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Políticos de todos los partidos honraron la figura de Atchugarry

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Foto: Darwin Borrelli

La labor del exministro de Economía fue reconocida tanto por el partido de gobierno como por la oposición.

La muerte de Alejandro Atchugarry, ministro de Economía y Finanzas durante la etapa más dura de la crisis que afectó al Uruguay en el año 2002, fue recibida con tristeza en el amplio espectro político del país. Se trataba de uno de los dirigentes políticos más queridos y respetados sin distinción de divisas partidarias.

Leonardo Costa, prosecretario de la Presidencia durante la administración del fallecido Jorge Batlle (2000-2005), dijo en declaraciones a radio Sarandí que el fallecimiento de Atchugarry es "una gran pérdida", y destacó que el exministro era "un ser discreto, por encima que nada un republicano y de un perfil siempre bajo".

Más tarde, en el velorio del exministro, dijo a la prensa que "cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) quería que el Uruguay quebrara, él dijo 'no, yo no lo voy a hacer, hay que buscar una forma'".

Costa destacó que su último contacto con Atchugarry fue en enero y lo vio "muy contento" porque estaba por ser abuelo.

Pedro Bordaberry, senador colorado y ministro de Turismo durante el gobierno de Batlle, indicó en Desayunos informales de Teledoce que "Alejandro traspasó todas las fronteras partidarias". "Ahora vamos a hablar mucho de lo que hizo en 2002 pero creo que no fue solo eso, fue mucho más, un hombre con el que nos identificábamos todos y con el que nos identificamos en aquel momento de la crisis", afirmó.

El senador contó que "el presidente Batlle decía que cuando vino la crisis optó por los Vascos: Atchugarry en Economía, Bordaberry, Aguirrezabala en Agricultura".

Sobre el alejamiento del exministro de la política, Bordaberry aseguró que "siempre decía lo mismo, había sentido que tenía que dedicarle más tiempo a sus hijos", y destacó que, de la misma forma también decía que "el día que la democracia esté en peligro" regresaría al ámbito político.

Atchugarry, que pocos años antes de la crisis había sufrido la muerte de su esposa, "quería dedicarse a sus hijos", a los que "en aquellos años tan duros les había sacado tiempo y sentía la necesidad de devolverle ese tiempo", dijo el senador.

Luis Alberto Heber, senador y presidente del directorio del Partido Nacional, dijo que Atchugarry "lamentablemente tenía edad como para darle más al país".

"Recuerdo un Alejandro que se comprometía con el sistema político de asumir una carga si lo apoyábamos -y lo apoyamos- sin tasa ni medida, cumpliendo con su palabra de que él después no iba a ser candidato", manifestó.

"Yo le decía 'vasco, no seas tan vasco'", y agregó que Atchugarry le respondió que "'la única manera en que puedo llevar esto adelante es si después no soy candidato a nada' y lo cumplió".

El senador Jorge Larrañaga, mientras tanto, afirmó que el exministro no buscaba "el brillo del oropel"porque "su sencillez, representada por su vehículo, por la forma en como actuaba, representaba la República, la democracia, la condición política en su esencia de servidor público".

Julio María Sanguinetti

En Desayunos informales también habló el expresidente colorado Julio María Sanguinetti, quien aseguró que “detrás de Alejandro había un formidable valor humano, de generosidad, de bondad, de lealtad, de sacrificio, de sentido de la familia”. Y agregó que era “una figura humana extraordinaria, con una sencillez a la que le hacía un culto empecinado”.

“Él mismo le dijo a su familia que no quería nada, que quería irse en silencio. Pero en silencio no se va, porque todos los evocamos y lo hablamos. Es un modelo a poner delante de la ciudadanía, que tantas veces mira con cierto desdén a la actividad política. Allí hay una figura ejemplar que deja recuerdos y lecciones, una gran lección de dignidad”, concluyó Sanguinetti.

En el velorio de Atchugarry, que se llevó a cabo en Forestier Pose, el exmandatario definió al exministro como "un héroe de la República sin quererlo" que "brilló sin proponérselo".

El economista Julio de Brun, presidente del banco central en 2002, recordó a Atchugarry en diálogo con radio Carve, definiéndolo como “un amigo”. Dijo además, que siempre admiró “su capacidad humana y política". "Alejandro tenía enorme terquedad para convencer sobre cosas imposibles y enorme capacidad para lograrlas", sostuvo.

El adiós en las redes sociales

Tanto desde a sus cuentas personales como a través de las cuentas de sus partidos, la clase política uruguaya despidió al exministro.

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Foto: Darwin Borrelli

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