MODERNIZACIÓN JUDICIAL

En un hecho atípico, la Corte tomó juramento ayer a 90 jueces letrados.

Una situación similar ocurrió hace 28 años. Noventa jueces juraron ayer sus nuevos cargos de cara al nuevo Código de Proceso Penal (CPP) que comenzará a regir a partir del próximo miércoles. En la tarde de la víspera, en una sucesión de actos, los ministros de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Chediak (presidente), Felipe Hounie, Eduardo Tourell, Elena Martínez Rosso y Bernadette Minvielle Sánchez tomaron juramento a a los jueces que ascendían o cambiaban de juzgado.

Chediak dijo a El País que se trata de un hecho atípico que no se producía en el país desde 1989 cuando entró en vigencia el actual Código de Proceso Penal (CCP).

En Uruguay, solamente los jueces Letrados juran ante los ministros de la Suprema Corte de Justicia. Los jueces de Paz juran en sus respectivos departamentos. En los actos de ayer, los ministros tomaron juramentos de jueces titulares de Montevideo y del interior y sus respectivos suplentes.

"Todos son ascensos y traslados (corrimientos en la pirámide judicial)", dijo Chediak.

El jerarca destacó que el Poder Judicial está llegando "decentemente bien" al nuevo Código del Proceso Penal, un cambio radical del sistema penal que pasa de un régimen inquisitivo a uno acusatorio.

"Es imposible llegar muy bien. En un rediseño de la Justicia de esta magnitud es imposible llegar con todo absolutamente ajustado y con todas las cosas que puedan salir absolutamente previstas", dijo.

Los ministros de la Corte previeron soluciones para una serie de eventuales anomalías sugeridas por sus asesores durante los juicios públicos y orales.

Pero algún "error de funcionamiento" o "de coordinación" se producirá en los primeros días o semanas dado los nuevos roles de los operadores judiciales, dijo Chediak en alusión a que, a partir del próximo miércoles, las investigaciones policiales serán dirigidas por los fiscales y no por los jueces.

El jerarca del Poder Judicial recordó que los fiscales nunca dirigieron una investigación y los jueces tampoco jamás fueron los directores del proceso penal.

Para Chediak, hasta los defensores protagonizarán litigios orales en la defensa pública de defensores y de víctimas.

Aunque en los últimos tiempos los abogados de las víctimas participaban en las investigaciones judiciales, el nuevo Código reglamenta esa figura.

Además de grabarse las audiencias, se permitirá el ingreso de los medios de comunicación en las mismas. "Todo ello transparentará el funcionamiento de la Justicia Penal. Estamos muy esperanzados en la reforma (del proceso penal) pero somos muy conscientes de que al inicio pueden ocurrir errores", dijo Chediak.

Ellas son:

1) Eliminación de la libertad anticipada.

La gran mayoría de los imputados espera en la cárcel hasta dos años por su sentencia. Juan Raúl Williman, abogado y docente encargado del consultorio jurídico de la Universidad de la República que brinda asistencia a las víctimas de delitos penales, explica que esto sucede porque "la prisión preventiva, más que ser utilizada como una medida cautelar, hoy se utiliza como una pena anticipada, lo que no es correcto".

2) Cumplimiento de penas.

El nuevo código tiene como cometido asegurar la transparencia de los juicios, que los tiempos se acorten y que las penas se cumplan. De esta manera se espera volver a conquistar la confianza de la sociedad en el proceso penal: "Queremos que los ciudadanos comprueben que no sucede nada raro detrás de las puertas de un juzgado", dijo el fiscal Jorge Díaz en junio pasado durante un desayuno organizado por la Asociación de Dirigentes de Marketing.

3) El fiscal dirige la investigación policial.

El principal objetivo de la reforma es darle garantías al procedimiento poniendo la investigación en manos del fiscal (y no del juez), que pasará a trabajar junto a la Policía y los peritos. El fiscal Carlos Negro admite que este cambio de diseño es un anhelo largamente trabajado que va a implicar un giro de 180°. "Nos hemos dedicado por más de 100 años a tener una labor espejo a la del juez, muy de gabinete, y ahora hay que salir al territorio. Pasamos de ser asesores de los jueces a tener el control y responsabilidad de la investigación", dijo.

4) Proceso abreviado. Este código también incorpora un proceso abreviado que puede tramitarse en 24 horas. Si las pruebas para acusar a un sospechoso son de enorme contundencia, la defensa puede negociar con el fiscal una pena menor si su cliente confiesa los hechos, como vemos que sucede en las películas cuando se negocian las penas. Esto le permitirá a la Fiscalía obtener una condena rápida y reservar los juicios para los casos más relevantes. El fiscal penal Gustavo Zubía es uno de los que se oponen a esta novedad, porque cree que la pena no debe ser negociable. "Es un tema ético", dijo. "El código nace con la columna vertebral partida".

5) Énfasis en la víctima. El otro protagonista de la reforma será la víctima. En el proceso actual tiene una participación muy escueta, ligada a otorgar pruebas, pero ahora tendrá el derecho de participar activamente si así lo desea. Para atender a esta figura, la Defensoría Pública —que asume el 80% de los casos penales que se tramitan— sumará unos 60 defensores nuevos, alcanzando un total de 300.