El obispo de Salto, monseñor Pablo Galimberti, criticó que los procesos de adopción se hayan "enlentecido" a partir de 2009, cuando empezaron a que- dar solo en manos de "papá Estado".
"La espera de unos 3.000 niños es un grito silencioso", señaló Galimberti a través de una carta que fue publicada en la página web de la Conferencia Episcopal del Uruguay y en el diario Cambio.
"Muchas veces el Estado paternalista nos acostumbró mal. Asumiendo espacios que bien podrían ser también responsabilidad de los ciudadanos", criticó el obispo. Y añadió que "los ciudadanos de cada ciudad, pueblo o barrio de este país, quieren y pueden ser protagonistas y concretar iniciativas para el bien común".
En opinión de Galimberti en una "comunidad civil todos somos responsables, de algún modo, de todo lo que ocurre", y por esto, reivindi-có el aporte que podría hacer la Iglesia en el proceso de adopciones.
"Un ejemplo es la lentitud de las adopciones desde que el INAU asumió la exclusi- vidad y la internación indefinida en los centros de esa institución. La espera de unos 3.000 niños es un gri- to silencioso. El Código de la Niñez y la Adolescencia autoriza a la Justicia a derivar a centros del INAU a niños desamparados entre 2 y 7 años, por el menor tiempo posible. Esto no se cumple", sostuvo Galimberti.
Y recordó que "hasta el 2009 era algo diferente. Además del INAU, la organización no gubernamental Movimiento Familiar Cristiano estaba habilitada para colaborar. Pero el recelo a todo lo privado entregó al INAU la tarea en forma exclusiva. En conclusión, los procesos de adopción se volvieron más lentos".
En 2015 solo fueron adoptados 80 niños. De enero a mayo de este año solo se concretaron 21 procesos. En tanto, hay 344 parejas que están en evaluación que ya participaron del taller de prevaloración y 27 que se encuentran en evaluación con psicólogo y trabajador social, pero todavía no integran el Registro Único de Adopciones (RUA).
CRÍTICA AL INAU