Mientras la primera tanda de ciudadanos desplazados comenzaba ayer a retornar a sus hogares tras el descenso del río, las causas y consecuencias de la crecida que cada año obliga a la evacuación de miles de duraznenses continúa siendo tema de debate en la población.

Vecinos desplazados por la creciente exigirán a UTE que antes de que se produzca una próxima inundación, se aplique a modo de "prueba" la apertura de las compuertas de la represa de Palmar, con varias horas de antelación.

La medida será planteada el miércoles a UTE y se propone en el convencimiento de que Durazno se inunda porque el agua no corre naturalmente hacia las zonas bajas, por la presencia de la represa en Soriano. Las discusiones apuntan al rol de UTE en la apertura de las compuertas.

Para muchos duraznenses, el manejo inadecuado, o al menos no en tiempo y forma de las compuertas, no permite liberar agua cuando se producen precipitaciones en las zonas "altas" del departamento.

Entienden que se genera un "embalse" a la altura de la ciudad, que se explaya sin límite, anegando barrios enteros, la mayoría próximos al cauce a la altura de playa "El Sauzal", pero también abarcando otras áreas densamente pobladas.

Las ideas de los evacuados consuetudinarios varían desde la realización de dragados, un dique de contención e incluso, extrapolar esa parte de la ciudad a zona más segura y seca.

En todos los casos las inversiones que deberían hacerse sería millonarias, según reconoció el experto en geomensura y medio ambiente, Raúl López Pairét, contratado por la Intendencia de Durazno para realizar estudios que determinen si la represa de Palmar tiene o no incidencia en los desbordes del Yi y buscar alternativas para atemperar los efectos de la creciente en la capital duraznense.

"Si no surgen soluciones ahora, hay que apuntar a hacer mil viviendas, aunque nos lleve varios años", propuso Carlos Cabrera, uno de los movilizados ayer de tarde a la altura del puente nuevo de Ruta 5, en la segunda marcha pacífica convocada en tres días.

En la ocasión, una pancarta extendida por varios metros reclamaba: "Soluciones ya. No más promesas". El próximo miércoles se realizará una nueva reunión en la que estarán el presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla y un grupo de vecinos.

Ayer de mañana, personal de una empresa contratada por la Intendencia inició, en la esquina de Ansina y Pérez Castellanos, las tareas de limpieza y desinfección de calles bituminizadas afectadas por las inundaciones.

Se utilizaron hidrolavadoras industriales, mangueras de alta presión, dispersando agua e hipoclorito de sodio, con apoyo de maquinaria de la comuna.

Alejandro Petutto, director de Servicios y Medio Ambiente de la Intendencia, informó que se prevé una exhaustiva limpieza de los desechos generados por la inundación y solicitó la colaboración de los vecinos, para que al sacar los mismos, sean depositados en la calle.

La aparición del sol y el clima cálido "provocó" ayer el retorno de decenas de personas a sus domicilios, aún húmedos y con signos de agua y barro. Uno de los inundados en barrio La Bolsa es militar de profesión. Afirmó que la creciente lo "saca" desde el 2007 y que esta vez no tuvo pérdidas materiales, pero que "siempre se pierde algo de dinero en una creciente". Mientras tanto, personal militar procedía a ayudar con el retorno del mobiliario de la casa. En el barrio se observa la acción de la creciente. Barro y un olor nauseabundo, que perdurará por muchos días.

El retorno a casa causó algunas sorpresas. En la comisaría primera un evacuado denunció que al llegar a su casa en la calle Ansina notó la falta de una amoladora y una caja de herramientas de llaves de tubo, expresando que el hurto se pudo haber efectuado en bote. Para consumar el robo rompieron el techo de la finca. La policía trabaja en procura de esclarecer el hecho.

En Durazno buscan nuevas soluciones para hacer frente a las crecidas ANUALESVÍCTOR RODRÍGUEZ