"El Parlamento debe ser una verdadera casa de cristal donde todas y cada una de las actividades que desempeñan legisladores y funcionarios en general puedan ser escrutadas y controladas por la ciudadanía", señala la exposición de motivos del proyecto de ley presentado por el diputado comunista Gerardo Núñez para regular los viáticos.
La iniciativa —a la que accedió El País— consagra un régimen de liquidación de viáticos en virtud del cual se establece la obligación de justificar gastos, así como la devolución de remanentes. El sistema actual deja librado a la voluntad del legislador la devolución de las partidas entregadas para la realización de viajes.
Las rendiciones de cuentas se referirán a comprobar el número de días transcurridos fuera del país, y deberán ser presentadas ante la presidencia de la Cámara en la que se desempeñe el legislador o el funcionario de que se trate, dentro de los diez días corridos siguientes a su reintegro, adjuntando los comprobantes correspondientes.
En el mismo sentido, se establece la obligatoriedad del descuento de los haberes del legislador o funcionario de que se trate en caso de gastos que no fueren debidamente documentados.
En tanto, se establece como principio general la no percepción de viáticos cuando los gastos emergentes de la misión fueran solventados por la entidad que organice la actividad, con excepción de una partida menor para la cobertura de imprevistos. Según un relevamiento de El País en lo que va de la legislatura, el Parlamento destinó US$ 526.000 para el pago de viáticos a legisladores y solo se devolvieron US$ 46.000.
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