Un matrimonio paraguayo fue acribillado en la ruta Interbalnearia a la altura del balneario Solymar el sábado pasado sobre las 23 horas. Desde un auto Peugeot, modelo 308 sicarios dispararon y asesinaron a Ramón Quevedo Arce y su mujer, Claudia Guerrero que viajaban en una camioneta Toyota. Con ellos estaba su hijo de 7 años que resultó ileso y regresó días atrás a Paraguay con su tía.

El ataque fue en movimiento y no mientras estaban parados en un semáforo como se informó inicialmente. Los delincuentes comenzaron a disparar sobre la camioneta del matrimonio paraguayo un kilómetro antes de interceptarlos. Una vez que los alcanzaron comenzó la ráfaga de disparos. Quevedo Arce cayó sobre el volante y su mujer, herida intentó conducir el vehículo por más de un kilómetro hasta que se desvaneció.

La camioneta del matrimonio paraguayo se salió de la ruta y atropelló a Marcela Artagaveytia de 16 años que caminaba por el lugar con un grupo de amigos. La joven murió en el lugar. 

Claudia Guerrero (40) también era abogada pero no ejercía. Tenía una tienda de ropas.

Quevedo Arce nació en Capitán Bado y luego se fue a vivir a Pedro Juan Caballero en Paraguay.Ambas localidades pertenecen al departamento de Amambay, donde se cultiva el 80% del cannabis paraguayo.

Su esposa era de Caazapá, una ciudad de 30.000 habitantes que fue el epicentro de una organización de narcotráfico desbaratada en Uruguay, hace dos años. Paraguay es el principal productor de cannabis de la región. 

Se sabe que el arma utilizada para asesinar al matrimonio paraguayo fue utilizada en un homicidio ocurrido durante un intento de rapiña. Las vainas encontradas en la madrugada del domingo 7 en avenida Giannattasio son similares a las de una pistola 9 milímetros usada el lunes 1° para matar a un joven de 22 años en el barrio Casabó durante un robo.

Quevedo Arce recibió 13 balazos, cuatro de ellos en la cabeza, uno en la boca, otro en la nariz y el resto en distintas partes del cuerpo. El primer impacto, que recibió en la cabeza, le provocó la muerte en el acto. 

El dueño del camping, un ciudadano de 64 años, sin antecedentes penales, y su hija fueron interrogados por 48 horas yliberados sin perjuicio.

La Policía investiga si la pareja y su hijo estaban alojados en el camping o en una casa en el centro de Parque del Plata. La tía del niño aseguró que el matrimonio estaba regresando a Paraguay cuando fueron asesinados. Sin embargo no se encontraron valijas ni pertenencias dentro del auto que indicaran un traslado. 

El móvil del homicidio es desconocido y también la identidad de los sicarios. La Policía está tras la pista de los mismos delincuentes que usaron el arma en el homicidio en el Cerro y son hasta ahora los principales sospechosos del caso.

La jueza Marcela Vargas renunció a la causa y dejará las investigaciones hoy jueves. Alegó que estaba involucrada emocionalmente porque Marcela, la joven que murió atropellada, es hija de una actuaria de su juzgado. El sustituto de Vargas podría ser el juez Pablo Benítez, quien también trabaja en el Juzgado de Ciudad de la Costa.