La justicia ordenó la autopsia de un indigente fallecido el pasado domingo 28 de mayo para determinar si su deceso se debió a un cuadro de hipotermia.

Ayer, la subsecretaria del Ministerio de Desarrollo Social, Ana Olivera, indicó que existía un "historial" del hombre y que "hubo una importante búsqueda de incorporarlo" a un refugio, aunque siempre se negó.

Olivera indicó a Telenoche que hoy hay 560 personas que están a la intemperie y se niegan a ir a refugios.

El indigente fallecido el domingo en el barrio Palermo, conocido por el nombre de "Farías", de unos 40 años, vivía y pernoctaba hace años en la plaza Juan Ramón Gómez, situada en la esquina de Minas y Durazno.

Se desempeñaba ocasionalmente como cuidacoches y tenía a su cargo algunos perros callejeros, a los que había tomado la precaución de castrar en una veterinaria cercana. Era considerado una especie de líder de un grupo de personas en situación de calle que solía acampar, cocinar y dormir en la plaza de la que se habían "apoderado" desde hacía tiempo, generando malestar entre los vecinos.

No hubo ningún reporte oficial sobre su muerte en la calle. Algunos vecinos señalaron a El País que había fallecido de noche, debajo de la manta que lo cubría, a causa del frío. Otros señalaron que lo habían visto muy enfermo desde hacía unos días, y que su muerte podría deberse a un infarto.

El Mides señaló que para la temporada de frío venidera habrá 1.727 cupos en refugios, 162 más de los que tenían el invierno pasado, y auguran que las plazas serán suficientes, teniendo en cuenta que se mantiene el número de personas que seguirán sin asistirse por voluntad propia.

Se trata de un grupo irreductible, afectado por el consumo de drogas, alcohol o patologías psiquiátricas, o que desconfía de la convivencia en los refugios.

560 PERSONAS EN RIESGO