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Un motor podría haber sido el detonante del incendio fatal

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El galpón quedó totalmente destruido y con pérdidas totales. Foto: F. Ponzetto

Falleció el operario que se encontraba internado con quemaduras graves.

Murió Carlos Martínez, el trabajador de 57 años que vivía en Barros Blancos y se desempeñaba como operario de la planta de productos termoplásticos Montelur, que se incendió el martes pasado.

El operario trabajaba en la empresa hacía más de 20 años y se dedicaba a trasvasar productos altamente inflamables desde tanques de 50.000 litros a otros envases más chicos, de 1.000 litros.

Carlos Martínez hacía su tarea "de memoria" y tenía "mucha experiencia", contó a El País Leonardo Pereira, compañero de trabajo y amigo del hombre fallecido.

A través de una manga, la acetona que se encontraba en los enormes tanques era depositada en otros más pequeños que podían ser directamente trasladados en camiones a los clientes.

Según contaron los trabajadores de la fábrica, "ese producto se usa mucho en las pinturerias, se vende a grandes empresas de pinturas del Uruguay y del exterior".

La tarea del traspaso del material inflamable es tan delicada que los trabajadores tenían que apretar pinzas con cables en sus extremos que iban desde los recipientes al suelo.

"De esa manera el tanque grande y el chico evitaban la estática que está en el aire y que se puede provocar hasta por la fricción de la ropa", explicó Israel, otro de los trabajadores.

El martes, luego de que Bomberos pudo apagar el incendio, se constató que las pinzas estaban en su debido lugar, cumpliendo con las normas de seguridad vigentes.

Las preguntas que los 150 funcionarios de la empresa se hacen son: ¿qué pasó? ¿por qué explotaron los tanques? ¿qué provocó semejante incendio?

Hipótesis.

El director de Bomberos, Leandro Palomeque, informó el martes que en la fábrica había "faltantes en los elementos de protección contra incendios que estaban declarados en la habilitación. Faltan depósitos y punteros de espuma, entre otras irregularidades por las que vamos a notificar a la empresa". Parece, sin embargo, que aun cuando en el lugar se contara con los elementos detallados, la explosión no podría haberse evitado.

De las primeras hipótesis de parte de los trabajadores que están hace años en el rubro, la falla pudo haber sido mecánica, sobrepasando el factor humano. La extracción de la acetona de los tanques se hace a través de una pequeña bomba, que oficia como motor.

La misma funciona con una base eléctrica.

Para los trabajadores y diferentes bomberos, esa pudo ser una de las razones que causó la tragedia.

Perfectamente el pequeño motor eléctrico pudo haber sufrido un cortocircuito con chisperío. Este combo es mortal si se produce al lado de un tanque con 50.000 litros de líquido combustible que está siendo traspasado a otro contenedor.

"La estática de la ropa puede producir un incendio; incluso un celular, o cualquier cosa aunque parezca increíble", relató Leonardo Pereira, amigo del hombre fallecido.

la explosión.

A la hora 8:40 fue que se escuchó una explosión. Los trabajadores que se encontraban en predio corrieron para socorrer a Carlos Martínez, quien ya estaba envuelto en llamas. No bien consiguieron apartarlo de la escena del siniestro, le sacaron la ropa hasta que llegó una ambulancia y lo trasladó al Centro Nacional de Quemados (Cenaque).

No obstante la atención que recibió, el trabajador falleció ayer. Algunos familiares suyos que hablaron con El País aseguraron que "Carlos era un hombre bueno y solitario". No tenía esposa ni hijos.

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El galpón quedó totalmente destruido y con pérdidas totales. Foto: F. Ponzetto

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