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El Gran Hermano militar seguía pasos de políticos

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Una comisión investiga el espionaje de uniformados a los partidos políticos. Foto: F. Ponzetto
Archivo de la Dictadura, ND 20151022 foto Fernando Ponzetto
Archivo El Pais

ANALIZAN LLEVAR ESPIONAJE A LA JUSTICIA

El País accedió a parte de los reportes contenidos en el archivo Berruti.

Una comisión investiga el espionaje de uniformados a los partidos políticos. Foto: F. Ponzetto
Comisión investiga el espionaje de uniformados a los partidos políticos. Foto: F. Ponzetto

El espionaje militar en democracia funcionó como un Gran Hermano. Varios agentes informaron la interna del Partido Nacional en 1993 —cuando Luis Alberto Lacalle era presidente— relatando que un sector del herrerismo no quiso cargos públicos debido "a que el presidente hace lo que él quiere sin fijarse en los perjuicios que puedan resultar de sus actuaciones".

Se informaba de todas las internas partidarias, no sólo la de los nacionalistas. El Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T) y el Partido Comunista aparecen mencionados en muchos de los casi 13.000 libros con rollos microfilmados de archivos de la Dirección General de Información de Defensa, que hoy son objeto de análisis en la comisión investigadora de espionaje militar en democracia que funciona en la Cámara de Diputados.

Agentes que se hacían pasar por porteros de un edificio sin levantar sospechas o se infiltraban en sindicatos y partidos políticos como si nada. A veces se transcribían conversaciones por medio de escuchas telefónicas, lo que quedaba registrado con una simple frase: "finaliza el casete".

Reportaban actos en los que participaba el presidente Tabaré Vázquez cuando era intendente de Montevideo, informaban de registros de automóviles y sociedades comerciales vinculadas con personas de izquierda, o hasta de los casamientos de militantes del Frente Amplio. Por ejemplo, en una de estas listas correspondiente a 1987 —a la que accedió El País— aparece el ministro de Economía Danilo Astori y el abogado y ex militante frenteamplista Hoenir Sarthou.

El espionaje militar en democracia fue registrado en los archivos Berruti desde 1985 y hasta ahora fue reconocido por dos mandos militares en la comisión legislativa.

El nivel de detalle de los informes es asombroso. Por ejemplo, en uno de los archivos a los que accedió El País —fechado el 21 de julio de 1989— se da cuenta de una salida al exterior del histórico dirigente tupamaro Julio Marenales. "Debido a una llamada telefónica a su domicilio por parte de la fuente se pudo determinar que mencionada persona se encuentra en Nicaragua. La persona que brinda la información es la señora de Marenales", agrega el texto firmado por la agente militar "Elena". Además se informa de la actividad de otros tres dirigentes del MLN y que para recabar la información se utilizó una Kombi y se destinaron 1.000 nuevos pesos.

"Bruno" y "Adriana" utilizaron un Passat marrón en enero de 1993 para informar de un Congreso del MLN. En el documento —al que tuvo acceso El País— afirman que uno de los temas abordados en ese momento fue la venta del local central aduciendo que "la mayoría de los militantes no concurre porque el MLN es un movimiento de barrio y no burgués y burocrático".

En abril de 1987 se consignaba al jefe del Departamento I del Ejército que "debido a la mala imagen que poseen dentro del movimiento obrero (Pit-Cnt), Oscar Groba y Thelman Borges, el Partido Comunista está preparando a Víctor Rossi (actual ministro de Transporte) y Rubén Villaverde (exdirector del Sirpa) como un posible recambio".

También en 1987 fueron detalladas las "divergencias en el Partido Comunista". La información anticipaba la fractura que se daría en el sector unos años después. Se consigna la existencia de "grupos que respondían a diferentes líderes". Mientras los "oficialistas" estaban con Rodney Arismendi y Jaime Pérez, otros se alineaban con el publicista Esteban Valenti (ex PCU) y León Lev (ex PCU).

Nacionalistas.

El 15 de marzo de 1993 "Adriana y Bruno" describen la situación del Partido Nacional. "La fuente informa que no funciona como tal debido a la división interna que existe por el mal manejo del oficialismo (Herrerismo)", comienza diciendo el reporte.

Se identifican a cuatro sectores dentro del Partido Nacional. El "oficialismo" representado por Lacalle y dirigido por el ministro (Juan Carlos) Raffo. Al sector "herrerista" lo colocan como "no partícipe de las acciones del presidente de la República".

Del grupo "Renovación y Victoria" casi no hay datos salvo que "no se ha definido políticamente". En un tercer bloque se ubica al "Movimiento de Rocha y Movimiento por la Patria", después de un pacto alcanzado entre Juan Raúl Ferreira y Carlos Julio Pereyra "asado mediante". Como cuarto grupo dentro del Partido Nacional ubican a los "independientes", los que según dicen "esperan una señal política para integrarse a cualquier movimiento que les otorgue rentabilidad económica y futuro político".

A eso se agrega otro dato: "La fuente informa que cierto sector del Herrerismo no quiere ser partícipe de cargos públicos debido a que el presidente (según sus manifestaciones) solicita asesoramiento, pero después hace lo que él quiere sin fijarse en los perjuicios de sus actuaciones".

Dos meses después, los agentes "Romina y Augusto" dan cuenta de una nueva realidad en el Partido Nacional dada por "el fracaso de la política económica llevada adelante por el gobierno", y para resguardar votos nacionalistas se acordó la creación de la corriente "wilsonista". Asimismo aseguran que se habla de reivindicar la figura de Wilson Ferreira y "aislar la figura del presidente insistiendo sobre el Lacallismo".

Un registro de vehículos.

Una de las modalidades de espionaje militar era el registro de vehículos de personas identificadas con la izquierda. En uno de los informes fechado en 1987, se expone un listado de autos que se utilizaban por militantes para realizar pegatinas por "Verdad y Justicia".

Se menciona a un Fiat 600 azul de una persona no identificada de izquierda, a un Falcon blanco de un dirigente del Partido Socialista, un Chevette blanco de un militante del Partido Comunista, un Gol rojo que "fue visto en la casa de Omar Tassino" del mismo sector.

En todos los casos se coloca la matrícula de los autos en cuestión. El informe elaborado por el Departamento III del Ejército fue enviado al jefe del Departamento para su análisis y otra copia se remitió a archivo.

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