El Molino Dolores todavía no puede reabrir y comenzar a moler porque la Justicia no accedió al pedido de concurso que se le había realizado. La situación es "complicadísima" y afecta a unos 250 trabajadores, dijo a El País el dirigente del sindicato molinero, Federico Barrios.

"La expectativa era que antes del 5 de marzo estuviera decretado el concurso y eso no sucedió. Igualmente, por datos que tenemos, algún trabajador podría pedir el concurso. Y el socio mayoritario nos dice que va a pedir el concurso. Pero hasta hoy no lo hizo", explicó Barrios. En septiembre del año pasado el socio minoritario de Cereoil (propietaria del molino), el grupo estadounidense Seabord, que tenía el 45% de las acciones, solicitó el concurso. El socio mayoritario es un grupo local que se mostró sorprendido por el pedido de concurso. Cereoil tiene deudas por cerca de US$ 50 millones.

Desde el 31 de enero el molino no tiene actividad de molienda.

Barrios señaló que la situación será complicada aún cuando el molino pueda volver a funcionar. "El molino se remató tres veces en los diez últimos años, siempre por mala gestión. Es muy fuerte en tecnología, tiene mercado. Es el segundo molino del país y puede moler 550 toneladas por día. Está ubicado en una zona estratégica, se ahorra los fletes porque está a diez metros del puerto. No entendemos qué es lo que pasa. Seguro que hay una mala gestión. No hay perspectivas de laburo en Dolores", comentó.

En la Central de Riesgos del Banco Central del Uruguay (BCU) figura que Cereoil cuenta con líneas de créditos vigentes con instituciones financieras por US$ 46 millones, con calificación de 2A (deudor con capacidad de pago adecuada) y 2B (deudor con problemas potenciales). El sindicato cree que las deudas son seis veces superiores al valor que podría tener el molino.

Molino Dolores era uno de los principales exportadores de granos de Uruguay. El año pasado la empresa había presentado solicitudes de exportación por 276.000 toneladas.

CONCURSO RECHAZADO