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Hombre rapiñó un comercio porque "estaba enojado"

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Quería ver a su hijo y no pudo, por eso decidió robar almacén.

Un hombre de 29 años fue procesado con prisión tras comprobarse su responsabilidad en un asalto perpetrado en un comercio de las inmediaciones de Entre Ríos y Uruguay, en Paysandú, donde amenazó a una joven con un cuchillo.

Según contó a la Policía la víctima de 19 años que se encontraba atendiendo el lugar al momento del robo, un sujeto a quien conocía como asiduo cliente, ingresó y la amenazó con un cuchillo. La joven detalló que el individuo tenía parte de la cara tapada y se ocultaba bajo la capucha de la campera. "Dame la plata que ando requemado", le dijo el hombre a la joven. Ella logró reconocerlo y, como en otras ocasiones había concurrido como cliente, pensó que se trataba de una broma.

Cono no recibía el dinero, el delincuente extrajo un cuchillo de casi 20 centímetros de hoja y comenzó a apuntárselo a la cara. Mientras le exigía que le entregara el dinero, rozó el rostro de la joven con el arma cortante en dos ocasiones, según informó El Telégrafo.

Presa del pánico, la joven logró darle 1.500 pesos que tenía en la caja registradora. Antes de irse, el sujeto se descubrió el rostro y la amenazó con que no fuera a mandarlo "en cana", porque volvería.

Luego de que la muchacha apretó el botón de pánico del almacén, personal de la Unidad de Respuesta Policial se hizo presente en el lugar y se le informó del asalto, pero el rapiñero ya había huido. Pocos minutos después se les notificó que, a pocos metros del lugar del hecho, había una motocicleta en llamas, por lo que se sospechó que podría tratarse de un rodado hurtado por el hombre de 29 años.

Enojo.

Horas más tarde, cuando agentes patrullaban la zona de Solano García y Artigas, avistaron a un hombre cuyas características coincidían con el sospechoso del robo de los $1.500. El sujeto, identificado como Jonathan Alexis Ifrán Arellano, poseedor de antecedentes penales, fue detenido y conducido a la Unidad de Investigaciones.

Una vez interrogado, manifestó que esa mañana había salido de su casa con intenciones de ver a su hijo que vivía con su madre en la misma cuadra donde ocurrió el asalto. Sostuvo que se dirigió al lugar tomando vino y fumándose "unos fasos". Al llegar a la vivienda de su expareja, fue recibido por otro familiar con quien mantuvo una discusión que casi se fue a las manos.

Al no poder ver al niño, se retiró enojado por lo que, al pasar por el almacén, le pidió a la muchacha que le diera dinero. Como la empleada se negó, optó por sacar un cuchillo que llevaba consigo y rapiñarla.

En tanto, agregó que tomó por Uruguay al este y a la altura de Silván Fernández abordó un taxi que pasaba por ahí.

Según explicó se fue hacia su casa, en donde continuó tomando alcohol. El resto del dinero lo gastó ingiriendo bebidas con "la barra de la esquina", narró a los funcionarios policiales.

Por su parte, consultado sobre la moto que fue hallada en llamas abandonada cerca de donde realizó el hurto, el delincuente dijo que se la había prestado un desconocido y que, al montar en cólera ante la imposibilidad de ver a su hijo, la prendió fuego ante de dirigirse hacia el almacén.

PAYSANDÚ

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