cuando inicia un gobierno y se vota el Presupuesto, sabemos de antemano que será un año de lucha, repiten los sindicatos como si fuera una consigna. Ahora, con el comienzo del tercer mandato del Frente Amplio, la lista de reclamos de los gremios ya está pronta, pero también el tono aparece definido: es un gobierno amigo y antes de levantar la voz y alzar el puño, se pensará dos veces.

El director del Instituto Cuesta Duarte (estudios económicos del Pit-Cnt), Milton Castellano, explicó a El País que ante la segunda administración de Tabaré Váz-quez, existe una "expectativa positiva" de la central obrera, y afirmó: "Vamos a apoyar y contribuir con nuestras opiniones y diferencias, pero no dejaremos de reconocer los importantes avances que se han concretado en estos últimos 10 años".

De esa forma, el Pit-Cnt reconoce que tiene del otro lado del mostrador a un gobierno "amigo". Y el gobierno, a su vez, tiene claro que el movimiento sindical es uno de los aliados más fuertes que puede tener, y lo quiere cuidar de la mejor manera.

Un guiño más que significativo ha sido que Juan Castillo, histórico dirigente de la central obrera y hasta ahora vicepresidente del Frente Amplio, haya sido designado como director de Trabajo por el presidente electo. Para un quinquenio en el que se espera un enlentecimiento de la economía, el papel del novel jerarca de gobierno y la forma en la que logre amortiguar a los gremios, están llamados a ser elementos clave.

Richard Read, dirigente del Pit-Cnt y secretario general del sindicato de la Bebida, dijo a El País que está claro que "el Uruguay que tenemos por delante en los próximos cinco años no es el mismo que el que acabamos de dejar, y no tendrá la bonanza de estos últimos dos períodos", afirmó.

Respecto a posibles reclamos, el sindicalista señaló que ya hay algunos asuntos "en puerta" y estimó que el nivel de movilización estará "dentro de la lógica normal del tire y afloje". De todos modos, Read expresó que el hecho de que muchos jerarcas sigan en sus cargos y que las políticas se mantengan en la misma línea, son elementos que juegan a favor, y llevan a pensar que no habrá "muchas diferencias ni sorpresas".

Así, es de prever que sea otro quinquenio de gran sintonía entre el Pit-Cnt y el gobierno del Frente Amplio; relación en la cual no puede dejarse olvidado el hecho de que la mayoría de los principales dirigentes de la central obrera integró listas del oficialismo en las últimas elecciones.

Pero ese fuerte vínculo entre el Pit-Cnt y el Frente Amplio, y la presencia de "amigos" en un lado y otro de la cancha, aún tiene que amoldarse. Y eso aparece como una situación nada sencilla, según lo explicó el propio Castillo.

Dijo que aún tiene sus dudas de cómo se moverá en su nuevo rol buscando ser imparcial. "Tengo esa duda, es una tarea nueva que voy a cumplir, no tengo experiencia en esto y nunca estuve en gestiones de gobierno", reconoció.

Así, ejemplificó: "Comparo esto con términos futbolísticos, he visto cracks que luego fueron técnicos y no necesariamente fueron buenos, son cosas distintas".

Castillo dijo que no reniega de su condición de dirigente sindical. "Soy un sindicalista, sigo siendo comunista y vengo con mi historia, con mi mochila al hombro. Tengo una trayectoria y una forma de ver el mundo, porque nadie se jubila de dirigente sindical, pero ahora no vengo en nombre del Partido Comunista ni del movimiento sindical, vengo a llevar adelante el programa del Frente, que es lo que me pidió el presidente de la República".

Read, en tanto, dijo que el nombramiento de Castillo es una señal "continuadora", y opinó que "se lo va a precisar, será un hombre que abrirá puertas y que convocará al diálogo en un tiempo en el cual la economía estará cambiando", entendió.

Además, en enero de este año, el jerarca ya había adelantado a El País parte de la tarea que buscará cumplir. Según dijo, su objetivo será seguir priorizando y hacer un esfuerzo sostenido "para privilegiar los ámbitos de negociación colectiva, porque cuanto más y mejor negociación pueda haber, mejor se va a desarrollar la lógica del trabajo. Al mismo tiempo, esto puede llegar a evitar los niveles de conflictividad, sin soñar o pensar que no van a existir los conflictos".

La principal preocupación de los sindicatos en este momento es la necesidad de atender los "salarios sumergidos", y en eso buscarán hacer hincapié en los Consejos de Salarios de este año. En ese sentido, ya aparece una fuerte sintonía con el Ministerio de Trabajo entrante.

"Mejorar los salarios sumergidos está entre nuestras prioridades, ha sido una constante de los gobiernos del Frente Amplio, tanto en trabajadores activos como pasivos, y es una práctica que vamos a mantener, porque si hay algo que deberíamos priorizar en los Consejos de Salarios son los aumentos de los mínimos y la atención más importante donde los sueldos están más comprimidos", dijo a El País el nuevo director de Trabajo.

En igual sentido se expresó Read, quien afirmó que el segundo gobierno de Vázquez "por elementos residuales de las negociaciones, va a heredar 500.000 trabajadores que van a estar ganando menos de $ 14.000", y agregó que "si hay una cuestión a atender como prioridad, esa es la realidad de los trabajadores que viven con sueldos sumergidos".

Castellano, en tanto, señaló: "Estamos trabajando en ideas para la mejora de los salarios más sumergidos. En cuanto al salario mínimo somos partidarios de buscar acuerdos por lo menos en la perspectiva de cinco años".

El sindicalista expresó que será necesario definir "qué es un salario sumergido" y otorgar "una atención especial a los mismos".

Por otra parte, para Read también será central "hincar el diente en una modernización de las relaciones laborales, que debe pasar por generar ámbitos de negociación tripartita con reglas de juego bien claras, donde temas como la productividad, la revaluación de tareas y la capacitación deben estar presentes", expresó.

"Si se abordan esos temas se genera un elemento que es fundamental para las negociaciones, que es la confianza entre interlocutores, y ese es un elemento que Uruguay necesita". El sindicalista también marcó la necesidad de dar "un gran debate sobre la reforma del Estado".

En tanto, la reducción de la jornada laboral ha sido puesta en la agenda por los sindicatos, pero no aparece hoy como una prioridad. "No lo incluyo entre los tres primeros temas", dijo Read.

Castillo coincidió en que el tema "no es colocado como prioridad de nuestra tarea en el Ministerio". "La carga horaria semanal es posible, en áreas concretas, reducirla y mantener los niveles de eficiencia o incluso mejorarlos. Es un tema a estudiar y hay diversas formas de hacerlo, pero no es prioridad hoy", remarcó.

El director de Trabajo, Juan Castillo, dijo a El País que algunos asuntos de las últimas semanas lo han llevado a reprogramar sus prioridades en el Ministerio. Contó que la búsqueda de soluciones a los conflictos que hoy están en marcha merecen su especial atención: Ecolat, regasificadora y frigorífico Durazno son algunas de las crisis que sigue. "La estabilidad laboral es prioridad, no perder puestos de trabajo, dado que ahí hay muchos empleos amenazados", dijo. Contó que el lunes, en su primer día de trabajo en la cartera, ya tendrá reuniones con involucrados para avanzar en soluciones.

Habrá reclamos, pero el tono en el punto de partida es de gran sintonía