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Montevideo asciende en el ranking mundial de ciudades

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Transporte, salud, espacios públicos y aulas se consideran en el estudio. Fotos: IMM y archivo

La ubican en el puesto 5 de Latinoamérica pero con lento crecimiento.

Un estudio del IESE Business School (antes conocido como Instituto de Estudios Superiores de la Empresa), una escuela de posgrado en dirección de empresas de la Universidad de Navarra, considerada entre las más importantes del mundo, ubica a Montevideo en el puesto 5° de las mejores ciudades de Latinoamérica y en el 99 de las 180 relevadas (73 de ellas, capitales), que representan a 80 países contemplados.

En 2016, Montevideo había quedado en el lugar 121 entre 181 ciudades. En 2015 llegó al puesto 109 entre 148 ciudades rankeadas. Y en 2014 quedó ubicada en el escalón 108 entre 135 ciudades.

Con la ubicación mundial de 2017, la capital uruguaya dio un paso importante para acceder a la zona con desempeño promedio "relativamente alto", pero mantiene algunos valores negativos en ciertas dimensiones, lo cual la ubica aún en el mapa de las ciudades "vulnerables" (porque crece a un ritmo lento), y entre las "estancadas" (ya que obtiene malos resultados en algunas dimensiones analizadas).

Para conformar el índice IESE Cities in Motion (ICIM), el modelo conceptual propuesto evalúa las ciudades teniendo en cuenta diez dimensiones: capital humano, cohesión social, economía, gestión pública, gobernanza, medioambiente, movilidad y transporte, planificación urbana, proyección internacional y tecnología.

Las cifras para Montevideo zafan de los colores que advierten sobre riesgos (el rojo, el naranja y el amarillo) en materia de medioambiente, gobernanza, planificación urbana, y movilidad y transporte. En cada rubro es diversa la cantidad de puntos adjudicados.

Entre los indicadores de la gobernanza aparece por ejemplo la oferta de servicios online a todos los usuarios de la Intendencia y municipios o visitantes. También se estima si la ciudad cuenta con una plataforma de datos abiertos, y la percepción de la corrupción.

En cuanto a la variable ecológica, se tuvo en consideración la polución, las emisiones de dióxido de carbono, la mejora de la sostenibilidad medioambiental a través de planes anticontaminación, el apoyo a los edificios ecológicos y a las energías alternativas, una gestión eficiente del agua, y la existencia de políticas que ayuden a contrarrestar los efectos del cambio climático.

A propósito de la movilidad se valoró los modos de transporte, índice de tráfico para desplazarse al trabajo, las rutas aéreas o el sistema de bicicletas para uso público.

Respecto a la planificación urbana se comparó, entre más, el porcentaje de población con acceso, al menos adecuado, a instalaciones de saneamiento. Asimismo se cotejaron las políticas de vivienda y el número de ocupantes de cada hogar y el de tiendas de bicicletas, la cantidad de firmas de arquitectos per cápita, los planes maestros locales, el diseño de las zonas verdes y de espacios de uso público, así como las apuestas al crecimiento inteligente.

Carencias.

Entre lo que más deja que desear en Montevideo figura la gestión pública, el capital humano, la economía, la cohesión social, la proyección internacional y la tecnología. Dentro del capital humano se evalúa por ejemplo la proporción de población con educación secundaria y superior y el número de universidades o escuelas de negocios, hasta la cantidad de museos abiertos y galerías de arte o el gasto en ocio y recreación.

Al puntuar la cohesión social se tiene en cuenta por su parte la preocupación por el entorno social de la ciudad y el análisis de factores como la inmigración, el desarrollo de las comunidades, el cuidado de los mayores, la eficacia del sistema de salud y la seguridad e inclusión ciudadana. En esta dimensión se considera igualmente la desigualdad social, los índices de criminalidad y sanidad, la tasa de desempleo o la cantidad de trabajadoras que hay en la administración pública.

