Presidencia y el Ministerio de Economía evalúan si se mantiene el programa de asentamiento de familias sirias debido a los recortes presupuestales, informó a la comisión de Derechos Humanos de Diputados Javier Miranda, secretario de Derechos Humanos de la Presidencia.

Miranda informó a los legisladores que el costo de traer a las doce familias (cinco que llegaron en octubre de 2014 y siete que fueron seleccionadas y esperan en un campo de refugiados en Líbano) y su manutención por un período de dos años, es de US$ 2,3 millones.

"No estaría confirmada la venida del segundo grupo, estamos en proceso de revisión", subrayó Miranda.

"Originalmente el programa tiene previsto que las siete familias restantes (un total de 74 personas) arriben en el último trimestre de este año", explicó el jerarca, aunque aclaró que "de todas maneras, en el Poder Ejecutivo estamos reviendo el programa, ajustándolo y evaluando presupuestalmente".

El programa oficial preveía radicar a las cinco primeras familias en el interior, según acordó el gobierno con Acnur, la agencia de Naciones Unidas para los refugiados. Pero hoy, dos de ellas están en el interior y las otras tres en Montevideo.

Los primeros sirios refugiados que llegaron en octubre fueron: una pareja con diez hijos; un matrimonio joven con cuatro hijos pequeños; una familia de 14 integrantes compuesta por un matrimonio y 12 hijos desde adultos a escolares; una familia de cuatro integrantes, y otra de seis integrantes con una mujer viuda con cinco hijos. En febrero, unos días antes de asumir su segundo gobierno, el presidente Tabaré Vázquez ya había puesto en duda la llegada del segundo contingente. "No tenemos ningún compromiso establecido", dijo Vázquez.

El presidente ya frenó la llegada de más presos de la base militar de Estados Unidos en Guantánamo, Cuba, y su gobierno tuvo que negociar con los seis que trajo José Mujica.

Mantener a familias de refugiados cuesta US$ 2,3 millones