intendente Martínez en US$ 24 millones al año. Es decir: US$ 67.500 por día, el 5% del presupuesto de la Intendencia y más del doble de lo recaudado por multas.

Si los salarios continúan incidiendo un 72% en el precio del boleto, y no hay más aportes de la Intendencia ni de otros organismos estatales, parece muy difícil frenar otra suba del boleto. A eso hay que agregar la nueva variable que supuso el cierre de Raincoop.

Sus efectos aún no están evaluados. Entre otras cosas, porque reina la incertidumbre en más de un aspecto.

Por un lado queda saber el destino del subsidio al boleto que se volcaba a la ex Raincoop, y por otro, si el mismo se repartirá entre las tres empresas que recibieron sus líneas de ómnibus y hasta el presente absorbieron solo al 35% del personal de la cooperativa fundida, en general debido a que les falta unidades a destinar a nuevos servicios y frecuencias.

Para que haya más incorporaciones, por lo menos Coetc y UCOT, a las que no les sobra capital, deberán adquirir más ómnibus, sean de Raincoop o importados, lo cual en el futuro podría no terminar colaborando mucho con la baja de sus costos operativos, en razón de la caída de la venta de boletos.

Según le informó la Intendencia a los sindicalistas del transporte, se tendrá en cuenta la cantidad de gente de Raincoop que tomó cada empresa (Cutcsa, Coetc y UCOT) para darles el subsidio.

Cuando todo eso perdura en una etapa de estudio y discusión, ya se dio el aumento salarial para septiembre: un 3,15%.

Esto podría elevar el 72% de incidencia de los sueldos en el precio del boleto en caso de que la Intendencia no resuelva su aumento. Aunque para saber eso a ciencia cierta no hay que olvidar que un 65% de los socios y empleados de Raincoop no está en funciones.

El dirigente de la Unott Luis Aguirre confirmó a El País que en la reunión del viernes con el director de Transporte de la Intendencia, Máximo Oleaurre, el sindicato planteó la lentitud en el proceso de incorporación de los trabajadores de Raincoop.

Entre las opciones a implementar para no variar el precio del boleto, en ningún momento estuvo sobre el tapete la vigencia de los acuerdos salariales pero sí la inminencia de un acuerdo a fin de masificar la tarjeta prepaga del STM.

La próxima semana, probablemente el miércoles, habrá otro encuentro entre los omnibuseros y directores de la Intendencia.

Quiebra de Raincoop y absorción de trabajadores se ha vuelto un problema. Foto: M. Bonjour
Quiebra de Raincoop y absorción de trabajadores se ha vuelto un problema. Foto: M. Bonjour

Poco margen.

La anterior intención de cambiar la paramétrica se concretó en 2011, a un año de asumir la intendenta Ana Olivera.

A pesar del esfuerzo, el boleto subió de $ 18 a $ 19 y continuó aumentando hasta llegar a $ 24 en febrero de 2015. (Ver infografía y nota aparte).

Eso ha puesto en evidencia que no hay mucho margen para introducir variantes que permitan evitar un boleto más caro.

La paramétrica debe respaldar la realidad de los costos y éstos son los que son, tal cual se resume desde el área de los trabajadores del transporte.

En las cooperativas, en concreto, no hay más tela para cortar en materia de costos de funcionamiento. No hay ganancias suficientes como para dejar de lado algo de ellas y así bajar esos costos mencionados.

En la estructura de éstos, los últimos valores conocidos, y reflejados en la paramétrica para calcular el precio del boleto, indican que, además de la incidencia del 72% por materia de salarios, los gastos administrativos implican un 7.4%, el mantenimiento de la flota un 7%, el combustible un 5.5%, el financiamiento por renovacíon de los ómnibus un 4,4% y las ganancias de la empresas y costos financieros un 3.7%.

Pero sucede que entre las empresas esos valores varían, y por eso debería haber ajustes en aquellos en que alguna compañía gasta más de lo contemplado. También hay desembolsos nuevos que crecen de modo progresivo, como ser lo invertido en seguridad, sea con guardias dentro de los coches o en las terminales. Este es un ítem no incluido en la paramétrica.

Balance oficial.

En entrevista con El País, Daniel Martínez dijo en junio de este año que con la paramétrica actual, cada seis meses sería necesario subir el boleto. "Eso es de locos", comentó.

Dentro del marco de una situación económica no floreciente, Martínez reconoció una retracción importantísima en la venta de boletos, que bajó casi un 7% en el primer cuatrimestre de 2016.

"Tenemos una incidencia muy importante en la paramétrica de los salarios, como producto de que el gasoil está subsidiado. Si el gasoil deja de estar subsidiado, ahí sí que se dispararía el precio", sostuvo Daniel Martínez.

En marzo de 2016, los trabajadores del transporte tuvieron un ajuste de 3,75% en sus salarios, casi idéntico al que se fijó a partir de septiembre.

