Los liceos públicos de gestión privada como el Jubilar, Providencia e Impulso siguen en el ojo de la tormenta: cosechan nuevas voces en su contra y tímidos apoyos, salvo por los que vienen desde la Iglesia Católica, que regentea muchas de estas instituciones, y del sindicato de la bebida, que tiene decidido abrir un centro de estas características.

La directora general de Secundaria, Celsa Puente, lanzó la primera piedra asegurando, el mes pasado, que le genera "preocupación" estos liceos. Lo que le molesta a la jerarca es el mecanismo de selección de estudiantes que se lleva a cabo. Sus dichos fueron acompañados por declaraciones de la ministra de Educación, María Julia Muñoz, quien dijo que el "proceso de preselección" que hacen es lo que les permite obtener buenos resultados.

Ahora, el sindicato de la educación reavivó el debate. En entrevista con El País, el secretario general de la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes) José Olivera, dijo que el paro que realizará el sindicato en mayo será por un reclamo salarial, pero también por "instituciones como el Jubilar".

"Seleccionan a sus estudiantes. Hay quienes dentro del Gobierno quieren influenciar para privatizar la educación, no es casual que al presidente Tabaré Vázquez, a pocos días de la elección, se le escapara la idea de los vouchers educativos", aseguró Olivera.

El cardenal y arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla, que ya se ha manifestado partidario de que el Estado, la Iglesia y los privados trabajen juntos para crear más instituciones educativas de estas características, salió al cruce de Olivera en una recepción que realizó ayer la Nunciatura Apostólica para 400 personas, entre autoridades nacionales, eclesiásticas y diplomáticos, para celebrar los dos años del papado de Francisco.

"Lo tomo como la mayoría de los uruguayos, porque realmente hacer un paro porque en un lugar se está trabajando bien... Le estamos errando si no ponemos al chico en el centro", sostuvo Sturla.

Los liceos Jubilar y Providencia son de la Iglesia Católica mientras que el Impulso es laico. Todos son centros educativos gratuitos gestionados por privados, que se financian con aportes de empresas o particulares y no reciben ninguna subvención del Estado. La Iglesia también tiene el liceo Francisco, de la misma modalidad, en el departamento de Paysandú.

"Si ponemos al chico en el centro tenemos que apoyar a todos los que de verdad quieren colaborar y trabajar con tantísimo desinterés, con trabajo voluntario y con mucho corazón. Sea público o privado, no importa. Lo que importa es salvar a los chicos concretos porque si no caen en lo que ya sabemos, la deserción escolar y liceal y, por tanto, en lo que eso trae aparejado: la droga, la esquina, la cerveza", afirmó Sturla.

En las críticas realizadas por Olivera, también cayó Richard Read, presidente de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB), quien impulsa la creación de un "liceo obrero" para los hijos de los trabajadores del sindicato de la bebida. La idea es utilizar un local que tienen en Abayubá entre Sitio Grande y Flor de Pereda para la construcción de un liceo público-privado doble horario, que ofrecería formación en oficios y la currícula habitual en Secundaria, además de otras materias como Historia del Movimiento Sindical y Derechos Laborales.

Para Olivera, el plan de Read y sus compañeros de la FOEB, es "un contrasentido para un trabajador", porque "su pensamiento es muy reduccionista", y "la solución a los problemas de la educación no es crear un gueto para privilegiar a un sector de la sociedad". Además, dijo que "el pensamiento de Read entra en la lógica (...) del modelo educativo chileno de segmentación de la sociedad", en el que "la educación que recibís depende de lo que pagás".

Read salió a contestarle a Olivera. "Yo no me alimento con discursos, me alimento con sentido común y con hechos. Tengo cuarenta años aportados al BPS. Mientras ellos hacen paros, todos nuestros hijos y nietos se quedan sin poder asistir a clases", criticó el sindicalista en declaraciones a El País.

"Mi diferencia con estos compañeros es que yo no descalifico. Es un agravio que a mí me comparen con las políticas educativas de Chile. Acá hay una realidad: a fines de mayo, cuando Fenapes haga el paro, va a haber muchos adolescentes en las calles dando vueltas. Seguramente más de un vivo, más de un atorrante, más de un vendedor de drogas, va a tener mucho caudal en la bolsa. La reivindicación de los compañeros quizá sea genuina, pero dejan a miles de jóvenes en las calles. Yo estoy preocupado por esos gurises que andan sin contención, que no ven en el estudio la alternativa, que no los convocan, que no se sienten atraídos al aula", concluyó.

"Los liceos de gestión privada lo que hacen es una selección de jóvenes para el ingreso, aunque digan que no, los seleccionan, porque tiene que haber un adulto que se haga cargo, por lo tanto ahí hay un primer filtro. Tienen un número muy acotado de jóvenes, lo que les permite hacer un seguimiento específico".

"Hay una selección de los estudiantes innegable y que el resto de los liceos públicos no puede hacer. Pero este es solo un hecho constatable, no me parece que implique un problema. Es una opción que tienen los empresarios para aportar. Claro, esto es lo que hace que los resultados sean diferentes".

"Se pide que los alumnos sean de la zona de Cuenca de Casavalle, porque el liceo nació acá, que los chicos no tengan más de un año de repetición, y nos fijamos en lo que tiene que ver con el nivel económico de la familia, porque lo que buscamos es atender a los que están en el límite de la pobreza".

"Los liceos públicos de gestión privada no enseñan nada, son una especie de contención social. Liceos como el Impulso y el Jubilar se entrevistan con las familias antes de aceptar a los alumnos, cosa que en la educación pública, y está bien que así sea, no se hace; se abarca a la sociedad en su conjunto".

La Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes) participará representada por su secretario general, José Olivera, en el 7° Congreso Mundial de la Internacional de la Educación, que se llevará a cabo desde 21 al 26 de julio en Ottawa, Canadá, y allí planteará su "fuerte preocupación" por la presencia de liceos públicos de gestión privada en Uruguay.

"Hay toda una corriente a nivel mundial y regional de privatización de la educación. Hay multinacionales atrás de esto. Vamos a participar del Congreso de la Internacional, la principal organización de educadores del mundo, y allí se va a lanzar la campaña mundial contra la mercantilización de la educación. Allí vamos a plantear la fuerte preocupación que tenemos por lo que sucede en Uruguay", explicó Olivera a El País.

El sindicalista advirtió que en este evento se denunciarán "a algunas empresas multinacionales, como Pearson, que ha facturado miles de millones en el último año en el África, vendiendo servicios y productos educativos. Y esa facturación se hace a partir de los aportes de los Estados; es decir, dineros públicos volcados al sector privado".

Pearson es una multinacional con sede en Gran Bretaña, que se dedica al negocio editorial y a la venta de servicios educativos. Es la mayor editorial de libros de estudios de todo el planeta.

Olivera sostuvo que en la región Chile es el ejemplo más claro de "privatización de la educación". Y adelantó que en mayo viajará a Chile, luego de reunirse el año pasado con la presidenta, Michelle Bachelet, "para analizar cuáles han sido las reformas que se han hecho y el impacto que han tenido; porque reformas que van en el camino de lo que se está haciendo en Uruguay, ahora están en reconversión".

Olivera también señaló que en el gobierno de Tabaré Vázquez "hay adeptos a ese modelo, que van a tratar de influir en el gobierno".

Sturla: “Le erramos si no ponemos al chico en el centro"V. RUGGIERO / C. TAPIA