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"El presidente está muy aislado"

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Oscar Bottinelli, director de Factum. Foto: Archivo El País
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INES GUIMARAENS

"La incertidumbre sobre la economía no ayuda", sostuvo el politólogo.

—¿No hubo luna de miel de la ciudadanía con Vázquez?

—Cuando un presidente repite mandato no hay luna de miel, es una especie de segundo acto. La gente ya lo conoce y eso lo condiciona mucho. No podemos decir que existan malestares con la anterior gestión porque José Mujica terminó con un nivel altísimo de aprobación de la gestión y Vázquez arrancó con un porcentaje aún mayor. Lo que impresiona es la velocidad de la caída, que es mayor incluso a la que sufrió en su momento el expresidente Jorge Batlle.

—¿Por qué se desploma la aprobación en tan pocos meses?

—Eso se debe a esa permanente marcha atrás de Vázquez que salía a romper con cosas que hizo Mujica y luego daba marcha atrás. Ocurrió con la legalización de la marihuana, el Fondes, el Antel Arena, la fallida intervención en la elección de un ministro de la Suprema Corte, el TISA, y la crisis en la estructura del gobierno de la educación. José Mujica encantó a mucha gente pero incluso esa gente veía un gobierno con un timón débil. En Vázquez la gente veía una conducción clara, inequívoca. La gente no compara este gobierno con el de Mujica, lo compara con lo que ella cree que fue el primer gobierno de Vázquez. La gente construyó en su imaginario un Vázquez seguro y ahora ve que ese imaginario no coincide con la realidad, y eso genera desilusión porque esperaban otra cosa.

—¿Cuánto pesa la coyuntura?

—La incertidumbre sobre la economía y el futuro se liga a todo esto y no ayuda. Fueron Vázquez y su ministro Danilo Astori los primeros en decir que los números que habían recibido del gobierno anterior los habían sorprendido. Luego, con la duda instalada, cambiaron el discurso. Pero es claro que hay sectores muy golpeados. Esa incertidumbre ligada a una autoridad vacilante provoca un impacto en la opinión pública. La gente creía que Vázquez sería un puño de hierro y no lo está siendo.

—¿Cuánto ruido provoca en la ciudadanía la relación entre el gobierno y el Frente Amplio?

—Hay un problema con el manejo del poder, con la gestión concreta, la coherencia de los discursos y la toma de decisiones. Las disonancias entre Vázquez y la mayoría del oficialismo eran previsibles. Se formó un consejo de ministros que deja prácticamente fuera a la mayoría del Frente Amplio, es un gabinete esencialmente presidencial y ese es un foco de conflicto inevitable. Eso no sería un factor de desgaste si Vázquez hubiera logrado doblegar a la mayoría del Frente Amplio, pero fue la mayoría del Frente Amplio la que doblegó al presidente.

—¿Cuánto pesa la figura del expresidente José Mujica en estos conflictos?

—Mujica es el referente de un espacio integrado por las listas 609, 1001, socialistas garganistas y, en cierto modo aunque oscilando, la 711 de Raúl Sendic. Y en ese rol de referente Mujica pesa. Del otro lado está el astorismo y los socialistas renovadores. Entonces, hay una relación de más de dos a uno en la bancada parlamentaria a favor del mujiquismo. Por otro lado, Vázquez actúa con poca conexión con el Parlamento. Los presidentes siempre tuvieron operadores en las dos cámaras, gente que cuando hablaba se sabía que lo hacía por el presidente. Hoy eso no existe. Vázquez es un presidente aislado, está muy solo. Es una gran diferencia con su primer gobierno cuando tenía un consejo de ministros integrado por líderes de todos los sectores, gente con peso político. Ahora, salvo Astori, no hay líderes en el consejo de ministros y tampoco en el entorno de Vázquez. En muchas formas el presidente se ha aislado mucho.

—¿Cómo se revierte la caída en la aprobación?

—El Frente tiene que sentarse para barajar y dar de vuelta. Tiene que ser un gobierno en el que el Frente Amplio se sienta representado. Las grandes líneas deben estar consensuadas porque cada tema no puede convertirse en un debate público. Esto requiere de un acto de madurez de la conducción política global.

—¿La actuación de la comisión investigadora sobre la gestión del vicepresidente Raúl Sendic en Ancap incide en la caída de la aprobación del presidente Vázquez?

—La caída de la imagen de Ancap es estrepitosa. Nunca en 25 años la imagen de un organismo cayó en esa magnitud. Sin dudas es un golpe pero más allá de Ancap aún no sabemos a quién más golpea. No creo que hoy golpee al presidente Vázquez ni al gobierno. Tampoco golpea a Mujica. Hay que esperar. Ocurre algo similar con la marihuana, la mayoría de la gente quiere la legalización por lo que ese tema tampoco incide. La inseguridad es estructural y tampoco explica la caída. El problema de fondo es el manejo del poder.

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Oscar Bottinelli, director de Factum. Foto: Archivo El País

Óscar Bottinelli - Politólogo y director general de FactumGONZALO TERRA

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