Al llegar a los indicadores de la Economía se valora por ejemplo la facilidad para comenzar un negocio; en este sentido el informe destaca que las ciudades que se ubican en las primeras posiciones en el ranking reflejan un entorno regulatorio más favorable para la creación y el desarrollo de una empresa local.

También fue considerado el número de empresas matrices (headquarters) que cotizan en la bolsa, el porcentaje de personas de entre 18 y 64 años que son emprendedoras noveles o propietarias/gestoras de un nuevo negocio. Al calificar la proyección internacional se puntúa la cantidad de turistas, hoteles y congresos, mientras que para medir el poder tecnológico se sumaron desde los smartphones hasta los usuarios de Facebook per cápita y los puntos de acceso a wifi.

LAS MEJORES Y LAS PEORES.

Europeas.

Londres, París, Berlín y Ámsterdam figuran en la lista de las mejores 10 ciudades del mundo. En Europa le siguen: Zúrich, Viena, Ginebra, Múnich, Estocolmo y Oslo.

España.

La ciudad mejor rankeada de España es Madrid, que aparece en el puesto global 28. Le siguen, por orden: Barcelona (35), Málaga (51), Valencia (63) y Sevilla (68).

Uen Oriente.

Detrás de Seúl (7) y Tokio (8), aparecen Singapur (22), Hong Kong (42) y Taipei (56). En Oceanía se destacan Melbourne (14), Sidney (16) y Auckland (Nueva Zelanda, 44).

Las últimas.

De las 180 ciudades estudiadas, las últimas cinco del ranking son: Duala (Camerún), Nairobi (Kenia), Calcuta (India), Lagos (Nigeria) y en último lugar, Karachi (Pakistán).

Planificación.

La ciudad con mejor planificación urbana entre las relevadas es Copenhague, en Dinamarca. Casi el 100% de la población tiene acceso a instalaciones sanitarias adecuadas.

Gestión pública.

Ginebra se sitúa en primer lugar, con buenos valores para casi todos los indicadores, y destacan especialmente sus bajos impuestos sobre las ventas y sus reservas per cápita.

BALANCES.

Pruebas de cómo subir en la tabla de mejores.

La evolución de la ciudad es de vital importancia para poder entender hacia dónde está orientado el objetivo de su desarrollo. El informe de la universidad española compara por eso los rankings de las ciudades durante los tres últimos años.

Los resultados muestran una cierta estabilidad en los primeros 7 puestos. Por ejemplo, Nueva York y Londres se disputaron los 2 primeros lugares entre 2014 y 2016. Durante dicho período, París y Boston se alternaron en el tercer y cuarto puesto, mientras que San Francisco conserva la quinta posición desde 2014.

Como ascensos destacados aparece el de Toronto, que subió 9 posiciones entre 2015 y 2016. Ese avance se ve reflejado en la posición que esta ciudad ocupa en el ranking general de cohesión social, medioambiente y planificación urbana.

Otra ciudad que ha evolucionado muy favorablemente es Singapur, que ascendió 7 puestos al mejorar la cohesión social y el medioambiente. Milán trepó 12 posiciones en el ranking por su planificación urbana.

Desarrollo tecnológico y realidad urbanística.

Existen ciudades que se sitúan en los primeros puestos del ranking en algunas de las dimensiones propuestas. Tal es el caso de Riad, Haifa, Estambul u Oporto, que, si bien destacan en gestión pública, medioambiente, la proyección internacional y en cohesión social, en el ranking general se ubican en los puestos 138, 115, 104 y 98.

Las ciudades de este tipo son las que fueron denominadas "desequilibradas". El equipo que hizo el índice ICIM recomienda que para jugar en la liga de los campeones hay que alcanzar niveles mínimos aceptables en el conjunto de dimensiones.

Este mensaje, dice el informe, puede hacerse extensivo a aquellas ciudades que consideran que la tecnología es el principal ingrediente (o el único) con el que debe contar una ciudad inteligente, y no tienen en cuenta otras dimensiones importantes que también definen la realidad urbana.

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