La madre de Lola Chomnalez, la joven argentina asesinada en diciembre en Valizas, rompió el silencio a tres meses del trágico hecho, que sigue sin ser aclarado, y concedió una emotiva entrevista en la que recuerda a su hija y cuenta cómo, junto a su esposo, intentan superar el dolor.

"Las ropas de Lola, que quedaron sin lavar, las tomé y las tengo conmigo porque me gusta sentir su aroma. Yo hago eso con una prenda de Lola, y Diego (el padre de la joven) duerme con su almohada. Es el modo de acercarla un poco más a nosotros", contó Adriana Belmonte al informativo Telenoche, de Canal 13.

Lejos de mostrar sentimientos de odio, Belmonte trasmite serenidad e intentar rescatar lo mejor del tiempo compartido con su hija.

"Estoy agradecida porque la tuve quince años; nos dejó un legado de luz que no nos abandona", dijo. No obstante, admitió que siente que su hija le fue "arrebatada". A tres meses del homicidio la Policía no ha dado con el responsable, del que solo tiene un rastro de sangre más pequeño que una uña. Es una pista fundamental por su contenido de ADN aunque no ha dado coincidencias al ser cotejada con los sospechosos.

Belmonte, que todavía no puede entrar al cuarto de su hija y lo mantiene cerrado, dijo que siente, por sobre todas las cosas, mucho dolor. "Más que bronca y odios, tengo mucho dolor, es un dolor del alma y es físico, pero broncas no", sostuvo.

Era la primera vez que Lola viajaba al exterior. "Ella quería pasar Año Nuevo en Valizas con su madrina. Iba a estar tres días, después de iba a Nueva York con su abuela. Era su regalo de quince años", explicó.

Belmonte contó que el nombre Lola fue elegido en homenaje a una abuela que crió a su esposo. "Ella se llamaba Dolores pero nos gustó Lola", dijo. Y ella eligió Luna, el segundo nombre de la joven. Finalmente, expresó el deseo de que a su hija se la recuerde como una adolescente alegre. "Me gusta recordarla así, alegre, con felicidad, con luz".

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