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Bonomi: un retorno aliviado

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Eduardo Bonomi por Arotxa

VÁZQUEZ PROTAGONISTA

El presidente tomó el protagonismo en seguridad y sacó presión al ministro cuestionado.

Sin la presión de ser la figura encargada de gestionar la seguridad pública, Eduardo Bonomi retornó a la escena pública. Lo hizo en un medio de comunicación amigo, que regentea su propio sector político. Ayer el jerarca concedió una entrevista a la radio M24, que fue arrendada por el Movimiento de Participación Popular (MPP) en el año 2016, y aclaró que su salida del país había sido programada con mucho tiempo de antelación.

El ministro admitió que luego de los dichos del director nacional de Policía, Mario Layera a El Observador, el presidente Tabaré Vázquez decidió darle un nuevo impulso a la gestión de seguridad con la creación de un nuevo organismo para coordinar información y estrategias para esa área. Con eso el peso de la seguridad pública ahora está sobre los hombros del presidente de la República.

En la entrevista Bonomi aclaró que el 2 de enero nacieron dos nietos y aprovechó su estadía en viejo continente por razones de su función para ir a conocerlos. "Lo había previsto, había informado que iba a ir y entonces a la vuelta de Rusia (lo hice) con licencia sin goce de suelto y a costo absolutamente mío, no como dijo el inefable senador (en alusión a Pedro Bordaberry)", dijo.

El jerarca aclaró que a pesar de su ausencia, el Ministerio del Interior funciona con un equipo. "Que falte el ministro no cambia nada", dijo. Luego agregó que el plan integral de tratamiento a los problemas de seguridad, ya había sido adelantado por él en el Día de la Policía cuando hizo un discurso en la Plaza Independencia.

Pero explicó que ahora el programa tiene un rango más al ser asumido por el propio presidente. "Presidencia es un rango superior no solo de coordinación, sino también de conducción" dijo y aclaró que "la conducción de las políticas corresponde al presidente".

Bonomi hizo una interpretación de los dichos de Layera y dijo que su diagnóstico sobre la seguridad es compartido. Sin embargo opinó que la comparación de Uruguay con El Salvador y Guatemala no es correcta. "No es correcto (...) que estemos camino de El Salvador y Guatemala, además no fue eso exactamente lo que dijo Layera porque la pregunta fue formulada de otra forma y luego se quitó de la entrevista", dijo el secretario de Estado.

El ministro criticó el arranque que tuvo la implementación del nuevo Código del Proceso Penal (CPP), ya que por sus características, muchos delincuentes detenidos no fueron puestos bajo prisión preventiva. "Esos delincuentes que saben que no les queda otra que ir procesados, ¿qué van a hacer sueltos?", se preguntó dando por hecho que iban a volver a delinquir mientras seguían en libertad.

Otro de los puntos sobre los que habló fue el aumento en el índice de homicidios. Bonomi admitió la problemática situación, pero aclaró que la gran mayoría de los casos se debe a "ajustes de cuentas" entre bandas de narcotraficantes. El ministro sí aclaró que es interés del gobierno atacar ese fenómeno, pero admitió que es más complejo.

La salida de Bonomi.

El ministro del Interior había salido de escena al viajar a Rusia tras enfrentar una nueva interpelación en la Cámara de Senadores. Allí tenía programada la participación en un foro sobre seguridad y combate al narcotráfico. Pero luego postergó su retorno a Uruguay para visitar a su hija en un pueblo francés alejado de París y conocer a sus nuevos nietos mellizos.

En Montevideo una cantidad de homicidios de alto impacto, como el del joven trabajador del Kinko, fueron protagonistas de la crónica roja, y desde la oposición se criticó la decisión del ministro de no suspender sus vacaciones.

Pero la cosa terminó de estallar cuando Layera salió públicamente a graficar una realidad compleja. Dijo que Uruguay iba camino a ser la Guatemala o El Salvador de Latinoamérica.

El policía número uno del Uruguay no se quedó ahí: dijo incluso que el gobierno temía tomar las medidas necesarias para revertir la situación.

El episodio hizo mover las piezas en el gobierno. Sin Bonomi en el país, el presidente Váz-quez convocó a su hermano, Jorge, quien oficiaba de ministro interino del Interior para analizar la situación y decidir una estrategia. La movida comenzó a verse a las pocas horas. Jorge Vázquez eligió el informativo de Canal 10 para decir que se mantenía el respaldo a Layera y que a pesar de no coincidir con algunos de los análisis se mantendría en el cargo porque es una figura muy importante para garantizar la seguridad ciudadana.

Pero el gran cambio se conocería días después. El jefe de Estado decidió quitarle presión a Bonomi y asumir él, el manejo de la seguridad pública. Para eso conformó un nuevo organismo de coordinación en la Presidencia encargado de centralizar toda la información necesaria para luego definir los operativos de represión.

Reacción.

La decisión presidencial no fue evaluada positivamente por integrantes de la oposición que la ven poco eficaz, a destiempo y destinada al fracaso.

Para el líder del Partido Independiente, Pablo Mieres, "no parece una respuesta eficaz la creación de una coordinación interinstitucional del gobierno. Suena a un gesto burocrático. Lo que se necesita es una recuperación de la presencia de la Policía en los barrios", sostuvo.

El senador colorado, José Amorín, opinó que "en el Frente Amplio si no pueden tocar al jerarca, lo contrarrestan desde otro organismo. Mujica usó OPP versus Astori y Economía. Váz-quez, que no puede sacar a Bonomi, lo saltea con coordinadora en Presidencia para la Seguridad. Ya fracasaron las comisiones, pagamos todos".

Guillermo Maciel, director del Observatorio de Seguridad de la Fundación Propuestas vinculada al Partido Colorado, sostuvo: "Otro organismo más en el Estado. Más y más burocracia. Más reuniones y deliberaciones. Como decía Napoleón cuando quieras que algo no se haga o se demore, crea una comisión".

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