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El Mercosur pasa a ser liderado con la impronta de su fundación

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Collor, Andrés Rodríguez, Menem y Lacalle cuando firmaron el tratado. Foto: Archivo El País
firma de tratado del mercosur, 20050614, foto el pais, carlos menem, luis alberto lacalle, hoja 32745 del 26 mar 1991

De los miembros originales, solo Uruguay sigue gobernado por la izquierda.

Carlos Menen por Argentina, Fernando Collor de Mello de Brasil, Andrés Rodríguez en representación de Paraguay y Luis Alberto Lacalle Herrera por Uruguay. Los cuatro jefes de Estado fueron los encargados de firmar el Tratado de Asunción el 26 de marzo de 1991. Ese día se oficializó la creación del Mercosur.

Esa integración de países estaba comandada por gobiernos presididos por partidos de derecha, y con una fuerte desconfianza de los dirigentes opositores. Pasaron 26 años y el bloque regional incorporó nuevos países, atravesó fuertes crisis de funcionamiento y llegó a estar liderado por gobernantes de izquierda. La próxima semana los mandatarios de los países fundacionales del Mercosur volverán a reunirse en una Cumbre; la primera después de casi dos años.

Esta vez con una clara inclinación de presidentes de derecha: Mauricio Macri de Argentina, Michel Temer por Brasil, y Horacio Cartes en Paraguay. La excepción será Uruguay, ya que el Frente Amplio se mantiene en el poder.

Sin embargo la política internacional liderada por Tabaré Vázquez es fuertemente cuestionada por su propio partido político y desde la coalición de izquierda insisten en que se debe cambiar el rumbo, adoptando una estrategia de integración regional "progresista".

El programa político aprobado por el Frente Amplio para el actual período de gobierno dice que apuntará a profundizar las relaciones entre los países del bloque con la mira puesta en una "integración más sólida".

"Si bien la integración regional y social de los pueblos latinoamericanos es un objetivo perseguido por los gobiernos del Mercosur, como da cuenta la integración de Venezuela, algunos asuntos recientes exigen especial consideración", plantea la coalición de izquierda uruguaya en su programa de gobierno.

Tabaré Vázquez ganó las elecciones y su primer viaje como presidente de la República fue para visitar a Dilma Rousseff. Viajó a Brasilia por el día. La reunión fue en mayo de 2015. El objetivo del viaje fue conseguir su apoyo para flexibilizar el Mercosur y lograr que el bloque regional avance en la concreción de acuerdos comerciales con otros países y regiones. Fue una señal política, ya que meses después se celebraría en ese país la Cumbre de Jefes de Estado. Vázquez apuntó a apoyarse en Rousseff ante la fuerte resistencia que existía en Argentina —gobernada por los Kirchner— para darle un impulso al Mercosur.

A la salida de la reunión Vázquez advirtió su visión crítica del Mercosur. "Sin ánimo de reproches, entiendo que el bloque regional hoy no está a la altura de su razón de ser", dijo el mandatario tras el encuentro.

Ese año, el 2015, marcó un punto de inflexión en el Mercosur. La cumbre celebrada en Brasilia en junio fue la última donde los gobernantes de izquierda marcaron la impronta del bloque regional.

El encuentro tuvo como protagonistas a la presidenta bra-sileña, la argentina Cristina Fernández de Kirchner, Nico-lás Maduro de Venezuela y Vázquez.

El pedido del uruguayo a Rousseff meses antes fracasó y la presidenta brasileña terminó cerrando filas con Argentina y Venezuela para evitar impulsar la firma de un Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea; una de las demandas uruguayas centrales.

El presidente uruguayo se molestó con la impronta proteccionista de los gobernantes latinoamericanos y se levantó de la mesa antes de tiempo. Dejó la cumbre por la mitad y le comunicó a sus colegas que tenía que volver a Uruguay.

La excusa de la muerte del histórico jugador de fútbol de la selección, Alcides Ghiggia, sirvió como argumento. El mandatario dijo que tenía que retornar para el velatorio, aunque por las horas de vuelo y la hora fijada para el entierro era sabido que no lograría llegar a tiempo. Pero la verdadera razón fue que Vázquez entendió que no tenía ningún sentido permanecer en esa cumbre.

La siguiente reunión fue en Asunción en diciembre de 2015; la última hasta el momento. Mauricio Macri había ganado las elecciones y llegó a la cumbre para cuestionar a Venezuela por sus presos políticos y considerar que no respetaba las instituciones democráticas.

El argentino aprovechó la salida de Rousseff de Brasil por un juicio político, y junto con Michael Temer lograron una alianza con Horacio Cartes de Paraguay. De esa forma resolvieron la suspensión de Venezuela, a pesar de la resistencia del gobierno uruguayo presionado por el Frente Amplio.

El viernes 21 los presidentes del Mercosur se volverán a ver las caras en una Cumbre de jefes de Estado. Esta vez Uruguay ya no tendrá "socios" de izquierda, e incluso recibirá el reclamo de Argentina y Brasil por una medida "proteccionista" definida por el gobierno. La decisión de Uruguay de aumentar la Tasa Consular, por la que se incrementarán los impuestos a las importaciones, no fue bien recibida en los países vecinos.

Los industriales locales consideran que es contradictoria con los reclamos del gobierno uruguayo que exigía a Argentina levantar las trabas comerciales aplicadas por los Kirchner.

Las expectativas uruguayas para la cumbre del Mercosur en Mendoza son pocas. Vázquez volvió a manifestar su pesimismo de conseguir avances significativos en mejorar el funcionamiento del bloque comercial.

"No puedo tener muchas aspiraciones al respecto porque hay muchos problemas en los países que integran el Mercosur. Problemas internos. Es difícil", dijo Vázquez la semana pasada a los medios de prensa.

A pesar de ello la mira del bloque, ahora liderado por gobiernos de derecha, está en la denominada "extrazona": un acuerdo comercial con la Unión Europea.

La aspiración del gobierno frenteamplista que no fue posible negociar con los "gobiernos progresistas amigos", ahora sí es compartida por los gobernantes de derecha.

La asunción de Temer, la Tasa Consular y el TLC con Europa.

La crisis política y la investigación judicial por la que atraviesa el presidente brasileño Michel Temer no le impedirá asistir a la Cumbre del Mercosur en Mendoza. Su colega argentino, Mauricio Macri, le entregará la presidencia pro témpore del bloque. Uno de los puntos que discutirán los presidentes será el ingreso definitivo de Bolivia como miembro pleno. El país presidido por Evo Morales solicitó el ingreso y fue aceptado como miembro asociado en la cumbre de Brasilia de junio de 2015. Pero el principal tema de debate será la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con la Unión Europea y las negociaciones por un convenio similar con China. Sobre el primero, los cuatro miembros fundadores están de acuerdo y la decisión está en manos de Europa. El segundo, que es una de las aspiraciones de Uruguay, tiene grandes dificultades. Es que Paraguay tiene un convenio con Taiwán que dificulta las negociaciones, ya que es un requerimiento de China que deje de lado ese acuerdo para firmar con su país. El otro punto álgido que estará sobre la mesa serán las explicaciones que se pedirá a Uruguay por el aumento de la Tasa Consular a la importación.

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Collor, Andrés Rodríguez, Menem y Lacalle cuando firmaron el tratado. Foto: Archivo El País

CUMBRE PRESIDENCIALPABLO S. FERNÁNDEZ

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