QUISO EXTORSIONAR

Un ingeniero informático fue a prisión por el intento de extorsión a una mutualista. El hombre había realizado ataques cibernéticos al Círculo Católico, a fines de enero, y luego había exigido una recompensa para no divulgar información de pacientes con VIH.

La jueza penal de 11° turno, Ana De Salterain, dispuso que A. D. H. A. aguarde todo el desarrollo de la causa en la cárcel por temor a que "obstaculice el proceso" por sus "elevados conocimientos informáticos".

El último día de enero las autoridades del prestador de salud detectaron los primeros intentos de hackeo de su sitio web. Inmediatamente dieron alerta al Centro de Respuesta de Incidentes Informáticos, dependiente de Presidencia, y a la unidad de Delitos Informáticos de Policía. Ocho días después, el ingeniero envió tres correos electrónicos en los que amenazaba con divulgar la información confidencial de las historias clínicas de los afiliados, salvo que fuera recompensado con un monto de bitcoins (moneda electrónica). Para efectuar el pago, los responsables del Círculo Católico deberían crear una cuenta en localbitcoins.com.

El ingeniero reconoció haber enviado los correos y haber accedido a las historias clínicas de pacientes con VIH y con cáncer, aunque admitió que jamás recibió dinero a cambio.

"La conducta del indagado amerita su enjuiciamiento como autor penalmente responsable de un delito de conocimiento fraudulento de documentos secretos en concurrencia fuera de la reiteración con un delito de extorsión en grado de tentativa", reza el auto de procesamiento. Por eso la jueza De Salterain decretó el procesamiento con prisión de A.D.H.A.

El hombre de 41 años es, además de ingeniero, un experto en seguridad informática. Al momento del allanamiento de su casa, la policía le encontró seis notebooks, cinco celulares, un lector grabador de tarjetas, un lector grabador de discos duros, un router, trece discos duros de computadoras, 125 plásticos de tarjetas magnéticas originales, un POS de tarjetas magnéticas, dieciseis pendrives, dos impresoras color, una guillotina, 1.460 dólares, 8.320 euros, 157 reales y 3.180 pesos uruguayos, según informó Montevideo Portal.

La jueza De Salterain dispuso que la policía continuase con las revisiones del material, el análisis de las planillas y los antecedentes de este ingeniero, en el supuesto de que haya obrado así más de una vez.