un mapa de animales atropellados en rutas nacionales que comenzó a realizarse en Uruguay desde abril de este año registró la muerte de 1.500 ejemplares, principalmente en la región este, la más relevada hasta el presente.

En las últimas actualizaciones de datos se evidenció un incremento en las cifras, sobre todo en la zona de tránsito hacia el Chuy, ciudad fronteriza con Brasil, país que está recibiendo más turismo de uruguayos a causa del cambio favorable. Lo mismo se da al norte, entre Artigas y Quarai.

El relevamiento o censo está a cargo de Ecobio Uruguay, una ONG formada por estudiantes y egresados de la Facultad de Ciencias.

La Fundación Rufford de Inglaterra permitió la investigación con el aporte de 6.000 dólares para un año de trabajo en el cual los implicados se concentran en las rutas 7, 8, 9 y 10 que atraviesan los departamentos de Canelones, Maldonado, Rocha, Treinta y Tres, Lavalleja y Cerro Largo.

Hugo Coitiño, geógrafo y uno de los promotores de la idea, explicó a El País que se efectúan salidas cada mes, en fines de semana.

Para cubrir todos los caminos, no hay detenciones de más de cinco minutos cada vez que avistan un animal atropellado.

La organización cuenta con el apoyo de más gente que pasa información. Este aumento de voluntarios también explica el incremento de animales muertos que aparecen en la georreferenciación.

El equipo de Ecobio está integrado por cinco especialistas, quienes reciben en rutas la compañía de otras quince personas. En todo el territorio diez colaboradores más hacen aportes a distancia.

El primer objetivo es fijar qué acontece en las rutas de gran circulación turística, si hay en ellas mayor mortandad, como parece comenzar a verificarse en la 9 y la 10.

"Lo que queremos identificar son los sitios o tramos de rutas en donde ocurre la mayor cantidad de muertes de animales, para implementar allí medidas que disminuyan los accidentes, que pueden ser consecuencia del uso del suelo o la cercanía con montes, por ejemplo", comentó Coitiño.

En la lista de animales atropellados en todo el territorio se ha notado una mayor aparición de zorrillos. En cuanto a las liebres, Hugo Coitiño indicó a El País que en las salidas hacia el este no han encontrado demasiadas, al contrario de lo reportado por voluntarios de Colonia y parte del litoral oeste.

Entre los animales menos hallados pero que también empieza a verse con más frecuencia está el margay, también conocido como tigrillo, un pequeño felino de bosque. Y en la población de aves, el águila colorada y lechuzas.

Con el aumento de temperaturas es apreciable asimismo el crecimiento del número de víctimas reptiles: víboras, lagartos y tortugas que buscan el calor del pavimento.

"No pensábamos que encontraríamos tantos individuos pero surgieron bastantes, al igual que se viene dando con el gato montés", dijo Coitiño.

Ahora se pretende consolidar una red de monitoreo de las rutas nacionales asfaltadas o no para estudiar el impacto del tránsito sobre la fauna silvestre uruguaya.

El plan prevé fijar fechas de salidas y registros de todas las especies. Cualquier interesado debe escribir a [email protected] incluyendo su nombre, departamento en que vive, rutas a monitorear y un teléfono de contacto.

Quienes solo estén en condiciones de dar a conocer situaciones puntuales pueden hacerlo al mismo mail.

El mapa con la información es actualizado con frecuencia y se ubica en el blog del proyecto (http://impactorutasecobiouy. blogspot.com/).

La ONG Ecobio Uruguay encontró 1.500 animales muertos en rutas EN seis meses