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Instituto de Carne no cree que alerta de OMS provoque caída del consumo

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INES GUIMARAENS

"Dudamos que quien está habituado desde que nació a comer cantidades importantes de carne todos los días vaya a cambiar sus hábitos", explicó el presidente del Inac, Federico Stanham.

El Instituto Nacional de Carnes de Uruguay (Inac) consideró hoy que la alerta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la posibilidad de que la carne roja sea cancerígena no afectará al consumo del país, uno de los que registran mayor ingesta per cápita de este alimento en el mundo.

"Dudamos que quien está habituado desde que nació a comer cantidades importantes de carne todos los días vaya a cambiar sus hábitos", explicó a Efe el presidente del Inac, Federico Stanham.

Un estudio realizado por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (Iarc), adscrita a la OMS, determinó que las carnes rojas y procesadas son calificadas en los grupos 2A "probablemente cancerígena para los seres humanos" y 1 "cancerígeno para los seres humanos", respectivamente.

Para el Inac, que cree que la posible incidencia de la carne en algunos tipos de cáncer es un tema que "hace más de 40 años que se menciona", este informe sirve para que se "uniformice" la información, y es "muy valioso" que sea tomado "no para generar pánico, sino para generar conciencia y evitar los excesos".

"Los informes que produce la Iarc son válidos. No hay que generar alarma, porque sabemos que muchas de las cosas que incorporamos en nuestra dieta o forma de vivir son perjudiciales para la salud cuando se hacen en forma excesiva", añadió Stanham, que matizó que hasta el aire que se respira puede ser perjudicial.

El portavoz del Inac recordó que el mate, otra de las grandes pasiones del país suramericano, también está en el punto de mira del Iarc, que el pasado mayo informó que estudia la posibilidad de revaluar en 2016 la eventual relación entre algunos tipos de cáncer y la ingestión regular de este tipo de yerba a altas temperaturas.

"¿Qué es lo que hace el uruguayo... deja de tomar mate o lo toma un poco más frío?", se preguntó el experto, convencido de que antes de cesar el consumo, los ciudadanos prefieren lo segundo.

"Nos sentimos muy bien comiendo carne. Cambiar ese hábito tendría que venir de un tema mucho más contundente que este que ha producido el informe de la Iarc", matizó.

Según estimaciones del Inac, el consumo de carne bovina por persona y por año del Uruguay es del orden de los 60 kilos, una de las cifras más altas del mundo.

Stanham destacó que el problema en los embutidos y carnes procesadas, que incluyen "algún otro tratamiento que puede ser con ingredientes o hasta el ahumado" es el consumo en exceso, mientras que en las carnes rojas "habría indicios" de que con determinada sobrecocción puede tener alguna incidencia en la predisposición al cáncer. "Esto tampoco es nuevo", añadió.

El presidente del Inac, quien insistió no querer desautorizar a la OMS, señaló la necesidad de consumir dietas "más balanceadas" que incluyan proteínas de origen animal, vegetal, fibras y "grasas buenas" que a su juicio aporta la carne del país.

"Las grasas que se producen en nuestro sistema de producción son mejores para la salud que las que se producen en los sistema de producción de ganado confinado como los sistemas de producción tradicionales de los principales países exportadores, que es mayormente a grano", aseveró.

Es así que añadió que la carne que se produce en Uruguay, criada a cielo abierto y alimentada con pasto, tiene mayor cantidad de omega 3, de vitamina B y más cantidad de grasas buenas.

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