Por entonces la Intendencia de Montevideo señaló que fue la principal causa por la cual el boleto volvió a subir $ 2.

Las reuniones del viernes y las de la próxima semana entre la Intendencia de Montevideo, las empresas y los trabajadores del transporte revelan una especie de contrapunto de la comuna consigo misma: la necesidad admitida de subir el boleto cada seis meses y un último intento para cambiar la paramétrica.

"Hay alternativas que hay que verlas, pero hay que negociar con un montón de gente; tenemos que sentarnos con las empresas. Queremos cambiar la paramétrica (de cálculo del precio del boleto), que hoy no promueve la eficiencia. Es cierto que le pusimos tope al subsidio. Ahora, lo que tenemos que hacer, sin competencias entre cooperativas y sociedades anónimas, es ir a fondo con los números", destacó Martínez.

Movilidad urbana y su discutida conducción.

De enero a mayo de 2016 se vendieron 6 millones menos de boletos, comparando con los 5 primeros meses de 2015. Y la caída continuó hasta hoy. La ex directora de Movilidad Urbana, Beatriz Tabacco, había asumido en los últimos meses las negociaciones con las empresas de ómnibus para detener una nueva suba del boleto. Pero la semana pasada fue removida de su cargo a fin de tener un director con un perfil "más político". Se eligió a Pablo Inthamoussu, director de Unasev y ex presidente de Adeom. Pero él no participó en la última reunión.

Subibaja del boleto durante 25 años.

Desde que Daniel Martínez asumió el cargo de intendente ya tuvo que aprobar dos aumentos del precio del boleto.

El primero fue en septiembre de 2015, cuando el boleto común subió $ 2 (y pasó a costar $ 26); en tanto el de 2 horas tuvo una suba de $ 4 (y pasó a costar $ 42). Hasta entonces, el boleto nunca había tenido un aumento de $ 2 en la capital.

Desde octubre de 2008 (cuando costaba $ 14), el precio siempre tuvo incrementos de $ 1. Antes de esa fecha, durante la administración del ex intendente Ricardo Ehrlich, los ajustes en general eran de menor entidad, pero cambiaron una vez que se eliminaron de la circulación las monedas de 50 centésimos.

Al inicio de la administración de Ana Olivera —quien se comprometió a ajustar el precio solamente una vez al año— el boleto costaba $ 17.

Olivera pudo cumplir su palabra los primeros tres años, en cada uno de los cuales hubo un aumento de $ 1. Pero durante los dos últimos años de su gestión no logró contener los incrementos: fueron dos (siempre de $ 1) en 2013, otros dos en 2014, y hubo una tercera suba en febrero de 2015, que llevó el precio a $ 24.

El sistema tuvo su pico de venta por mediados de los 90, donde se llegó a 365 millones de boletos. A partir de ahí y hasta el año 2003 fue en caída, llegando a un piso de 240 millones.

Desde 2004 comenzó a incrementarse la venta. Y tuvo un impulso importante en 2006 y 2007 por la existencia del subsidio del fideicomiso del gasoil.

Eso propició una rebaja de la tarifa, que alcanzó dos pesos, más un subsidio del MEF que permitió bajar otros dos pesos.

FACTORES EN JUEGO.

Lo que más duele - Luis Aguirre - Dirigente de Unott

"No es lo mismo un pasajero que utiliza un boleto de un viaje solo que otro que utiliza un boleto dos o tres veces. La idea es que haya una diferencia para abajo, el precio del boleto común debería ser mucho menor al de una hora. Son muchos más los viajes hechos que los boletos vendidos, ha caído la venta y no los viajes. Lo que más me preocupa es que tenemos unos 300 trabajadores de Raincoop sin ocupación. El aumento de $ 1 en el boleto no sería una tragedia.

Sin subsidio... - Juan Salgado - Presidente de Cutcsa.

"En marzo de este año el motivo del aumento de $ 2 no fue el salario. Fue que la Intendencia retiró un porcentaje del subsidio. Si decimos que el 72% es el salario, las causas del aumento del boleto se generan cuando se discute un Consejo de Salarios. Lo hemos alertado varias veces en el Ministerio del Trabajo, que lo que terminábamos irresponsablemente solucionando ahí, lo íbamos a ver reflejado en aumentos del boleto". (El País, 6/ 2016).

Para bajar precio - Daniel Martínez - Intendente de Montevideo.

"La tarjeta STM permite generar ahorros, lo cual también tiene una contrapartida. No vamos a decir de un día para el otro: guardas no más; tendrá que ser un proceso, pero nos pone un horizonte de reducción del precio. Hay un proceso que tiene que ser negociado, buscando alternativas. Será con promoción de jubilaciones, no lo sé… No es algo de un día para otro, pero lo que hay que tener es un norte". (Declaración a El País, en junio de 2016).

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Todavía no se sabe si el próximo aumento será de $1 o superior. Foto. Archivo.

LOS COMPONENTES DE LA PARAMÉTRICACARLOS CIPRIANI LÓPEZ

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