Cumbre de países de América Latina en Uruguay fijó un plan de acción.
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Con un millón y medio de personas infestadas con zika en Brasil y luego de que el pasado lunes la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la alerta sanitaria mundial, ministros de Salud de toda América Latina se reunieron en Montevideo para fijar estrategias contra la enfermedad. El encuentro fue el mismo día en que desde Estados Unidos se advirtiera sobre el primer caso de contagio del virus por transmisión sexual.

Además de los ministros, la cumbre contó con la participación de la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, quien se comprometió ante los secretarios de Estado a aportar US$ 10 millones para llevar a cabo medidas contra la enfermedad. En tanto, los jerarcas resolvieron pedir a los gobiernos centrales partidas presupuestales adicionales.

"La cifra que va a dar la OPS son 10 millones de dólares. La idea es que este dinero sea administrado de manera regional. No hubo buenas experiencias con el dinero que se destinó para combatir el ébola, el cual se administró de forma centralizada. Nada mejor que la misma región para saber qué es lo que se está sufriendo y qué es lo mejor que se debe hacer", dijo a El País el ministro de Salud de Argentina, Jorge Lamus, quien además ocupa el cargo de vicepresidente del comité ejecutivo de la OMS.

El presupuesto se repartirá "entre los países que luchan contra el vector", según señaló Etienne en rueda de prensa. Es decir que en primer lugar está Brasil y luego le sigue Colombia con 20.000 casos confirmados. Lamus señaló que en Argentina ya se detectaron tres casos importados, es decir de personas que llegaron con la enfermedad desde el extranjero. En Uruguay no se han confirmado casos. De todos modos, el gran problema que presenta esta enfermedad es el sub-diagnóstico. "Es muy difícil saber la cantidad de caos de zika que hay, ya que una de cada cuatro personas infestadas no tiene sintomatología, es decir que el 75% ni se da cuenta", precisó la directora de la OPS, quien añadió que la organización deberá primero pedir los 10 millones de dólares a donantes antes de poder entregárselos a los países.

Los ministros informaron una serie de medidas a llevar adelante que van desde generar protocolos para diagnosticar, a profundizar campañas de concientización a la población para evitar la presencia del mosquito Aedes aegypti (que es el que transmite tanto el zika como el dengue y el chikungunya) y a la creación de una vacuna contra la enfermedad.

"El combate al Aedes aegypti, al zika y a las demás enfermedades transmitidas por el mosquito, debe contar con una unión de esfuerzos. Lo que estamos buscando es una vacuna y nuevas tecnologías. De todas formas, la respuesta inmediata debe ser atacar los lugares donde el mosquito se puede desarrollar", precisó en rueda de prensa el ministro de Salud de Brasil, Marcelo Castro.

Expertos brasileños han llevado a cabo un acuerdo con universidades estadounidenses para trabajar en conjunto en la creación de una vacuna contra el virus. El próximo día 11 llegarán a Brasil técnicos norteamericanos para determinar un cronograma de trabajo. Castro señaló que ya hubo llamadas telefónicas entre la presidenta brasileña, Dilma Rousseff (quien pidió que se llevara a cabo la reunión de ayer) y su homólogo norteamericano, Barack Obama.

De todas formas, el ministro de Salud argentino advirtió que en la reunión de secretarios de Estado quedó claro que "la vacuna no estará lista en menos de un año, así que no se podrá utilizar para este brote epidemiológico".

Además de lo que tiene que ver con el millón y medio de personas infestadas, la preocupación en Brasil implica el fuerte incremento de casos de microcefalia (una malformación congénita que afecta a niños que nacen con una cabeza y un cerebro anormalmente pequeños), que según Castro están directamente relacionados al zika. En Brasil se registraban unos 150 casos anuales de esta enfermedad, pero en estos últimos cuatro meses se diagnosticaron 4.793. "Nos preocupa mucho el fuerte vínculo entre el virus zika y los casos de microcefalia, pero también nos preocupa la aparición en adultos del síndrome de Guillian Barré (un trastorno del sistema inmunitario)", precisó por su parte la presidenta de la OMS.

Sobre la posible transmisión del virus en relaciones sexuales, el ministro de Salud Pública de Uruguay, Jorge Basso, advirtió ayer que "no hay pruebas suficientes" para determinar que esto es así, pero señaló que en la cumbre también se resolvió que un grupo de científicos se ponga a trabajar en investigar si esto es posible.

"Se puede viajar con normalidad, pero de todos modos se recomienda a mujeres embarazadas que vayan a países con zika que tomen precauciones adicionales", sostuvo ayer a la prensa la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, cuando fue consultada sobre el partido por la eliminatorias entre Brasil y Uruguay que se llevará a cabo en marzo, y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro que serán en agosto. La directora advirtió que hasta ahora "ya son 26 los países y territorios que han notificado la presencia del virus zika", y que este se está "diseminando rápidamente".

La falta de repelente o lo costoso de estos productos ha ocasionado un nuevo problema en Argentina: la gente hace sus propios repelentes caseros, algunos muy peligrosos para la salud. "No sabemos con claridad qué clase de productos están utilizando, pero sí sabemos que no son aconsejables", precisó a El País el ministro de Salud de Argentina, Jorge Lamus, que participó ayer de la cumbre del Mercosur y países asociados en Montevideo. "Para terminar con esto, estamos trabajando para que haya suficiente repelente y a un precio que sea accesible para toda la población".

La guerra contra el virus del zikaCARLOS TAPIA