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"Al principio me miraban de reojo por ser evangelista"

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El diputado de Rivera se opone al casamiento igualitario. Foto: F, Ponzetto
Nota a Gerardo Amarilla, Diputado del Partido Nacional, en su despacho del anexo del Pcio. Legislativo, Mvdeo., ND 20160113, foto Fernando Ponzetto - Archivo El Pais D:\Users\npereyra\Desktop\702677.JPG
Archivo El Pais

Desde el 1° de marzo, cuando asuma la presidencia de la Cámara de Representantes por este año, el diputado nacionalista Gerardo Amarilla quedará en la historia: será el primer legislador perteneciente a la Iglesia Evangélica Bautista en ocupar el cargo.

Los evangélicos son parte de los cristianos protestantes. Pertenecen a distintas iglesias (Valdense, Bautista, Pentecostal) y, a diferencia de los católicos, no tienen una organización central. Se caracterizan por poner a la Biblia en el centro de sus vidas y por creer que habrá una segunda venida de Jesús. Su doctrina se basa en tres creencias: la Trinidad, la salvación sólo por medio de la fe en Cristo y la infalibilidad bíblica.

Varios representantes de esta Iglesia Bautista han llegado a encumbrados cargos como la Presidencia de Estados Unidos, por ejemplo los demócratas Jimmy Carter y Bill Clinton. Pero parece que en ese país es más sencillo que en Uruguay compatibilizar las dos vocaciones, político y bautista. "Al principio en el Parlamento me miraban de reojo, aunque no lo sentí como una discriminación", confiesa.

Amarilla, que pertenece políticamente al movimiento Todos, de Luis Lacalle Pou, reconoce que en Uruguay hay "una especie de tabú frente al hecho que uno difunda sus condiciones religiosas".

"Con honestidad hay que decir lo que uno piensa. Si uno tiene una confesión religiosa a la vez tiene una visión distinta del mundo. Sea en Dios o en lo que uno crea, da una visión distinta del prójimo", sostiene.

Su acercamiento a la Iglesia Evangélica se produjo a los 9 años. A partir de entonces creció en ese entorno, en Montevideo, y luego incursionó en la política, ya residiendo en Rivera. Amarilla nació en 1969 y cuando se conectó con la Iglesia no había políticos en sus filas. "Era una Iglesia censurada, no era muy bien vista en esos años", recuerda.

Según su punto de vista, una confesión cristiana como la que él tiene le aclara a una persona cuál es la misión en la vida, el propósito. "Los desamparados, la situación ambiental, la familia, el entorno, uno tiene una visión comprometida por los valores éticos", explica el diputado blanco.

¿Cómo se define un evangélico bautista con sus propias palabras?, fue la pregunta que surgió. Amarilla hace una pausa y usa términos que van saliendo de a poco. "Somos cristianos y a partir de la reforma de Martín Lutero tenemos incorporado el rito evangélico que nos diferencia del católico. No tenemos liturgia, no tenemos imágenes. Los pastores, que son el equivalente de los sacerdotes católicos, a diferencia de estos se pueden casar. Pero esas son las diferencias básicas", cuenta.

No le fue difícil comenzar a trabajar en política. Al revés, su concepción evangélica bautista de la vida lo ayudó a entender muchas cosas del sufrimiento humano. La política es servicio, al fin. De todos modos, admite que ha sentido "burlas o risas" por detrás. "Mirá éste es…" o ¿"A qué viene éste…?", llegó a escuchar.

Le resultó más difícil explicar en la Iglesia su vocación política. Pero reconoce que ahora "cambió la mentalidad" y actualmente se considera "bueno" que miembros de la Iglesia Evangélica, es decir cristianos, estén más en contacto con la sociedad.

Hoy en el Parlamento hay una especie de "bancada" evangélica. Está Amarilla, está el diputado blanco Álvaro Dastugue, representante por Montevideo, que es pastor evangélico, también el exintendente de Durazno Benjamín Irrazábal, y el diputado colorado suplente por Canelones Luis Pintado. Además, entre diputados suplentes, ediles titulares y suplentes, y funcionarios de las intendencias y de organismos públicos de todo el país, hay otros 13 evangélicos en política.

No coordinan sus acciones, reconoce Amarilla. Pero hablan a menudo. Lo mismo que con otros legisladores católicos con quienes tienen temas en común como la familia. Hubo una época en que en el Palacio Legislativo se hizo un ciclo denominado "Parlamento y fe", en el que participaron varios católicos y no católicos.

Amarilla no usará sus prerrogativas como presidente de la Cámara para instalar un lugar "de culto" para los evangélicos bautistas. Podrán encontrarse como hasta ahora, en una sala del edificio anexo.

En la sede de las Naciones Unidas hay un lugar de meditación que lo utilizan por igual budistas, católicos, judíos, islamistas. "En Uruguay no hay una costumbre, no hay ni estaría bien que el presidente de la Cámara dispusiera un lugar especial", admite.

Pobreza y transparencia en su agenda

A la hora de definir una agenda de temas en los que pondrá énfasis como presidente de la Cámara, a Gerardo Amarilla le salen con facilidad. El problema del medio ambiente es uno, la familia es otro y la pobreza también estará. Pero la transparencia de la actividad legislativa es fundamental para él. Las redes sociales, un capítulo especial. "Son un medio de comunicación más", sostuvo.

"Las noticias dicen que la realidad ambiental del Uruguay no era tan buena como parecía. Desde el Parlamento hay que dar una señal para reencauzar políticas de Estado en esta materia", dijo. "Hay mucha gente que vive en zonas donde no hay servicios básicos", añadió.

También, como diputado por Rivera, toma en cuenta "algunas vulnerabilidades" en las zonas de frontera, tan expuestas a los vaivenes cambiarios del país vecino.

Confiesa estar preocupado por la situación de la maternidad en el país. "Quiero trabajar en proyectos para darle apoyo a la mujer embarazada", anunció. Para Amarilla hay que analizar también si hay o no una crisis demográfica en el Uruguay.

El diputado nacionalista siente especial preocupación por la enorme cantidad de papel que se usa en el Palacio Legislativo, y una de sus primeras medidas apuntará a estimular más el uso de medios electrónicos para los proyectos de ley, las citaciones a las reuniones y otras actividades administrativas en el cuerpo.

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El diputado de Rivera se opone al casamiento igualitario. Foto: F, Ponzetto

Gerardo Amarilla asume en marzo la presidencia de la Cámara de Diputados

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