Un poncho presidencial, la espada de un dictador y el mate de Idiarte Borda, entre los curiosos objetos.

Un escudo histórico en madera tallada, con la imagen de Aparicio Saravia en su centro y varios símbolos patrios y de la Revolución de 1904, la escritura de compraventa de los terrenos en los que hoy se encuentra el Ministerio de Relaciones Exteriores, adquiridos por Máximo Santos a Plácido Ellauri en 1885, el poncho y el tintero de Joaquín Suárez, documentos de la Guerra de la Triple Alianza, pecheras de plata con el escudo nacional, armas que pertenecieron a revolucionarios del siglo XIX, cuchillos de plata antigua y una serie de objetos y documentos de enorme valor histórico, serán rematados a partir de hoy viernes por el martillero Sebastián Zorrilla.

Se trata de una subasta que, por la calidad y cantidad de lotes que la componen, es poco frecuente de ver en Montevideo y que ha despertado el interés de coleccionistas uruguayos, argentinos, paraguayos y brasileños.

"Platería criolla y colonial, militar, armas antiguas y documentos históricos", se titula el remate integrado por 500 lotes, la mayoría de ellos muy difíciles de encontrar.

Zorrilla, hace cuatro años abrió su local propio en el Centro, en Soriano 990, teniendo entonces más de 12 años de experiencia en remates. Luego de un largo viaje por Europa en el que no hubo ciudad ni museo importante que no visitara, regresó a Montevideo y se especializó en objetos y documentos históricos. Se instaló en una casa del siglo XIX que remozó y que ahora va camino a ampliarse hacia un local de la misma época en la esquina con Julio Herrera. Desde 2011, ha organizado y realizado varias subastas que han tenido repercusión regional.

El remate comienza hoy a la hora 18:00. En la presente jornada se subastarán 231 lotes, para continuar mañana sábado, a las 16:00 horas, hasta bajarle el martillo a las 500 piezas que componen el catálogo.

En su mayoría los objetos provienen de sucesiones, como el caso del poncho y el tintero de porcelana de Joaquín Suárez, así como el lacre de su padre Bernardo Suárez, con el que se estampó la creación de la Villa de Nuestra Señora del Guadalupe, en 1784, hoy Canelones. Una invitación del emperador Pedro II de Brasil para la boda de su hija dirigida al mismo Joaquín Suárez, en 1843, plena Guerra Grande, son tan solo una pequeña muestra de los documentos y objetos que se subastarán.

Catorce lotes constituyen las pertenencias de Máximo Santos. Formaron parte de la colección que atesoraba Luciano Martínez. La escritura de los terrenos que son hoy la sede de la Cancillería, la espada del uniforme de gala del dictador con sus iniciales grabadas, la hoja tallada con el escudo nacional y la inscripción "Batallón 5° de Cazadores". También se destaca un broche de la bandera uruguaya en oro blanco y amarillo con zafiros azules, que Santos obsequió a su mujer Teresa Mascaró, según consta en el reverso de la pieza.

Los mates forman otro capítulo de esta subasta. Entre ellos se destaca uno que perteneció al expresidente Juan Idiarte Borda con virola de oro y que en su frente tiene el escudo nacional y en la parte trasera un minucioso dibujo de los Treinta y Tres.

Divisas bordadas en mostacillas y filigrana de plata, usadas durante la Guerra de la Triple Alianza y en la Revolución de las Lanzas, son otros de los objetos de atracción.

Espuelas, cintos, juegos completos de riendas de plata maciza con incrustaciones del escudo patrio en oro y aperos, constituyen un capítulo en sí mismo. También hay fusiles, escopetas y cuchillos de gran calidad que datan de 1850.

La mayor cantidad de consultas recibidas hasta hoy por Zorrilla, se concentran en un gran cuadro en cuyo centro se encuentra una foto de Aparicio Saravia de pie, luciendo su poncho blanco, tomada por el famoso fotógrafo minuano Salazar, y colocada en un excepcional marco de madera de roble y cedro en el que están tallados el escudo, la bandera uruguaya y algunos símbolos del Partido Nacional. El marco está firmado: E. Andina. Toda la pieza mide 127 centímetros de alto por 87 de ancho. El siguiente de los lotes que más interés parece despertar, es un gran juego de pechera, cabezada y fiador en placas de plata fundida, decorados con escudos nacionales antiguos.

SUBASTA DE OBJETOS HISTÓRICOS