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Murió el exdictador Gregorio Álvarez esta madrugada en el Hospital Militar

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Álvarez en 1972, tras la muerte de cuatro militares a manos del movimiento tupamaro. Foto: Archivo El País.

El expresidente de facto dejó de existir hoy en el Hospital Militar. Tenía 91 años. En 1981 fue elegido presidente por el Consejo de la Nación de la dictadura cívico-militar y se mantuvo en el cargo hasta 1985.

Hoy falleció el dictador uruguayo Gregorio Álvarez, último presidente de facto del gobierno cívico militar que dio un golpe de Estado en 1973. El retirado teniente general del Ejército tenía 91 años y se encontraba internado en el Hospital Militar desde el pasado 14 de diciembre.

Álvarez fue presidente de facto en 1981 y es considerado uno de los principales artífices del golpe de Estado (1973-1985).Durante su gestión al frente del gobiernocontinuó con la represión hasta que finalmente, forzado por el avance de los sectores políticos opositores en las elecciones internas de los partidos políticos de 1982 y, tras haber perdido gran parte del apoyo de las Fuerzas Armadas para continuar con el régimen dictatorial, accedió a negociar un cronograma electoral, que finalizó con las elecciones legislativas y presidenciales de noviembre de 1984.

Resueltas las elecciones en favor de Julio María Sanguinetti, el candidato del Partido Colorado, Álvarez dimitió el 12 de febrero de 1985, cediendo el poder al entonces presidente de la Suprema Corte de Justicia, Rafael Addiego.

Álvarez inició su carrera militar en 1940 yse graduó como oficial del Regimiento de Caballería en 1946, integrándolo hasta 1959. Fue jefe de Operaciones de Caballería en la Escuela de Instrucción Militar y de la Guardia Republicana de Montevideo.

En 1970 recibió la venia del Senado de la República para ser ascendido a general, cargo que comenzó a ostentar en 1971. Ese mismo año, fue designado jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas (Esmaco), organismo a cargo de la coordinación y planificación de las acciones contra la guerrilla.

El 23 de febrero de 1973, meses antes del golpe de Estado, Álvarez fue designado secretario permanente del recién creadoConsejo de Seguridad Nacional creado tras el acuerdo de Boiso Lanza, que asesoraba al entonces presidente Juan María Bordaberry (1928-2011).

Al producirse el golpe de Estado del 27 de junio, fue uno de los militares que ingresó en el Palacio Legislativo, junto al general Esteban Cristi, a los coroneles Alberto Ballestrino y Hugo Arregui y al teniente coronel Julio Barrabino.

En 1974 asumió como comandante de la 4ª División del Ejército, trasladándose a Minas. En 1975 fue tomó el cargo de presidente de laComisión de Asuntos Políticos de las Fuerzas Armadas y en 1978 fue designadoComandante en Jefe del Ejército.

En 1979 pasó a retiro y en 1981 forzó al Consejo de la Nación a que lo designara presidente. Asumió el cargo el 1° de septiembre de 1981. Un año atrás se había celebrado el Plebiscito constitucional, en el que el 57% de la ciudadanía rechazó la propuesta de crear un régimen constitucional que legitimara a la dictadura cívico-militar.

Álvarez fue acusado de hacer todo lo posible durante su gestión para obstaculizar la salida democrática, que el sector encabezado desde 1984 por el teniente general Hugo Medina (1929-1998) pretendía llevar a cabo.

El 18 de diciembre de 2007, 23 años después de haber dejado la Presidencia de facto, fue detenido por pedido de la fiscal Mirtha Guianze y orden del juez Luis Charles, acusado de torturas, asesinatos y desapariciones de personas durante la dictadura militar.

Su prisión marcó un giro esencial en la aplicación de la ley de caducidad, de acuerdo a la interpretación que de su artículo 4º hizo el presidente Tabaré Vázquez. En octubre de 2009 fue sentenciado a 25 años de prisión por homicidio muy especialmente agravado de 37 desaparecidos.

A mediados de 2015 sufrió un accidente cerebrovascular mientras estaba recluido en la Cárcel de Domingo Arena, donde permaneció tres meses.

En octubre de este año, la Fiscalía de Roma pidió que Álvarez y otros 29 exjefes de Estado y miembros de las juntas militares y los servicios de seguridad de Bolivia, Chile, Perú y Uruguay entre 1970 y 1980 fueran condenados a prisión, por la muerte de 23 ciudadanos de origen italiano dentro del llamado Plan Cóndor, una estrategia de coordinación de acciones y mutuo apoyo entre las dictaduras latinoamericanas de las décadas para perseguir, detener, interrogar, torturar, asesinar y desaparecer a personas consideradas subversivas por los regímenes.

