Chefs y artistas se dieron cita en emblemática sede del BROU.

El hall central del Banco República de la Ciudad Vieja se vistió de gala desde la hora del crepúsculo para recibir a los 500 comensales que asistieron a la cuarta edición de "La Noche en el Maciel", una cena a beneficio del histórico hospital.

En las últimas horas de la tarde, ya cerradas las oficinas y comercios que avivan a diario la Ciudad Vieja, decenas de personas vestidas de blanco caminaban de un lado a otro por el amplio vestíbulo del edificio bancario arreglando mesas, limpiando copas y llevando mercadería a las distintas "cocinas" que se montaron en el lugar.

Mientras tanto, sobre la calle Cerrito —que fue especialmente cerrada para la ocasión— los cocineros comenzaban a encender las parrillas, marinaban los pescados "a la sal" y se aprestaban a preparar los bocaditos con los que se iba a recibir a los participantes.

"Los trabajos comenzaron a las 8 de la mañana, pero veníamos preparando el evento desde hacía aproximadamente un mes. Trabajaron en total cerca de 100 personas", explicó Lucía Soria, quien fue la encargada de coordinar el equipo de chefs.

Además de ella, durante la cena participaron otros seis chefs que forman parte de la movida juvenil gastronómica del barrio: Federico Amándola, Santiago Garat, Laura Rosano, Martín Lavecchia, Alejandro Morales y Florencia Courreges.

El evento comenzó cerca de las 21:00 horas y congregó tanto a funcionarios ministeriales como a las familias y empresas que colaboraron con el evento benéfico, y también a personalidades de la cultura y del deporte. Los participantes fueron bienvenidos con una recepción que se realizó en el exterior del Banco, a la luz de los fogones y parrillas que iluminaban la cuadra.

La recepción consistió en corvina a la sal, terrinas de vegetales y queso de cabra, sándwiches de jabalí braceado con un crocante de malta, langostinos con salsa tabasco, lima y leche de coco, empanadas de cordero fritas en caldero y una sopa de sandía y menta.

"La intención de brindar una recepción en la calle fue romper el molde y hacer algo más descontracturado y no tan protocolar", indicó uno de los organizadores.

Desde allí los comensales pasaron al interior del salón en donde más de 50 mesas habían sido dispuestas en el hall del Banco República.

La entrada consistió en morrones y cebollas asados, con tomates cherry, y un crocante de parmesano; el plato principal fue una nuez de quijada con chauchas, zanahorias y boniato con salsa de guayabos. De postre, tarteleta de lima con frutillas y un helado de pistacho.

Los asistentes pudieron disfrutar de varios espectáculos de música en vivo, por ejemplo los del tecladista Hugo Fattoruso, Alejandro Spuntone & Gabriel Mendaro (ex La Trampa y Hereford), y del dúo Larbanois-Carrero.

"En esta edición con modalidad de cena fue la primera vez que se logró vender todas las entradas por anticipado: quinientas", explicó el director del Hospital Maciel, Álvaro Villar.

Con el dinero recaudado durante la cena, sumado a otros aportes realizados por distintas empresas y particulares, se logrará llegar a los 86 mil dólares necesarios para que el Maciel pueda adquirir un moderno espirómetro, destinado a estudiar las enfermedades pulmonares.

"Con este aparato pasamos a ser uno de los centros mejor equipados", señaló el director del Hospital Maciel.

Las entradas tenían un precio de US$ 100, y también varias empresas contribuyeron donando distintas mercaderías, lo cual redujo los costos y permitió incrementar los fondos que irán al hospital, informó Villar. "El vino fue aportado por la familia Deicas; la carne, por el Instituto Nacional de Carnes (INAC) y por distintos establecimientos agropecuarios".

Macromercado, el Mercado Modelo y Disco donaron el resto de los ingredientes de la cena memorable.

CUARTA EDICIÓN DE "LA NOCHE EN EL MACIEL"