La línea de transporte más cerca llega hasta General Flores y Saravia.

Una tensa calma se respiraba ayer en el barrio Marconi. Con camionetas con policías de la Republicana recorriendo la zona. Una estaba estacionada frente a la policlínica Dr. Ruben Misurraco de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), que abrió de manera simbólica, pues aunque la dirección se hizo presente, ni los médicos ni el resto de los funcionarios están yendo a trabajar. Hoy hay una asamblea de la Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP) en la que se decidirá cuáles serán sus pasos a seguir.

Pasadas las tres de la tarde, mientras en la policlínica había una reunión de la dirección con, entre otros, el Ministerio del Interior y la empresa Coect, para hablar sobre la necesidad de restablecer de servicios esenciales al barrio, en la esquina dos adolescentes se tomaban a golpes de puño. Otros fueron y los separaron. Nada de qué preocuparse. Pero el policía miraba con atención lo que pasaba. Después de la batalla campal del viernes pasado mejor mantenerse en estado de alerta.

En la policlínica de ASSE —donde más temprano vecinos de la zona que se ofrecieron para dar una mano y la dirección tuvieron otra reunión— creen que el servicio funcionará normalmente recién la semana que viene. En tanto, hoy lo harán las otras dos policlínicas de la zona, que pertenecen a la Intendencia Municipal de Montevideo, Casavalle y Los Ángeles, que abrieron pero no atendieron al público.

En la puerta de Los Ángeles una de sus funcionarias, Blanca Castillo, dijo que se decidió no atender al público "en apoyo" a sus colegas de Misurraco.

"La gente viene a pedir atención, pero se le dice que recién mañana se los va a atender", contó Castillo. Añadió que aunque esta es "una zona difícil, hoy está igual en todos lados", y remarcó que "ya no existe un lugar que sea seguro".

El Ministerio del Interior lució ayer una serie de cifras que muestran una disminución del delito en la Zona III de Montevideo, la cual abarca los barrios de Marconi, Piedras Blancas, Casavalle y Las Acacias, sin embargo, la percepción de las organizaciones que se ven afectadas por la violencia no piensan lo mismo.

"Se están viviendo situaciones que claramente sentíamos que no se vivían con ese nivel de frecuencia ni de violencia. Para nosotros lo que pasó no fue espontáneo. No se incendian un auto y un ómnibus si no se tienen elementos para hacerlo previamente", dijo ayer a El País TV la integrante de la Sociedad de Medicina Familiar, Virginia Cardozo.

Considerando esto, Cardozo advirtió que "es importante prever lo que pasa" y que si eso hubiera pasado las autoridades "se podrían haber anticipado" avisándoles a los trabajadores de la policlínica sobre lo que iba a suceder.

Cardozo también pidió que se generen protocolos de seguridad distintos para las policlínicas, según el barrio en que estas están ubicadas. "La pobreza genera violencia, es todo un círculo en el que tenemos que ver cómo intervenimos. Tenemos que poner protocolos individualizados para las distintas zonas", sostuvo la vocera de la Sociedad.

Los niños, en tanto, volvieron a las aulas en el día de ayer. Lo que todavía no se restableció fue el transporte. En la reunión de ayer en la policlínica Misurraco se habló especialmente sobre este tema, pero el delegado de Coect, que también participó del encuentro en representación de la Unión Nacional de Obreros y Trabajadores del Transporte (Unott), Carlos Chavdar, se mantuvo firme en que la línea 405 seguirá yendo solo hasta General Flores y Aparicio Saravia. Esto luego de que en la asonada del viernes incendiaran un ómnibus.

"Se va a ir solo hasta General Flores y Aparicio Saravia. En el correr de la semana se va a evaluar si vamos más lejos. Estamos trabajando en la zona. Hay que dejar pasar un poco el tiempo porque tenemos compañeros que han tenido una crisis emocional", sostuvo Chavdar.

El vicepresidente, Raúl Sendic, remarcó ayer la determinación del presidente para que vuelvan a establecerse los servicios esenciales en el Marconi. "Es evidente que estamos ante la presencia de formas delictivas nuevas que tienen preocupado al Ministerio del Interior y al gobierno en general. La preocupación que ha planteado el presidente de la República es cómo desde el Estado garantizamos el conjunto de los servicios a los habitantes del barrio Marconi", señaló.

El vicemandatario sostuvo que "la gran mayoría" de los vecinos de Marconi "son trabajadores como ocurre en cualquier otro barrio de la capital, que tienen todo el derecho de tener todos los servicios, educación, salud, servicios públicos, independientemente de que allí existan elementos delictivos o bandas que desempeñan este papel, o interfieren en la acción del Estado, la Justicia o los agentes de la seguridad".

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En medio de la crisis del barrio Marconi, el Ministerio del Interior salió a mostrar cifras sobre una baja de los delitos en esa zona de Montevideo. "El promedio de rapiñas diarias descendió 38% desde el 11 de abril al 10 de mayo, primer mes de implementación del Programa de Alta Dedicación Operativa. Si se toma en cuenta el horario entre las 17:00 y 01:00, la media bajó 57% en esas zonas. En toda la capital de Uruguay, la caída de ese tipo de delitos fue de 15%", informó la cartera a través de un artículo publicado ayer en la web de Presidencia. La nota se refería a la Zona III, la cual une a los barrios de Marconi, Piedras Blancas, Casavalle y Las Acacias. Se advertía también que en cuanto a las rapiñas consumadas y a las tentativas de rapiñas las cifras cambiaron a 434 delitos desde el 11 de abril al 10 de mayo, mientras que en marzo fue de 633, en febrero 558 y en enero 492.

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