El proceso judicial se lleva a cabo en los tribunales de la tercera sala del Fuero Penal.

Álvarez en 1972, tras la muerte de cuatro militares a manos del movimiento tupamaro. Foto: Archivo El País.
Álvarez en 1972, tras la muerte de cuatro militares a manos del movimiento tupamaro. Foto: Archivo El País.
Álvarez habla con la prensa tras la creación del Consejo Nacional de Seguridad (Conase), en 1973. Foto: Archivo El País.
Álvarez habla con la prensa tras la creación del Consejo Nacional de Seguridad (Conase), en 1973. Foto: Archivo El País.
Álvarez y Juan María Bordaberry en San Miguel, Rocha, en 1973. Foto: Archivo El País.
Álvarez y Juan María Bordaberry en San Miguel, Rocha, en 1973. Foto: Archivo El País.
Álvarez asume como coronel en jefe del Ejército, 1978. Foto: Archivo El País.
Álvarez asume como coronel en jefe del Ejército, 1978. Foto: Archivo El País.
Gregorio Álvarez asume la presidencia de facto en 1981. Foto: Archivo El País.
Gregorio Álvarez asume la presidencia de facto en 1981. Foto: Archivo El País.
Álvarez junto al presidente del Consejo de Estado de la Nación, Hamlet Reyes, en la asunción del dictador, 1981. Foto: Archivo El País.
Álvarez junto al presidente del Consejo de Estado de la Nación, Hamlet Reyes, en la asunción del dictador, 1981. Foto: Archivo El País.
Álvarez asume la presidencia de facto en 1981. Foto: Archivo El País.
Álvarez asume la presidencia de facto en 1981. Foto: Archivo El País.
Los dictadores Gregorio Álvarez y Leopoldo Galtieri (Argentina), en 1972. Foto: Archivo El País.
Los dictadores Gregorio Álvarez y Leopoldo Galtieri (Argentina), en 1972. Foto: Archivo El País.
Álvarez y el rey Juan Carlos de Borbón en 1983. Foto: Archivo El País.
Álvarez y el rey Juan Carlos de Borbón en 1983. Foto: Archivo El País.
Los dictadores Gregorio Álvarez y Augusto Pinochet (Chile). Foto: Archivo El País.
Los dictadores Gregorio Álvarez y Augusto Pinochet (Chile). Foto: Archivo El País.
Gregorio Álvarez sal de su casa en 2006, cuando sería notificado sobre su procesamiento. Foto: Archivo El País.
Gregorio Álvarez sal de su casa en 2006, cuando sería notificado sobre su procesamiento. Foto: Archivo El País.
Álvarez anota matrículas de vehículos de la prensa estacionados frente a su casa, 2006. Foto: Archivo El País.
Álvarez anota matrículas de vehículos de la prensa estacionados frente a su casa, 2006. Foto: Archivo El País.
Álvarez y el exdiputado colorado Daniel García Pintos en el Círculo Militar. Foto: Archivo El País.
Álvarez y el exdiputado colorado Daniel García Pintos en el Círculo Militar. Foto: Archivo El País.
Gregorio Álvarez en el juzgado, 2006. Foto: Nicolás Pereyra / Archivo El País.
Gregorio Álvarez en el juzgado, 2006. Foto: Nicolás Pereyra / Archivo El País.
Álvarez a la salida del juzgado de la calle Misiones, 2007. Foto: Archivo El País.
Álvarez a la salida del juzgado de la calle Misiones, 2007. Foto: Archivo El País.
Álvarez sale del juzgado en 2006 tras declarar en caso sobre desparecidos. Foto: Archivo El País.
Álvarez sale del juzgado en 2006 tras declarar en caso sobre desparecidos. Foto: Archivo El País.
Álvarez sale esposado del juzgado de la calle misiones, en 2007. Foto: Francisco Flores / Archivo El País.
Álvarez sale esposado del juzgado de la calle misiones, en 2007. Foto: Francisco Flores / Archivo El País.
Álvarez sale esposado del juzgado de la calle Misiones en 2007. Foto: Darwin Borrelli / Archivo El País.
Álvarez sale esposado del juzgado de la calle Misiones en 2007. Foto: Darwin Borrelli / Archivo El País.
Auto con la frase "por fin preso Goyo asesino" paza cerca de la Plaza Libertad, en 2007. Foto: Archivo El País.
Auto con la frase "por fin preso Goyo asesino" paza cerca de la Plaza Libertad, en 2007. Foto: Archivo El País.

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