Durante tres años estuvo al frente de la embajada de Francia. Hoy lunes regresa a su país, a la espera de un nuevo destino diplomático. En diálogo con El País, Itté destaca las muy buenas relaciones bilaterales y los acuerdos de cooperación que han firmado ambos países.

No oculta su preocupación por la crisis del Mercosur, aunque dijo que la Unión Europea tampoco está pasando por un buen momento, pero que por primera vez hay voluntad política en ambos bloques de avanzar en un acuerdo de libre comercio. Llama la atención por la triple frontera, pero, aclara, “hoy no hay un lugar del mundo que pueda considerarse libre del terrorismo”.

—¿Qué balance hace de sus tres años al frente de la embajada de Francia en Uruguay?—Fueron tres años muy intensos, muy ricos, con muchos acuerdos de cooperación firmados, nuevos caminos de cooperación en el sector político, científico, universitario, económico. Sería difícil decir cuáles son las cosas más importantes. Me parece que lo que es fundamental para el futuro es la cooperación universitaria y científica, porque a través de los jóvenes estamos construyendo un futuro.

—Bajo su gestión el presidente François Hollande visitó Uruguay y el presidente Tabaré Vázquez viajó oficialmente a Francia. ¿Cómo calificaría las relaciones bilaterales?

—Las relaciones bilaterales son realmente perfectas, no hay una divergencia particular en el ámbito político u otros ámbitos. Cada país tiene sus intereses, pero compartimos los mismos valores. En el Consejo de Seguridad de la ONU Francia y Uruguay trabajan juntos. En lo económico también tenemos una relación que podría ser mejor, pero que ya es muy importante. Hay más de 60 empresas francesas en Uruguay, que representan entre 8.000 y 10.000 empleos. Hay proyectos futuros de inversión. La cooperación francesa para Uruguay representa casi 50% de la cooperación científica global de Uruguay. Es la embajada que tiene más relaciones de cooperación con los principales actores uruguayos de la cultura.

—Durante el gobierno de Nicolas Sarkozy hubo un momento de tensión cuando incluyó a Uruguay en la lista de paraísos fiscales. ¿Francia sigue considerando a Uruguay en esa situación?

—Cuando Sarkozy presentó a Uruguay como un paraíso fiscal no lo decía como presidente francés, sino como presidente del G20. Entonces no era una posición de Francia. Era una posición del G20, y se expresó como presidente del G20. Me parece que Uruguay hizo muchos progresos en este sentido para permitir una presentación más transparente y más clara con los movimientos financieros.

—El Mercosur está pasando por una crisis entre sus socios en pleno proceso de negociación por un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea. ¿Cómo observa Francia la situación en la región?

—También la Unión Europea está pasando por un momento complicado por el Brexit británico. Es un momento de profunda reflexión sobre el futuro de nuestra unión, que no es solo una unión económica sino también política. Ahora estamos viviendo un momento complicado con el Brexit, la llegada de millones de refugiados, la crisis económica, los populismos, que no son una exclusividad europea y que están en cierta manera presentes en todos los lugares del mundo. Sobre las negociaciones, hay un punto que es muy importante: por primera vez hay una voluntad de los dos bloques de llegar a un acuerdo.

—¿Le ve más futuro a la Alianza del Pacífico o al Mercosur?

—No sé, no lo podría decir. Me parece que si el Mercosur logra superar esta crisis, los fundamentos políticos del Mercosur son mejores que los de la Alianza del Pacífico, que es una alianza económica, únicamente de libre comercio. El proyecto del Mercosur es de integración política. Pero primero hay que superar los problemas internos, y realmente ver con la Unión Europea y otros bloques si hay voluntad de abrirse desde el punto de vista económico. El mercado central que representa el 60% del bloque es Brasil. Hay que saber cuál es la voluntad del gobierno y de los dirigentes económicos de Brasil sobre la apertura de su mercado. El presidente Hollande se lo dijo al presidente Vázquez en Francia y lo repitió acá en Uruguay: Francia está totalmente de acuerdo y apoya esta negociación a partir del momento que sea equilibrada y defienda los intereses de todas las partes. No se puede hablar de una apertura agrícola sin hablar también de una apertura de los mercados públicos en América Latina y de las industrias.

—Francia ha sido golpeada por el terrorismo en estos años. ¿Uruguay o algún país de la región puede convertirse en lugar de refugio para elementos terroristas?

—Uruguay desde el primer día, después de los atentados contra el semanario Charlie Hebdo (7 de enero de 2015), manifestó su solidaridad. Ustedes saben que hay una zona entre tres países (la triple frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay) potencialmente peligrosa para la seguridad. Ahora no se puede decir que hay un peligro particular o elementos que permitan pensar que los terroristas están presentes activamente.

—¿Pueden haber células dormidas?

—Exactamente. Pero ahora no hay una parte del mundo que pueda considerarse totalmente alejada del terrorismo. El crimen de Paysandú (el comerciante de origen judío David Fremd asesinado de una puñalada en marzo pasado) demuestra que una persona detrás de su ordenador puede radicalizarse solo. La dificultad es identificar ese tipo de comportamientos, que son más psiquiátricos que ideológicos. No hay lugar que pueda considerarse fuera del riesgo del terrorismo.

El embajador Sylvain Itté está orgulloso de un programa que acordaron Francia y Uruguay para el intercambio de estudiantes. El acuerdo se firmó en oportunidad de la visita del presidente Hollande en febrero pasado. Es un programa de visas que permite que un joven francés venga a Uruguay a estudiar, trabajar y vacacionar por un año. Igual un uruguayo en Francia. El acuerdo está operativo desde el 1° de agosto.

SYLVAIN ITTÉ